Wayward Winchester.

Wayward Sons. Chapter 22.

El búnker se encontraba en silencio como cementerio a media noche sin nada mas que la luz de la luna sobre sus lapidas. El silencio del lugar se vio interrumpido por un par de pisadas por el lugar.

—¿Ahora tenemos que esperar?— preguntó Balthazar, Gabriel lo miró con gracia para luego asentir. —Espectacular. Y todo por qué decidiste ponerle los símbolos en las costillas a la chica. 

—Tengo que protegerla, Balthazar.

—No. No tienes que. Lo haces porque de los dos, a ti te importan mas estos humanos que a mí.— dijo Balthazar sin apartar la mirada de su hermano mayor —Aparte de que tienes un flechazo por ella.

—Pss, ¿qué? Claro de no— dijo Gabriel pasando el dedo índice sobre las coberturas de los innumerables libros en las estanterías del lugar.

—Niégalo todo lo quieras. Ambos sabemos que es verdad.

—Solo la quiero ayudar a sobrevivir. Eso es todo.— replicó Gabriel sin decir mucho mas. Balthazar decidió no seguir ya que podría entrar en territorio peligroso con Gabriel y en ese momento no le convenía enojar a su hermano.

La puerta principal del búnker se abrió dandole paso a Dean con su bolso de cazaría al hombro y Castiel detrás de él.

—¿Así que nada de Metatron?— preguntó

—Aun nada. Espero que aparezca algo con lo que pueda trabajar— contestó Castiel siguiéndole el paso a Dean. —Hay alguien mas aquí.

Balthazar y Gabriel se miraron y esperaron. Dean saco su arma y Castiel suspiró mas con pesar que con alivio.

—Gabriel. Balthazar, ¿qué hacen aquí?— preguntó Castiel mirando a Gabriel.

—¿No te dijeron?— Gabriel miró a Dean quien parecía realmente molesto. —Claire es la razón por la cual nos encontramos aquí. Estamos esperando.

—Y ¿no pudieron esperar afuera?— preguntó Dean con un claro indice de enojo.

—¿Qué acaso no me conoces?— preguntó Gabriel con burla emanando de sus poros. —¿Sabes cuando van a llegar tus hermanos? Necesitamos hablar.

—No— su respuesta seca y agria reflejo el enorme desagrado con el que Dean recibió la pregunta y en especial que Gabriel se refiriera a Claire como su hermana.

—¿Sobre qué?— preguntó Castiel sin muchos ánimos pero aun interesado sobre la urgencia del asunto si Gabriel se atrevía a hacer enojar a Dean sabiendo de su estado.

—Hicimos una búsqueda profunda sobre la navaja de Claire; la famosa espada impía.— contestó Balthazar mirando a Castiel. —Pero es algo que tenemos que hablarlo con ella en persona.

Castiel asintió y continuo su camino siguiendo a Dean a la cocina del lugar.

—¿Qué crees que fue lo que encontraron?— preguntó Dean buscando una botella de cerveza en la nevera.

—No lo sé. Como dijo antes, las espadas impías como los primero ángeles caídos son un tema tabú para nosotros que no se ha hablado de ello en milenios.— no sabía que más podía esperar de Castiel, Dean sabía como ese ángel se manejaba con ellos.

—Claro. Como los ángeles siempre han sido muy abiertos con cosas de su pasado.— comentó Dean pero al ver que su amigo no contestaba se giró a verlo. —¿Estas bien? Pareces constipado.

—Crowley se encuentra aquí.

—¿Disculpa?

Castiel salió de la cocina con Dean siguiéndole los pasos. Cuando ambos llegaron al salón principal se encontraron con Crowley en medio del lugar algo defensivo pues no solo había un ángel, sino tres a su alrededor.