Wayward Sons. Chapter 54.

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—Bueno, nada fuera de lo normal. Nada apocalíptico esta pasando. Eso debe de ser buena señal.— dijo la pelirroja a la nada mirando casi con desesperación la pantalla enfrente de ella. —¿Verdad?— soltó con desesperanza.

Mantuvo su celular a su lado todo el tiempo esperando que Sam, Dean o Claire llamaran en cualquier instante. Ya iban para cerca de doce horas desde que la reunión se había llevado acabo y, el hecho de que nadie se hubiera molestado en reportase con ella para confirmar o anunciar lo esperado u otro resultado inesperado la hacia querer no solo comerse la uñas sino la mano entera.

Su computador no le decía mucho. Todo parecía estar en orden. Se celular parecía estar muerto de no ser porque ella había jugado en una aplicación hacía menos de trece minutos. Estar en constante angustia la estaba comenzando a instigar a comerse el cabello, porque uñas ya no le quedaban. Esperó un par de minutos mas hasta que escuchó ruidos sobre su cabeza. Alguien fuera del búnker intentaba entrar, y aunque le cruzó el pensamiento de que tal vez era un demonio eso se esfumo el momento en que escuchó a Sam hablar.

—No, Gabriel. Ya te lo dije, Balthazar tal vez tenga la mejor de las intenciones pero no. Claire no lo querría así.— contestó Sam de la previa conversación que había tenido con quien venía detrás de él.

—Vamos, Pie Grande, ¿ni siquiera vas a considerarlo? Es una salida, y a menos de que tengas otra solución es la única que tenemos.— reprochó Gabriel bajando las escaleras justo detrás de Sam.

—¡Gabriel!— gritó Charlie apenas el mas bajo de ellos apareció en su visión. —¿Por qué demonios me trajiste aquí sin avisarme?

La mirada intensa de la pelirroja sobre el rubio fue suficiente para que Gabriel quisiera por instinto de supervivencia esconderse detrás de Sam. Charlie estaba enfocada en Gabriel hasta que notó que alguien faltaba.

—¿Dónde esta Claire?— dijo la pelirroja esperando escuchar otro par de pasos bajar las escaleras —Sam, ¡dónde esta Claire!

La falta de respuesta solo le hizo a Charlie creer lo peor; lo cual significaba solo una cosa.

—Sam, dime que no es cierto. Ella no pudo decir que sí. No pudo entregarse a Azrael. ¡No pudo hacer eso, Sam!— gritó de nuevo sintiendo sus entrañas moverse dentro de ella con el temor y pánico creciendo en su interior. —¡No es posible!

—Charlie— habló Sam con cuidado, en voz baja haciendo que la pelirroja lo mirara. —Lo lamento.

—No. Sam. No es cierto. Ella esta bien. Ella va a atravesar esa puerta en cualquier momento y me dirá que todo fue de maravilla.— dijo Charlie sosteniendo la mirada del hombre de cabellos largos. Al no recibir respuesta o ver que lo que esperaba pasara sucediera, parpadeo regresando a la realidad—No, Sam. No puede ser. ¡Cómo la dejaron hacerlo!

—No tuvo elección— respondió Sam y al ver la expresión amarga en el rostro de la pelirroja decidió corregir su respuesta. —Sí la tuvo, pero hizo su decisión. No tuvimos mucho tiempo o las fuerzas para detenerla o a Azrael.

Gabriel se removió incómodo detrás de Sam al escuchar eso, cierta culpa que reclamaba ser liberada. Sam lo detuvo poniendo su mano sobre su brazo para detener cualquier locura que estuviera pasando por la cabeza del arcángel.

—¿Dónde-dónde están Dean, y Cas entonces?— preguntó Charlie cabizbaja intentando no llorar por Claire.

—Cas salió herido en el enfrentamiento. Dean esta cuidado de él— respondió Gabriel con rapidez. —Y Balthazar, tratando de encontrar una forma de... traer de vuelta a Claire.

—¡Gabriel, dime que no es cierto!— exclamó Sam girando sobre sus talones para poder ver al arcángel. Charlie levantó la mirada sin comprender lo que sucedía.

Gabriel solo miró a Sam con remordimiento recayendo en sus hombros.

—Sam, esa no es una decisión que puedas tomar tú.— una voz sonó del otro lado del lugar. Tres pares de ojos se enfocaron en la nueva presencia en el lugar; era Balthazar. —¿Acaso quieres a Azrael allí afuera? ¿Quieres que él haga con tu hermana lo que Lucifer hizo contigo?

—No. Claro que no, pero... Eso que quieren hacer... ¡no es una solución!— respondió Sam señalando a ambos ángeles con enojo.

—Sabia que no lograríamos convencerte, así que traje a alguien que tal vez te convenza.— dijo Balthazar señalando a alguien a su lado, y de las sobras un par de brillos rojos aparecieron. —Él ve las cosas de una manera mas analítica, y fría que muchos en esta habitación. No hare nada hasta que lo aceptes por completo, porque necesito de todos para que eso funcione. No lo puedo hacer solo.

Crowley tomó dos pasos al frente con una sonrisa en el rostro sin apartar la mirada de Sam. Mientras el cazador solo lo miraba casi con escepticismo.

—¿Qué es lo que sucede?— preguntó Charlie mirando a Balthazar desaparecer de su vista en los pasillos del búnker.

—Un sacrificio, querida. Alguien tiene que morir para poder detener a la nueva Diosa de la Creación— respondió Crowley con su característica paciencia al hablar y altanería al mirar a los demás.

—¿Diosa de la Creación? ¿Hablas de Azrael?— preguntó Charlie algo pérdida con el término al que se refirió al Arcángel de la Muerte.

—¿No has oído las noticias? Ya comenzó. Ella no quiere desastre. Ella quiere lo que su padre hizo. Ella quiere ser absoluta.— habló Crowley moviendo la cabeza sin querer admitir que eso en realidad estaba pasando.

Sam solo miró al suelo sintiendo la pesadez de lo que eso implicaba.

•••

Sé que es corto, pero algo es algo. De nuevo gracias por el apoyo a la historia, las visitas y likes a esta misma. Las y los amo mucho aunque varios de ustedes no se dejen ver. Gracias igual.

Beshos y apapashos.

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