Capítulo 21 - Akatsuki

304 27 6
                                    

Los meses fueron pasando y no supe más de Naruto. Había borrado totalmente sus datos de mi teléfono y no iba a pedirle a Sakura su número. Intenté que Tenten me pasase sus redes sociales de nuevo, pero una vez le expliqué por qué las había borrado y lo que había estado a punto de pasar en su casa se negó a dármelas. Pasar de nuevo por su casa me parecía ser un poco acosadora, así que descarté esa opción. Seguía muy confusa con mis sentimientos, de modo que le hice caso a Tenten e intenté olvidarme de él. Terminé las fotos y el anuncio todo lo rápido que pude y se lo entregué a Kurenai. Eso ayudó bastante a que desapareciera. Además, no podía olvidar que ahora tenía novio.

Kiba me trataba bien, no tenía queja alguna con él, pero eso era precisamente lo que me desanimaba. No me sentía cómoda con esa tranquilidad, no era lo que yo quería. No es que yo quisiera terminar la relación para estar con Naruto, sabía que eso era imposible a pesar de aquel casi beso, era que Kiba se merecía a una persona que sintiera lo mismo por él.

Terminé de arreglarme y salí de casa. Esa misma tarde había quedado con él. No habíamos salido mucho, ya que nos veíamos en el café y ambos estábamos ocupados con las prácticas, donde, por cierto, cada día me sentía más feliz. Trabajar allí era un sueño hecho realidad y mi supervisor estaba más que contento con mi trabajo. Apenas llevaba dos meses y ya me había comentado que tal vez me contratarían para ser parte del equipo de forma definitiva. Después de recibir aquella noticia fui discretamente al baño y llamé a Hanabi. Ambas nos pusimos a gritar de la emoción. Cuando se lo conté a Tenten obtuve la misma reacción.

Llegué al café y Kiba ya estaba allí esperándome.

-Hola -me saludó con un beso en la frente. Últimamente todo estaba tenso con él y ya ni siquiera nos besábamos-, ¿qué tal?

-Bien, ¿y tú? -respondí nerviosa. No sabía cómo introducir el tema.

-Bien -dijo sonriente-. Tengo una pequeña sorpresa.

-¿Cuál? -contesté extrañada. No quería que se esforzase más en mí.

-Vaya, hola -interrumpió una voz.

No, no, no, no, no, NO. Esto no podía pasarme a mí.

Naruto estaba allí, tan guapo como siempre, con esa sonrisa cruzándole el rostro. Estuve a punto de comérmelo con la mirado cuando vi a la chica que estaba junto a él. Era pelirroja, alta, muy guapa y usaba gafas. Naruto tenía su brazo pasado por encima de los hombros de ella. Me quedé paralizada, notando como me estrujaban el corazón y las tripas, dejándome un vacío enorme. Justo cuando pensaba que lo tenía superado volvía a encontrármelo, y encima de esta manera. Me sentí decepcionada de mí misma. ¿De verdad Naruto me hacía ser tan vulnerable?

-Hola -saludó Kiba-, Naruto, ¿verdad?

-Sí -dijo él. Luego centró su atención en mí-. Hola, Hinata.

-Ho...hola.

-Veo que hoy no os toca trabajar -señaló Naruto.

-No, hoy tenemos una cita -matizó Kiba.

-Vaya, pasadlo bien -respondió Naturo-, aunque esperaba veros en el café -justo entonces miró a la chica-. Le he hablado a Karin muy bien de vosotros y tenía curiosidad por conoceros.

La chica, Karin, asintió y me miró, analizándome.

-Sí -habló esta-, tenía ganas de probar uno de tus batidos, Hinata.

-Siempre puedes volver otro día -contesté-, aunque hoy está Sakura y a ella también le salen bien -añadí-. Por cierto, ¿hablaste con ella, Naruto? -había recordado eso y me había venido muy bien para cambiar de tema.

Libertad (Naruhina AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora