Tenten
Colgué a Hinata y me levanté de mi puesto, corriendo hacia la oficina de mi jefe.
-Tengo que irme, mi amigo ha despertado del coma.
-Sin problema -asintió-, nos vemos mañana.
Conducí todo lo rápido que pude hasta llegar al hospital. Hinata me había dicho cual era la habitación de Neji, por lo que subí directamente. En el pasillo estaban todos esperando a que terminaran de revisarle.
-Hola -saludé.
Todos me respondieron con nervios, lo cual era perfectamente normal. Queríamos saber cual era su estado, llevábamos esperando por esto mucho tiempo. Incluso yo estaba nerviosa a pesar de todo lo que me había pasado con él. Me dolía que fuera precisamente él quien me había tratado así, una persona a la que consideraba mi mejor amigo, pero me dolía más sentirme preocupada por alguien que no se lo merecía. Él no había querido saber más de mí después de acostarse conmigo aquella noche en mi casa y las cosas iban por el mismo camino el día del cumpleaños de Hinata. Por suerte eso lo paré a tiempo. Sin embargo, ahí estaba yo, como una idiota frente a la puerta de su habitación en el hospital, esperando que nos dijeran cómo se encontraba. No se había interesado para nada y, aunque le había visto sentado en la última fila de las gradas del gimnasio mientras competía, había visto a Kim a su lado. Eso también me cabreaba. ¿Cómo debía tomarme eso? Prácticamente se había acostado conmigo y dos días después había empezado a salir con ella. ¿Acaso lo había hecho para asegurarse de que ella era la buena? No lo entendía en absoluto. Tenía ganas de pegarle y dudo mucho que me permitieran hacerlo, pero en cuanto se recuperase del coma y me lo cruzase no iba a librarse.
Una mujer rubia salió de la habitación de Neji.
-Todo está en orden -anunció. Hanabi e Hinata abrazaron a su tía. Yo intenté quedarme estática, pero noté como una sonrisa se formó en mi cara-. Si todo evoluciona así, en unos días le daremos el alta -todos estaban felices por la noticia-. Podéis pasar a verle de uno en uno, no conviene que se altere mucho.
-Pasa tú -le dijo Hinata a su tía.
La mujer no se lo pensó dos veces y entró. Tenía que estar muy preocupada por su hijo.
-Al final está bien -sonrió Hanabi, tocando a su padre.
-Si le llega a pasar algo, no me lo habría perdonado -suspiró Hiashi.
-Tu no le pediste que hiciera esto -le recordó Hanabi.
-Lo sé, hija, pero ya sabes lo que pienso.
Ella rodó los ojos.
-¿Tú qué vas a hacer? -me preguntó Hinata. Se había acercado a mí mientras su padre y su hermana hablaban.
-No lo sé -yo misma estaba hecha un lío-, igual cuando salga su madre y nos cuente un poco cómo le ha visto me iré a casa. ¿Te apetece algo de cenar?
Hinata frunció el ceño.
-Sé que vas a acabar pasando a hablar con él.
-Deja el tema, por favor -le pedí.
-Vale, no insisto más -se rindió-. ¿Qué tal en el trabajo?
Media hora después, la madre de Neji salió. Seguía llorando, pero se la veía feliz.
-¿Cómo está?
-Bien, bien -sonrió-. Este niño me va a matar un día de un susto, pero le entiendo -me miró y sonrió más-. Quiere que pases.
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Libertad (Naruhina AU)
RomanceHinata es una chica que está acabando sus estudios cuando, por un casual, conoce en su trabajo a Naruto, un chico que cumple a la perfección el prototipo de sus fantasías. Sin embargo, ella ha sufrido mucho desde la muerte de su madre y los recuerdo...