Nuestro pequeño reino

27

30 de julio ( 30 semanas)

Charlie metía cajas al auto, una tras otra, mientras Brooke se agachaba por unas y Mia se las quitaba para moverlas ella. 

— Estoy embarazada pero aún puedo ayudar— se quejó Brooke.

— Te faltan dos meses y medio, yo te considero muy embarazada para ayudar a lo que sea— dijo la rubia. 

Charlie entró por más cajas y Brooke se sentó en el sillón con Bonnie a sus pies, la cual se paró inmediatamente y con su pelota en el hocico fue detrás de Charlie. 

— ¡Hasta Bonnie ayuda!

— Bonnie no está embarazada— dijo Charlie sonriendo. 

Brooke frunció el ceño y se cruzó de brazos. Una caja cayendo al suelo la hizo voltear y vio a Ed entrando a la casa, brincando las cajas y arrugando el ceño. La saludó y se sentó a su lado, Bonnie fue corriendo con él y le acarició la cabeza. 

— ¿Viniste a ayudar?— preguntó Charlie. 

— Claro que no, vengo a hablar de cosas importantes— le quitó importancia a Charlie y miró a Brooke — Mia y yo hablamos y necesitamos saber ¿qué tienes planeado para el baby shower?— preguntó con cierto acento agudo y sentándose de piernas cruzadas. 

Brooke apretó los labios, miró al techo e infló sus mejillas. 

— No estaba planeando hacer un-

— ¡Brooke!— la cortó el rubio aplaudiendo con un gesto — Debes hacer un baby shower, no, ¿sabes qué? tu no vas a planear nada, de todas formas Mia ya había empezado a arreglar todo. 

— Ed, gracias pero-

— De nada— la cortó y terminó la actuación — Solo lo hago porque sé que no quieres hacerlo— le dijo. 

— Te odio... Y fue ofensivo lo que hiciste.

— Lo sé, y no es ofensivo si yo lo hago, es ofensivo si alguien que no es gay lo hace.

— Así no funciona...

Ed se puso de pie y fue a la cocina, Brooke lo siguió y el rubio le sirvió a ella un vaso de agua también. Charlie anunció que iba a la casa nueva a dejar las cajas y que volvía en breve y salió de ahí. 

— Todo un caballero— dijo Ed irónico. 

— Sí lo es, a veces me asfixia, pero me encanta. 

El celular de Brooke sonó y ella fue a contestar, lo primero que dijo fue "¡Hola Oliver!" y Ed sintió un cosquilleó en el estomago. Se concentró en el agua en su vaso y en limpiar una manchita en la barra raspándola con la uña. No salió. Brooke colgó y Ed la miró. 

— ¿No te molesta que Oliver venga a ayudarme con unas cosas, no?— preguntó la castaña. 

— ¡Claro que no, tranquila!— dijo Ed y dejó el vaso en la barra, sobre la manchita — ¿Se llevan muy bien?— preguntó.

— Sí... Y es raro porque al principio pensé que lo iba a odiar, por ser hijo de mi papá con otra mujer y eso, pero de verdad lo quiero— dijo ella sonriendo. 

Ed no supo que decir así que se limitó a asentir y sonreír. Quería preguntar, pero sin ser tan obvio, necesitaba saber si sí o si no para alejarse o no, quería sacar la curiosidad de su sistema de una vez por todas, sino iba a explotar. 

— ¿Ya lleva mucho viviendo aquí no?— preguntó casual, raspando de nuevo la mancha.

— Algo...