Capítulo 33 - Agua

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Salí de trabajar nerviosa por la llamada de Naruto. No me lo esperaba para nada teniendo en cuenta lo mal que me había comportado con él cuando se había preocupado por Hanabi. Las cosas habían sido complicadas en casa, pero por suerte mi hermana parecía recuperarse. Le había afectado mucho perder a su hijo, pero Konohamaru siempre estaba ahí, apoyándola, y gracias a todos poco a poco volvía a sonreír. Konohamaru también estaba de suerte, ya que mi padre acabó aceptándolo y decidió que no le iba a partir en dos, esas habían sido sus palabras. Todo parecía solucionarse poco a poco, pero al principio había sido duro. No tenía ganas de hablar con nadie y el pobre Naruto había pagado mi mal humor. Quería haber hablado con él para disculparme, pero me daba mucha vergüenza. Sabía que era una tontería y aun así no podía hacerlo. De todas formas, Naruto tenía que estar muy mal como para recurrir a mí.

Camino de mi casa encontré una farmacia. Quizás no era buena idea, pero Tenten no estaba en casa y... sí, quería repetir lo de la última vez. Además, si Naruto estaba mal tal vez esto le alegrase. En realidad lo estaba haciéndo por él.

Bah, a quién quería engañar, esa noche en el hotel había sido increíble y quería repetirla. Y no solo una vez. No sabía bien como interpretar todo lo que estaba pasando, pero creía que me estaba enamorando de Naruto. Quizás él no sintiera lo mismo por mí, pero había estado tres años analizando cada cosa que hacía en mi vida, buscando no volver a sufrir de nuevo. Me había refugiado en las personas que conocía y que no me habían fallado, pero el dolor, si quería atacar, podía hacerlo en cualquier momento. La prueba de eso la tenía con Neji. Durante estos últimos meses había aprendido que era mejor disfrutar todo lo que se pudiera, porque al menos tendría esos momentos felices para consolarme cuando estuviera mal, para pensar que no había tenido una vida inútil y monótona.

Salí de la farmacia y continué mi camino, guardando mi compra en el bolso. Bueno, si al final no pasaba nada siempre podría regalárselos a Tenten. Quizás a Hanabi le hicieran más falta, pero también podría sentarle muy mal. Sí, Tenten era la persona indicada.

No tardé mucho más en llegar a mi edificio. Naruto estaba ahí, esperando junto al portal. Vestía un pantalón de chándal y una camiseta vieja. Parecía que hubiera salido de su casa corriendo. Miraba el móvil distraídamente, pero cuando oyó mis pasos levantó la vista. ¿Cómo podía seguir causándome tanto impacto con solo una mirada? Era una completa injusticia.

-Hola.

-Hola -no sabía cómo saludarle, ¿se suponía que tenía que darle un par de besos? ¿Abrazarle? Finalmente saqué las llaves del bolso-, pasa.

Naruto me ayudó a sujetar la puerta y me siguió hasta al ascensor. El silencio era bastante incómodo.

-¿Qué tal el trabajo? -preguntó

-Bien, no me puedo quejar. ¿Y tú, has sabio algo de la entrevista?

-Sí -asintió, abriendo la puerta del ascensor. Yo sonreí como agradecimiento-, esta mañana he estado en la compañía para una última entrevista.

-Eso es una buena noticia -dije, alegrándome por él. Sin embargo, Naruto parecía bastante ido.

-Supongo -se encogió de hombros.

Llegamos a mi planta y salimos del ascensor. La conversación se quedó ahí y nos dirigimos hasta mi apartamento.

-Es muy bonito -señaló Naruto cuando entró.

-Gracias.

Dejé el bolso en la mesa de entrada y me dirigí a la cocina.

-¿Tienes hambre?

-No mucha -dijo sin ganas.

Eso era un tanto raro en él, nunca le había visto tan alicaído.

-Entonces iré a cambiarme. Puedes sentarte -le dije.

Libertad (Naruhina AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora