—¿Te sientes mejor?— preguntó Castiel viendo como me ponía sobre mis pies al lado de él justo después de apagar la radio en el rincón.—Me siento de maravilla gracias a ti. Ahora dime, ¿dónde tienes a Metatron?— pregunté sosteniendo su brazo con fuerza a lo que Castiel solo me miró con curiosidad. Amó su inocencia, se miraba tan tierno. —Llévame con él. Luego avísales a los chicos. Vas por Gabriel, y yo llamaré a Balthazar.
Frunció el ceño, y sus labios se tensaron de gran maneras hasta convertirse en una linea recta.
—Si las cosas se ponen feas, me traes de vuelta a este lugar, ¿de acuerdo?— entonces su rostro se relajo y asintió. —Eso te relajó.
—No quiero que te hieran mas de lo que ya lo han hecho.— sonreí como si fuera una niña pequeña y luego le respondí:
—Un lindo sentimiento que es recíproco.— le miré a los ojos, un color azul tan fuerte como el océano, pero tan pacifico como el cielo, luego mire a la trampa del diablo en el techo y dije: —Andando.
•••
Suerte la mía de que no llevaba nada en el estomago porque sino el pequeño viaje entre lugar y lugar me hubiera hecho regurgitar cuanto se encontrara en mi estómago. Tal y como le había dicho a Cas que pasaría si me transportaba de esa manera de nuevo. Él me dejó en un almacén donde supuse estaba Metatron y acto seguido se fue a proseguir con mis peticiones. Me mantuve alerta de Abaddon, de demonios antiguos y de cualquier otra amenaza que pudiera llegar de sorpresa.
—Castiel, sabes que no tienes porque esconderte de mí. Te conozco muy bien.— dijo una voz que realmente me molesto.
Caminé por el lugar con mis pasos apenas escuchándose sobre el piso, rodee una gran maquina que se encontraba en el lugar y me presente ante el hombre regordete y desarreglado que se encontraba contra la silla atado, con golpes por toda la cara y sangre escurriendo de sus heridas.
—¿Quién eres tú?— sin obviar nada, fue directo al grano. No me reconocía, yo tampoco a él pero sabía que era Metatron.
Castiel me había contado sobre él y lo que este hombre enfrente de mi hizo con él. Lo había engañado, le había quitado su aureola convertido en humano, y lo había llevado a ser el enemigo numero uno del Cielo, sentía en este instante un enorme desprecio por ese hombre que tenía enfrente mío.
—Mi nombre es Claire, Claire Winchester. Y antes de que preguntes, sí, soy hermana del par de cazadores. Sé que ellos tienen fama por cualquier lado que se aparezcan.
—Sí, su reputación les precede al igual que al ángel que siempre ha elegido a los Winchester antes que a su propia familia.— el hombre escupió con veneno en sus palabras.
Me saque la chaqueta de encima, y la puse de lado, saque mi pistola y la puse encima de ella, y cada uno de mis actos los miro él casi con burla. Entonces saque mi navaja, y fue ahí cuando su rostro cambio.
—Entiende esto una última vez, Cas es parte de una familia; la nuestra. Los ángeles le han dado la espalda suficientes veces como para saber que solo puede confiar en nosotros.— dije paseando el filo de mi navaja muy cerca de su rostro y sus ojos jamás se apartaron de él con lo que pude ver era alerta.
—¿De dónde sacaste eso?— pregunto Metatron jadeando sin apartar sus ojos de mi mano.
—Primero dime que sabes de ella.— dije casi canturreando sintiendo algo dentro de mi que me pedía a gritos que rebanara la garganta de este desagradable escoria humana.
—Es una de las primeras espadas— entonces la miró con cuidado achicando los ojos, sabía algo más. —Interesante.— pero no estaba dispuesto a decir.
—Lo mismo digo.— respondí guardando de nuevo mi espada para luego darle la espalda a Metatron.
Balthazar... comencé a rezar esperando que las coordenadas que me había dado Castiel funcionaran.
—¿A quién le rezas, niña?— cuando oí su voz a mis espaldas sonreí pues aunque no me llevara del todo bien con él, me agradaba verlo.
—Por un ángel que venga a resolver mis plegarias.— respondí — Pero solo has venido tú. Pero dime ¿qué has encontrado respecto a mí?
—Un montón de cosas, muy interesantes. Pero antes, dime que ha pasado contigo, linda y tierna Claire.— en su acento francés pude distinguir la burla en las últimas palabras pero lejos de ofendida, me agradaba la familiaridad con la que me hablaba.
—Pues ese ángel me poseyó monetariamente y dijo muchas cosas que dejo como pistas para encontrarlo.— Balthazar no dijo nada, y espero a que prosiguiera —Él es el mayor. Es el menor. Es a quien borraron de la existencia. Es quien vivió dos veces. Es quien vive atado a la eternidad. El que invento el primer pecado. El primero en romper las reglas. El primero en desafiar a Dios. Y sé que es un...
—Arcángel— terminó de decir Metatron por mí a lo cual le di una mirada asesina.
—Pero claro— canturreó Balthazar mirando al cielo en un momento de claridad. —Siempre fue una historia entre ángeles. Algo sin importancia.— miró a Metatron aun en su silla. —Nunca creímos la historia porque era simplemente imposible. Michael la contó, y Lucifer la corroboró pero todos creímos que solo nos querían asustar.
—Los eones solo han hecho que nos olvidemos de la historia..— continuó Metatron. —Siempre fueron siete.
—¿¡De qué están hablando!?— grité comenzado a desesperarme con sus oraciones a medio terminar.
—Con la pequeña adivinanza que dijo confirmo todo lo que pensamos era un mito.— Balthazar miró el vacío por un momento y luego volvió a hablar —En todos estos eones no se pudo confirmar el mito y ahora sabemos que existió.
Los miré a ambos que se encontraban en el mismo estado de estupefacción ante la noticia de que uno de sus hermanos, uno del que en mucho, mucho tiempo nadie había sabido nada realmente existió y estaba vivo. Era una leyenda viviente, algo que parecía significar demasiado para los ángeles.
—¿Quién?— dije con suavidad temiendo conocer los horrores que yacían detrás de ese nombre.
—Azrael.
Entonces algo en mí se estremeció. No era él, no era su voz. Solo sabía que al decir ese nombre había dado en el blanco. Era él.
—¿Azrael?— dije cayendo en cuenta que él era peor que Lucifer. Claro, el Diablo es malo, pero Azrael dijo que Lucifer siguió sus pasos inconscientemente lo cual lo hacía diez veces peor. Tal vez mas.
—Es el arcángel de la muerte.— dijo Balthazar apenas, lo que me hizo saber no eran buenas noticias.
Escuché el sonido de aleteos y luego sentí la presencia de otras personas mas en el lugar.
—Metatron— dijo Dean casi con enojo. Giré la cabeza para verlo, estaba molesto y su mirada no escondía nada.
La mirada de Dean cambio a donde me encontraba y juró que no pude contenerme porque por sus ojos paso el mismo pensamiento. No luché contra mi cabeza y solo me deje ir contra él en un abrazo que estaba demasiado segura necesitaba. Tal vez que ambos necesitábamos porque Dean también me sostuvo entre sus brazos con tanta fuerza como yo lo hacía.
—Estas bien.— sentí su mano en mi cabello para que luego me diera un beso en la sien —Calma. Todo esta bien.
—No. No es cierto— dije con las lagrimas de mi pánico y miedo brotar por mis ojos y correr por mis mejillas hasta alcanzar el abrigo de mi hermano mayor.
ESTÁS LEYENDO
Wayward Winchester.
Fanfiction[Sinopsis] Claire Winchester, una mujer que tiene una vida organizada y vive en su propio mundo. Su madre murió cuando era pequeña y fue criada por su padre, un Ex Marine que creó inesperadas expectativas en Claire para cumplir. Ahora ella d...