Wayward Sons. Chapter 56.

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Nota: Este capítulo es totalmente Destiel. Este capítulo en si no aporta mucho, por no decir nada, a la trama de la historia en general pero sé que muchas/os de ustedes estaban esperando esto desde hace como quince capítulos pero a otras no les interesa en absoluto eso y por eso este aviso.

LocaThe_End recuerdo lo que dijiste y por eso te pongo sobre aviso, así que si lees mas abajo de esta nota es bajo tu propio riesgo.

Brenda_Yurico eres una de las chicas que siempre me comenta y siempre me reprochas que este par ni beso se dan. Bueno... ya no más.

Volviendo a lo bueno, ya pueden comenzar a leer.
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Con la luna a mitad del cielo oscuro y los aires fríos de la montaña la madrugada habían logrado despertar aún a un muy agotado ángel. Castiel había despertado para encontrarse con el fuego de la chimenea comenzando a extinguirse. Preocupado porque las temperaturas bajas continuaran el resto de la noche, se levantó de la cama con cuidado de no hacer mucho ruido y despertar a Dean. Se acercó a la chimenea tomando algunos leños de al lado de ella no sin sentir algún tipo de dolor en la espalda. Sin recordar porque, se cuestiono a si mismo porque sentía dolor hasta que se dio cuenta. Sus alas no estaban. Arrojó los leños al fuego y esperó a que estos se iluminaran para poder acercarse a la cocina del lugar. Sacó un vaso de los gabinetes y con fragilidad comenzó a llenar el vaso con agua, sintiendo en sus muñecas, sus brazos y hombros el dolor de sus alas rasgadas, su espalda a adolorida con las heridas aun abiertas y al rojo vivo. Evitó soltar un gemido por el dolor el lavar el vaso y ponerlo en su lugar.

Respiró profundo y con determinación que no sabia que tenía se dirigió al baño. Que aunque no fuera una gran distancia, el dolor físico que la pelea con Azrael había dejando en el era horrible y era aun peor con la ausencia de sus alas sobre su espalda.

Miró de reojo a Dean antes de ingresar al baño, asegurándose de que él aun se encontrara en ese lugar. Dean se encontraba acostado, roncando con suavidad Castiel casi jurando que se encontraba en el quinto sueño. Ingresó en el baño, cerró la puerta y abrió el grifo del agua.

•••

Castiel abrió la puerta del baño mas de cuarenta minutos después de haber entrado, pero cuando estaba a punto de salir se encontró con Dean esperando afuera del pequeño espacio con una expresión para nada feliz.

—Dean... Despertaste— suspiró Castiel algo avergonzado y preocupado de haber despertado a Dean.

—Sí. Desperté. Y ¿sabes lo que me molesta?— Castiel había notado que Dean se encontraba en un estado de irritación y solo asintió para dejar que Dean hablara. —Que te dije que iba a cuidar de ti, y lo primero que haces es desaparecer por cuarenta minutos ¿para hacer qué exactamente?

Castiel solo miró al suelo casi avergonzado de tener que revelarlo así que optó por esquivar el tema.

—Dean, quiero creer que hay diferencias entre cuidar de mí y darme espacio personal. Hay cosas en las cuales no puedes involucrarte.— dijo Castiel saliendo del cuarto de baño.

Las palabras de Castiel no molestaron a Dean, sino que lo dejaron algo sorprendido. Primero porque el ángel jamás le había hablado con esa dureza que un individuo muestra al momento de defenderse a si mismo, y segundo porque Castiel apenas comprendía el concepto de 'espacio personal', algo que Dean había aprendido a manejar, y era aun mas raro que el ángel pidiera de ello y se lo respetara.

—Espera un momento, Cas, ¿de qué estas hablando?—  habló Dean relajando los hombros y desdoblando los brazos sobre su pecho comenzando a seguir al de ojos azules.

Wayward Winchester. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora