Wayward Winchester.

Wayward Sons. Chapter 47.

Si bien todos se encontraban algo consternados con la rapidez que llego el día de enfrentar a Azrael, solo una de ellos quería escapar y jamás regresar.

—Tienes que calmarte, Claire.— le advirtió Balthazar mientras la sostenía por las muñecas contra su espalda.

—No puedo. Estoy nerviosa y estoy asustada— confesó Claire sintiendo todas sus emociones aglomerase en su cabeza.

—Pues no deberías.

—No sabemos que tan poderoso es Arzael. Me quiere como su recipiente. No tengo idea que hará si me niego o si acepto. Y ¿tú quieres que actúe como si todo estuviera bien?— le respondió Claire con un tono de voz algo exaltado.

—Claire, no te decimos que no tengas miedo... Solo no dejes que tus emociones ganen sobre tu sano juicio.— comentó Charlie al lado de Claire.

—¿Qué hace ella aquí?— preguntó Claire tornando la cabeza a donde se encontraba Balthazar y mas atrás Gabriel. —Les pedi que la pusieran a salvo.

—Es bastante terca cuando se lo propone.— dijo Gabriel distraído de su conversación con Sam.

Toda la "Pandilla" como Dean los llamaba pues no quería listarlos a todos al tiempo que se refería a ellos, se encontraba en una bodega abandonada a las afueras de Little Rock. Llevaban a Claire de manos atadas con una soga a la espalda para evitar que uno de sus episodios pusiera en riesgo todo el encuentro. Dean y Castiel se habían mantenido uno muy cerca del otro todo el tiempo, casi tratando de recuperar el tiempo que estuvieron separados. Claire pensaba que parecían magnetos, siempre atrayéndose entre ellos sin siquiera saberlo o notarlo. Sam y Gabriel discutían los posibles resultados de la reunión con el arcángel. Claire había insistido en que pusieran a Charlie a salvo, así como Sam y Dean, pero lo pelirroja quería estar al lado de Claire.

—Charlie, no debo darle a Azrael mas oportunidades para dañarme. Para forzarme a decir que sí.— dijo Claire mirando a la pelirroja aun con sus manos atadas a su espalda. —Ya tengo mucho que perder con el par de allá. No quiero perderte.

Charlie se quedo callada, no pudo responder porque cuando planeo hacerlo Gabriel se encontraba al lado de ella y en un abrir y cerrar de ojos la pelirroja se encontraba en el búnker.

—¡Qué demonios!— gritó Charlie al vacío una vez que se dio cuenta de lo que había pasado.

•••

—Esta hecho— respondió Gabriel viendo a Claire como sus hombros se relajaban.

—Bien— la rubia suspiró aliviada. —Hay que hacer esto.

Como un grito de guerra, los restantes del grupo se reunieron. La invocación estaba dividida en dos partes, dos rituales diferentes que nadie sabía porque pero se tenían que seguir. Con dos cazuelas en mano y cada una con diferentes especificaciones, así que decidieron hacerlos al mismo tiempo. Gabriel y Sam tomaron un tazón, Dean y Castiel el otro y entre cada par comenzaron a recitar cada encantamiento mientras Balthazar vigilaba a Claire.

—¿Me desatas? No quiero que Azrael me vea de esta manera— dijo Claire exponiendo sus manos para que Balthazar la liberara. —Oye, si llego a volverme loca de nuevo van a estar ustedes. Yo no tengo armas así que sere fácil de contener.

Balthazar lo meditó un poco pero aceptó. Quito las sogas y la libero de ellas. Claire mientras escuchaba los encantamientos de que soltaban sus hermanos y sus respectivos ángeles, ella frotó sus muñecas para aminorar el dolor que se había comenzado a formar.

—Hay que esperar ahora.— comentó Balthazar cruzándose de brazos al lado de Claire.

—Supongo— suspiró Claire viendo a los chicos realizar la invocación.