El punto de reunión sería en la casa nueva de Brooke con la excusa de que era una fiesta de inauguración, a pesar de que aún no planeaba mudarse. Cameron y Brooke llevaban planeando todo en secreto por un mes, había unos amigos de él que se llevaban bien con Mia. Era tarde, el sol no tardaría otra hora en meterse, Oliver la había mandado a sentar y él se estaba encargando de servir las bebidas.
Ahora que había subido de peso y su vientre se había inflamado mucho más en unas semanas, todos la trataban como si se fuese a romper al mover un dedo.
Ed se sentó a su lado, los dos en la barra de la cocina. Charlie sacaba la pasta del horno y Oliver preparaba unos tragos.
— No hemos tocado el tema— dijo Brooke en un susurro — Lo siento.
Ed le quitó importancia con un gesto y bebió de su margarita.
— Comienzo a superarlo— dijo y se puso de pie — Voy a socializar.
Brooke lo vio caminar al patio y como se golpeaba el hombro al salir. Se puso de pie y fue con Charlie, lo jaló de la mano un poco lejos de su hermano.
— Creo que Ed no se está tomando muy bien lo de Oliver— le dijo en un susurro.
— Va a estar bien, tranquila.
— Vigílalo ¿sí?
— Claro— le besó la frente y volvió a la cocina.
Mia ya estaba con Cameron y sus amigos afuera, todos hablando y riendo en espera de la cena, picando los bocadillos. Brooke ayudó a su novio a sacar la comida a la mesa del patio, Cameron se apresuró a ayudarla con la pasta y ella rezongó alegando. Cuando la comida ya estuvo servida, todos se sentaron a comer. Había nueve personas en el patio y solo una no sabía el verdadero motivo por el que estaban reunidos. Luces de navidad colgaban por encima de sus cabezas iluminando tenuemente la mesa con ayuda de otros focos en las paredes. La música era suave y tranquila, especialmente diseñada para que estuviera conformada con muchas de las canciones favoritas de Mia. El platillo era canelones de verdura, arroz con champiñones y puré de papá, todo vegano para Mia.
Brooke se sentó junto a Charlie y frente a Ed que removía el arroz desganado. Buscó su mano y la apretó haciéndolo voltear de golpe. Le sonrió y él de vuelta.
El sol comenzaba a meterse, Cameron buscó a Brooke y ella asintió emocionada. Cameron se limpió los labios antes de ponerse de pie y llamar la atención de todos.
— Primero que nada, muchas gracias a todos por venir, pero muchas muchas gracias a nuestra anfitriona Brooke, por prestarme su patio y por la comida, está deliciosa, y te lo dice un amante de la carne— habló Cameron, risas y un gracias gesticulado de la castaña — Todos saben a qué vienen, todos menos una persona muy importante que no comprende por qué estoy dando yo un discurso en un evento que no es mío— miró a Mia — Y es que esta reunión no es por Brooke o por mi... Es por ti, Mia.
Cameron salió de su silla haciendo que Mia lo siguiera con la vista, confundida. El chico miró a Brooke y ella sacó su celular para cambiar la canción. Fix you era la canción favorita de Mia.
— Muchos dirán que es apresurado, pero en estos siete meses y medio a tu lado me he sentido mucho más completo y feliz que nunca, alegras cada momento de mi día, me encanta estar a tu lado y jamás olvidaré la primera vez que tomé tu mano, quería hacer este momento especial, solo para ti, por eso arreglé todo para que fuera solo sobre ti, desde la música hasta la comida, porque me encantaría dedicar mi vida entera a ti— se arrodilló buscando en su chaqueta — Mia Jones... ¿me harías el honor de casarte conmigo?
Mia buscó la mirada de Brooke, tenía la boca abierta y su corazón iba a mil por hora. Brooke sonreía y asintió emocionada. Mia volvió a Cameron y asintió de igual manera.
— Sí— dijo con las manos en la boca — Sí, sí, sí.
Se puso de pie para brincar a su brazos y abrazarlo, mientras todos los presentes aplaudían. Cameron le puso el anillo y se besaron. Mia lloraba y reía. Todos se pusieron de pie para felicitarlos y entre el bullicio Brooke agarró el brazo de Charlie.
— ¿Dónde está Ed?
Solo quería dejar de llorar pronto para lavarse la cara, volver afuera y dejar de hacer todo sobre él. Ni siquiera sabía bien por qué lloraba. Solo sabía que sus ojos habían comenzado a picar y que necesitaba salir de ahí. Ni siquiera estaba tan borracho. ¿Solo estaba dolido, tal vez?
La puerta se abrió, miró al lado contrario, como si eso protegiera su identidad, sorbió su nariz frustrado pues no dejaba de gotear y talló sus ojos.
— ¿Ed, estás bien?
Sí, claro que sí. A veces se preguntaba si el universo se portaba tan bien con él para divertirse el doble haciendo que ese tipo de situaciones pasaran.
— Sí, solo son alergias— dijo poniéndose de pie.
Los ojos azules de Oliver lo miraban preocupado. Ed se miró por un momento en el espejo antes de voltearse por papel y ver que Oliver ya le extendía un poco, lo agarró mirándolo brevemente a los ojos y le dio las gracias.
— ¿Seguro que todo está bien?— insistió el castaño.
— Sí, solo... fue un poco emocional para mi— rodó los ojos tratando de quitarle importancia — Cosas de gays, lo normal, llorar por todo— suspiró y abrió la llave del agua.
— ¿En serio? porque si necesitas hablar-
— No nos conocemos de nada, ¿por qué hablaría contigo de algo que me hizo llorar?
Oliver frunció el ceño.
— Okay, lo siento, yo solo-
— No, yo lo siento— cerró la llave y se talló la cara para verlo — Me estoy portando como un adolescente molesto, perdóname.
— No te preocupes— volvió a la puerta — Pero la oferta sigue en pie, si necesitas hablar con alguien— le sonrió y salió del baño.
¿Recuerdan cuando dije que iba a actualizar más seguido? Buenas épocas.
Necesito unos consejos para el bloqueo de escritor, me pasa demasiado con esta historia, no sé qué es. Jelp.

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Nuestro pequeño reino
RomanceBrooke y Charlie se odian, su enemistad es tan grande que ella solo fue a una fiesta a la cual no quería ir para hacerlo enojar un rato, desafortunadamente las cosas se les salieron de las manos y una mezcla de alcohol, una fiesta alocada, hormonas...