Libertad (Naruhina AU)

Capítulo 18 - Novios

Después de mi cumpleaños no quise volver a saber nada de Neji, aunque no pude hacerlo todo lo  bien que quería ya que pasamos fin de año en su casa y él parecía estar muy interesado en hablar con mi padre, incluso había ido a la comisaría con él en un ocasión. De todas formas, intenté ignorarle todo lo que pude. Me parecía despreciable la forma en que había tratado a Tenten. Mi amiga se encontraba fatal esa noche y me negué a dejarla sola, así que llamé a su madre y la avisé de que dormiría conmigo. No hubo problema y, con una taza de chocolate caliente en la mano, me contó lo que había pasado. En ese momento comprendí cómo se sintieron cuando pasó todo con Toneri, entendí a la perfección las ganas que tenían de golpearle, porque era exactamente lo que yo sentía por mi primo. Sobre las dos de la madrugada llegaron Hanabi y Konohamaru, ya que no había autobuses a esas horas que les dejasen en casa y habían tardado más de lo previsto en limpiar el local. Por más que le estuvimos dando vueltas no entendíamos cómo había llegado tanta gente y se había armado una tan gorda. Lo bueno fue que no se había roto nada y Kurenai tampoco echó alguna cosa en falta a la mañana siguiente. Decidimos que lo mejor era no contarle nada. Aun así se extrañó al vernos a Tenten y a mí cuando se suponía que trabajábamos de tarde. Mi amiga había insistido en que les cambiáramos el turno a Shino y a Lee para compensarles por habernos ido tan temprano y dejarles con todo el problema. No pude negarme ante semejantes argumentos. Por suerte Kurenai no hizo más preguntas.

El tiempo pasó y llegaron los últimos exámenes y la entrega de mi trabajo. Lo único que me separaba ya de tener mi título universitario eran las prácticas y sabía dónde iba a realizarlas. La compañía Hokage tenía uno de los mejores equipos publicitarios del país y yo pensaba aprender de ellos. Sería difícil, pero estaba segura de que merecería la pena. Para mejorar aún más mi nota media, a mi profesor le encantó la idea del café y mi trabajo resultó ser el mejor de la clase. Tal y como tenía pensado desde el principio le enseñé todo el proyecto a mi jefa y a ella también le pareció genial. Cuando le conté que planteaba llevarlo a cabo casi no se lo podía creer de la emoción. Tal y como lo tenía calculado, la inversión era bastante pequeña y los resultados podían ser muy buenos. Simplemente teníamos que rodar un sencillo anuncio y hacer un par de fotos para los carteles. El único problema era que necesitábamos la cafetería vacía, así que nos habíamos citado todos durante el descanso de la comida. Yo había comido ya en casa, ya que aún no había empezado mis prácticas, y así tenía más tiempo para dedicarselo al café.

Estaba muy nerviosa, nunca antes había rodado un anuncio, de hecho nunca antes había rodado, pero tenía suficientes conocimientos como para estar segura de que podía con esto. Además, había hecho algunos bocetos de cómo debían ser los planos. El trabajo gordo estaba hecho, ahora había que llevarlo a cabo.

Además de mis compañeros, Sakura había asegurado que llevaría a alguien de su antiguo trabajo. Yo imaginaba que sería Karui, ya que nos había conocido a todos durante la fiesta y también nos había ayudado a poner un poco de orden en ese caos, pero Sakura se negaba a confirmármelo. De todas formas, en unos instantes lo descubriría.

Llegué al café y entré. Kiba y Shino simplemente habían colocado el cartel de cerrado en la puerta y estaban comiendo. Les saludé con rapidez y comencé a preparar las cosas para que estuviera todo listo cuando llegase Sakura. Mi compañera no se hizo esperar. A los quince minutos de estar allí apareció, haciendo que todos nos girasemos para ver quién era esa misteriosa persona que había decidido ayudarnos.

-Hola -saludó-, os presento a...

No necesité por su nombre, ya lo conocía de sobra. Ese cabello rubio y luminoso, con unos ojos azules que detenían el tiempo a mi alrededor. ¿Por qué siempre tenía que ser él? Sakura pronunció mi nombre y volví a la realidad.