Wayward Sons. Chapter 9.

1.8K 174 2
                                    



Los pasos de la chica se escuchaban amortiguados por las paredes del lugar que con el paso de los segundos desaparecían poco a poco desde el lugar donde se encontraban los hermanos Winchester y su amigo Castiel.

—¿Y que vamos a hacer con esa chica?— preguntó Dean algo inquieto de tener a alguien desconocido deambulando por el búnker sin supervisión. —Tarde que temprano ella querrá marchase de nuevo y esta vez tal vez no logremos encontrarla.

—Ella querrá hablar con Gabriel, pero por sus palabras y lo delicado del tema tal vez no sepamos de ellos en semanas. Tenemos que conocerla, Dean. Es nuestra hermana.

—Ah no, esa chica no es mi hermana. Gabriel nos dejo a esa chica apenas explicando lo que paso.

—Aun no entiendo por que ella es tan importan...te— dijo Castiel levantando la mirada de sus amigos para buscar algo en la habitación.

—¿Cas?— llamó Dean extrañado por el comportamiento de su mejor amigo.

Sam y Dean se miraron mientras el tercero solo miraba un espacio en blanco en el lugar para luego comenzar a caminar fuera de la cocina. Ambos hermanos siguieron al ángel con cuidado por el lugar hasta llegar a una puerta cerrada.

—¿La habitación de Claire?— preguntó Sam con cuidado.

Castiel abrió la puerta y se adentró en la pequeña habitación buscando en el lugar algo con con insistencia. Entonces lo encontró, lo sostuvo en sus manos para luego mostrárselo a los hermanos Winchester.

—La navaja.— dijo Dean sin comprender muy bien lo que pasaba con Cas y esa arma tan peculiar.

Algo pasaba con Castiel y el arma en sus manos, algo que no pensaron que fuera normal que pasara, hasta que el ángel tuvo de soltar el arma pues a su contacto esta le quemaba la mano.

—Es una espada impía. Nada en el mundo puede provocar este tipo de lesiones en un ángel— dijo Castiel mostrando su mano a los hermanos donde manchas de un rojo vivo y piel quemada yacía.

—Lo mismo dijo Gabriel— comentó Sam —Pero Balthazar sostuvo la navaja y no le hizo nada, ¿por qué a ti sí?

Cas levantó la mirada con el ceño fruncido a su amigo, Sam solo lo miró sin comprender lo que sucedía. Sin duda ese incidente levantaba muchas mas preguntas de las que tenían.

Por otro lado, Claire se encontraba perdida recordando cosas que según ella había olvidado y ahora causaban desorden dentro de ella. El dolor estaba vivo, y se movía en su interior, revoloteaba y dañaba un poco mas de ella a cada segundo que lo sentía. Tras caminar por más de media hora por el lugar dejo de hacerlo, tenía que poner sus ideas en orden y esconder ese dolor que la embargaba, pero cuando justamente se disponía a hacerlo observó dentro de esta puerta, un cuarto decorado con armas en las paredes, y una cama hecha. Al lado una mesita de noche que tenía una lampara encendida y al pie de la lampara se encontraban unas fotos. Ella se acerco para poder verlas, y casi se tambalea al reconocer a la mujer en la imagen.

—Mamá— dijo ella al ver que su madre en la foto no se encontraba con ella, sino con un niño rubio cercano a los cuatro años. Ambos sonrían con alegría. —Eras tan feliz.

Y sin previo aviso, algo dentro de ella se rompió. Algo profundo cambio, algo que basado en esta realidad causaba aun mas dolor dejo de hacerlo.

Claire recordaba a su madre, y la amaba como a nadie en el mundo, aun después de todos los problemas y el divorcio, ella siguió viendo a su madre como su héroe, hasta que la tragedia paso.

—¡Hey! ¿Qué haces aquí? Esto esta fuera de limites para ti.— dijo Dean al ver que Claire se encontraba sosteniendo uno de los pocos recuerdos de su madre entre manos. —¿Quién te dijo que podías entrar aquí? O ¿qué siquiera podías tocar esto?

El hombre le arrebató de las mano la foto, pero ella ni se inmutó ante la acción enojada del sujeto a su lado. Ella levantó la mirada y a paso lento decidió salir de la habitación.

—Lo lamento, Dean. Son pocos los recuerdos que tengo de mi madre donde sonríe. Y verla contigo feliz...— la voz se le acabo, miró el suelo y salió de la habitación para dirigirse a la suya.

Dean miró la foto en sus manos y luego a la distancia escuchó una puerta cerrarse con fuerza, que dejo paso a un sentimiento de culpa en él.

—¿Qué paso?— preguntó Sam en el umbral del cuarto de su hermano. Él bajo la mirada hasta la foto en la mano de su hermano y entendió. —Dean...

—Cosas personales, Sam, cosas personales.— respondió Dean recordando su molestia regresando a guardar la foto en su cajón.

Ambos se quedaron en silencio, esperando que algo pasara pero nada iba a pasar y eso en cierta forma ponía ansioso a Dean, y como si el universo lo hubiera escuchado su celular comenzó a sonar.

—Es Jody— dijo Dean tomando su celular para contestar la llamada —¡Hola, Jody! ¿Cómo han estado? ¿En serio? Y dime, ¿tienes algo para mí?— comenzó a decir Dean alejándose de su hermano.

Sam solo negó con la cabeza rodando los ojos a su hermano. Dean ya quería trabajar en un caso nuevo, cuando ya tenían un problema entre manos que no sabían como resolver. Sam se estaba dirigiendo a la biblioteca cuando de repente algo lo tomó del brazo y sin previo aviso lo arrojó contra la pared.

—¿Dónde esta, Sam, dónde esta mi navaja?— dijo Claire con una clara y desmedida furia que embargaba su ser.

Sam solo se quedo mirando a Claire sin comprender que sucedía del todo. Claire lo tenía sujeto con fuerza contra la pared lo cual él no lograba entender como esa chica tenía la fuerza suficiente para arremeter contra él de esa manera.

—¡Hey, hey, hey! ¿Qué sucede aquí?— dijo Dean acercándose con rapidez a donde se encontraba su hermano siendo acorralado por la chica de otra dimensión. —¿Qué es lo que te sucede?— la tomó del brazo con fuerza enojado de que tratara de esa manera su hermano.

—Dean, esta bien.— se apresuró a decir Sam para calmar a su hermano.

—¿Qué es lo que quieres?— Dean ignoró a su hermano por completo enfocando su completa atención en la chica.

—Mi navaja, no esta— dijo Claire con una mirada asesina saltando de Sam a Dean.

—¿Qué? Pero la acabamos de ver— dijo Sam enderezando la espalda mirando a su hermano esperando que él corroborara la historia.

—Es verdad. Cas sostuvo tu navaja y lo quemó. Créeme cuando te digo que no quiero tener que ver con esa cosa.

—Entonces ¿en dónde esta?— preguntó Claire comenzando a perder la paciencia.

—No lo sé y no me importa.— contestó Dean girándose a ver a Sam —Jody tiene un caso. Dos víctimas fueron drenadas por completo de sangre en Dakota del Norte. Ella no puede atender porque Alex la necesita.

—Vampiros— agregó Sam.

—Sí. Ahora, puedes quedarte con Miss Universo aquí, o puedes venir y pedirle a Cas que la vigile. Tú decides.— dijo Dean restándole importancia al asunto de Claire. —Tienes quince minutos.

—¿Vampiros? Están bromeando ¿verdad?— soltó Claire en una risa nerviosa hasta que vio que Sam no la siguió —Eso no existe, son fantasías. Crepúsculo y Dracula son cuentos de hadas.

—Claire, nuestro mundo esta lleno de peligros de los cuales no estoy muy seguro que alcances a entender. En mi mundo son normales, dentro de lo que cabe, pero en el tuyo son meras fantasías.

—¿Son reales?— era una pregunta a la cual ella conocía la respuesta al ver a Sam tan convencido al hablar. —Quiero ir con ustedes.

Sam solo la miró con atención.

Wayward Winchester. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora