13 de mayo (21 semanas)
Charlie no había aparecido por ya más de tres semanas desde la ultima vez que se habían visto. Ni una llamada, no lo había visto, no había mandado ni un mensaje. Y Brooke no conseguía el valor de llamarlo. No lo iba a hacer. Ella le había dicho muchas veces que no lo necesitaba, que no lo quería. Ahora iba a probárselo. Fue a la cita de seis meses sola, comenzó a comprar ropita sin él. Incluso hizo la lista de nombres que había prometido hacer con él, sin su ayuda.
Y Charlie tampoco la llamó. Estaba demasiado ocupado en otras cosas, solo para evitar pensar en ella. Ya tenía nuevo empleo, había comenzado a ir al gimnasio, paseaba algunos perros de sus vecinos en el edificio y había comenzado a tener sexo con su vecina.
Esto ultimo no le enorgullecía, para nada. Pero una noche había regresado borracho a su casa, tanto que se calló de bruces al suelo, ella lo ayudó y le dio hospedaje esa noche en su apartamento. Y una cosa llevó a la otra y ahora tenían sexo cada que se le antojaba. Raquel no sabía de Brooke, ni de su bebé, y planeaba que nunca se enterara.
Y tal vez eso fue lo que hizo mal, pues una tarde cuando volvió del gimnasio Raquel lo esperaba en la puerta de su departamento. Y sin más reparo le confesó su amor y cuanto quería comenzar una relación formal y conocerse mejor y aunque solo habían pasado dos semanas sentía que iba para largo.
Y no era tan tonto, sabía que debió haber dicho que no, que su corazón ya estaba ocupado y que planeaba hacer todo lo que estuviera en sus manos para que ese romance con el que tanto soñaba se hiciera realidad. Pero Brooke no había llamado en esas tres semanas, le había dejado muy claro que no lo necesitaba y no lo quería y que podía seguir sin él, sin contar las millones de veces que lo había rechazado y su inusual miedo a las relaciones personales. Por eso fue que aceptó salir en una cita con ella, solo para no hacerla sentir mal. Se había jurado que solo sería una cita, le contaría de Brooke y Raquel no iba a querer saber nada más de él. Pero no contaba con que fuera tan mente abierta.
Raquel no solo se lo tomó muy bien, sino que insistió tres días en conocer a Brooke. Fue por eso que pidió consejo de Ed, el cual sabía de Raquel, pero Ed se enojó, nunca lo había visto tan decepcionado, y le dijo que estaba solo.
Sabía que debía de decirle a Brooke sobre Raquel, y a Raquel que no la amaba, pero esa era otra historia. Estaba enojado con Brooke, muy en el fondo, estaba enojado con ella, mucho. Y no quería darle la satisfacción de verlo como estaba destrozado por su rechazo.
Esa tarde Brooke recibió una llamada de Charlie, y a pesar de que tenía el celular en la mano lo dejó timbrar hasta que la llamada se fue a buzón. Luego esperó unos minutos y devolvió la llamada.
— Brooke.
Y odió como su voz la hacía sentir cómoda y que nada le iba a hacer daño.
— Extraño— dijo intentando sonar enojada, pero solo estaba enojada con ella.
Estar sin él tanto tiempo la había hecho darse cuenta de que no lo necesitaba, pero sí lo quería junto a ella. Pues si él estaba se sentía protegida y querida, más que como cualquiera la había hecho sentir antes.
— ¿Cómo está el bebé?— preguntó.
—Bien, bien, ¿para qué llamabas?
Y aunque estaba contenta de oírlo de nuevo, no pudo evitar sentir que algo no estaba bien en su voz.
— Estoy... em...— suspiró pesadamente — Ahora estoy saliendo con esta chica, se llama Raquel y...— Extrañamente dejó de hablar justo en el momento en el que Brooke sintió como algo dentro de su garganta apretaba incomodo. Pero siguió hablando después de un segundo — Le hablé de ti y de el bebé y quiere conocerte.
Brooke no habló, ahora no sabía que decir. Miró a los lados de la sala y comenzó a balbucear.
— Pues... yo...
— ¡Sé que es un muy rápido! Lo siento.
— Sí, vaya...
— Antes que digas algo, abre la puerta.
Oyó como la línea se cortaba y rápidamente se puso de pie para correr a la puerta. Abrió con emoción y lo vio ahí parado con una sonrisa tímida en el rostro. Y sin pensárselo mucho lo abrazó y quedaron un poco separados por su vientre. Olió su aroma natural, pues a pesar de que hacía mucho le había dicho que dejara de usar la colonia que le causaba nauseas, seguía sin ponérsela. Con cariño enterró su cabeza en la curva de su cuello buscando el afecto que le había faltado ese mes. Charlie se separó de ella y bajó hasta su vientre. Dejó un beso sobre la blusa y movió su mano haciendo que el bebé se moviera un poco. Miró a Brooke con asombro, como un niño que descubre la lluvia por primera vez.
— ¡Se mueve!— exclamó — Hola bebé, soy tu papá, perdón por haber desaparecido un tiempo. Ya no va a pasar.
Y sin querer una lagrima rodó del ojo de Brooke. Cuando Charlie la vio inmediatamente la abrazó con cariño. Bonnie ladró apareciendo desde la cocina y brincó sobre el castaño lamiéndole el rostro y meneando la cola, Charlie le dijo que también la había extrañado y la acarició detrás de las orejas.
— Se van a meter las moscas, entra— dijo Brooke con la voz apagada por el hombro de Charlie.
— Arruinando el momento como siempre, Brooke.
Brooke se sentó en el sillón esperando que Charlie se sentara a su lado pero él se quedó de pie.
— Lo siento— dijo y habló antes de que ella dijera algo — No debí reaccionar así y no debí desaparecerme por tanto tiempo.
— Mi papá se desapareció por más tiempo, tranquilo.
Charlie se quedó un rato callado hasta que se rió. La extrañaba tanto.
— Quiero que sepas que lo siento mucho, y siento lo que está pasando con Raquel.
— No, fue mi culpa. Debí dejar de portarme así contigo y fue mi error, lo siento mucho, en serio.
Y esas semanas había pensado que quería algo más serio con él. Pero ya no era posible. Ya no había manera en la que Charlie dejara a su nueva novia por ella, la chica que lo había rechazado incontables veces. Se quedaron en silencio, viendose a los ojos hasta que Brooke habló.
— Compré ropa de bebé, mira— se puso de pie y fue a su habitación.
Sentía una presión en su garganta, se llevó una mano al vientre y respiró hondo para no llorar. No iba a llorar, había sido su culpa, y ahora debía que aceptar las consecuencias como la niña grande que era.
Pasaron el resto de la tarde solos en la casa, Brooke muy callada y Charlie con Bonnie en el pecho. No pasó mucho hasta que Brooke le dijo que invitara a cenar a su novia esa noche. Mia no iba a estar y la casa estaría disponible para los tres. Charlie le replicó varias veces insistiendo que tal vez Raquel no podría ir, pero no pudo hacer que Brooke cambiara de opinión. Ella quería que fuera ya para que pasara rápido la molestia del pecho. Pero eso no se lo dijo. Charlie llamó a Raquel y él se fue a su departamento para arreglarse y pasar por ella. Brooke se quedó un rato mirando su ropa con una mano en el vientre y otra en el pecho.
Agarró un vestido negro con flores holgado que le llegaba un poco arriba de las rodillas, unas flats nude y se recogió el cabello de manera despreocupada. Fue a su joyero con un nudo en la garganta que le lastimaba más y más cada segundo. Sacó unas pulseras doradas y se las puso junto con una cadena en el cuello. Finalmente se soltó llorando. El nudo de la garganta le dolía mucho y las lagrimas salieron acompañadas de sollozos. Agarró la gota que colmó el vaso; la pulsera de Charlie. Esa pulsera de cuero negro que le había dado el día que le había dicho que estaba embarazada.
Se sentó en la orilla de la cama llorando con la pulsera entre las manos. Su bebé comenzó a patear, casi como obligándola a calmarse. Respiró hondo hasta que se relajó, se puso de pie y fue a arreglarse el maquillaje.
Odio a Brookeeeee
¿soy la unica a la que sus personajes toman vida propia? Pregunta seria
Como seaaaa new cap guuurrl

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Nuestro pequeño reino
RomanceBrooke y Charlie se odian, su enemistad es tan grande que ella solo fue a una fiesta a la cual no quería ir para hacerlo enojar un rato, desafortunadamente las cosas se les salieron de las manos y una mezcla de alcohol, una fiesta alocada, hormonas...