Nuestro pequeño reino

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25 de Agosto (35 semanas)

La boda era en una semana, Mia estaba mas que estresada y no se tomaba ni un solo segundo para relajarse. Brooke estaba enorme, casi ni se podía mover y Charlie tenía que ayudarla a ponerse los zapatos. Cameron le había pedido a Ed y a Charlie ser padrinos en su boda, junto con otros tres amigos suyos, y habían aceptado, lo que significaba que tenían que ayudar a planear una despedida de soltero. Brooke ya había acompañado dos veces a Mia a probarse su vestido y ella seguía al tanto de su peso y medidas para no engordar, pues el vestido le quedaba a la perfección y no quería ni un solo contratiempo. Con la boda tan cerca y todo listo ya no le quedaba nada más que hacer, se sentó en el sillón de la sala, por primera vez sin estar rodeada de números de celulares de florerías ni revistas de novias, respiró hondo y se permitió quedarse dormida en el sofá. 

Y así como si nada, ya habían pasado cinco días y estaba a horas de caminar al altar y cambiarse el apellido. La boda sería en una iglesia y a unas cuadras estaba la recepción. Los vestidos de las damas; que eran Brooke, su hermana y una amiga de la universidad, eran de color casi dorado mientras que el suyo era blanco con champagne. Sus damas la ayudaron a arreglarse y a una hora de comenzar la boda, la dejaron sola. Su corazón latía desbocado, queriendo salir de su pecho, estaba emocionada y asustada. Había planeado todo tan rápido porque temía que si tardaba mucho se arrepintiera, y de verdad quería casarse con Cam. Ensayó sus votos por ultima vez, repasó todo en su cabeza y dio un ultimo suspiro antes de seguir a su mamá al pasillo. 

Se agarró del brazo de su papá, que le sonrió con ojos cristalinos y con esa sonrisa bobalicona que le había heredado. Su papá le repitió cuanto la amaba y cuan orgulloso estaba de ella, le dijo que si Cameron alguna vez la hacía llorar, él personalmente lo mataba, comentario que la hizo reír mientras iba por el pasillo. Cameron se veía tan guapo en su smoking negro, con su barba perfectamente arreglada, el cabello recién cortado y su sonrisa de emoción e incredulidad mientras seguía con la mirada a su novia por el pasillo. Mia se paró frente a él y movió los labios en un "te amo" silencioso que él respondió de con un "yo más" del mismo modo. 

Cameron había olvidado su votos, y fue obvio que improvisó. La parte favorita de Mia fue cuando dijo "Llevo buscándote por veintitrés años, creí haberte encontrado tantas veces, que cuando de verdad te encontré no podía arriesgarme a perderte" acompañado de su mamá sorbiéndose los mocos. Ella en cambio sí memorizó sus votos y rompió en llanto a la mitad, lo amaba tanto que necesitaba externarlo de alguna manera; llorando fue como escogió hacerlo.

El beso fue lo mejor, ahora estaban casados, nadie se había opuesto, estaban juntos en eso para siempre, como debía de ser. 

El salón de la recepción era enorme, principalmente por la pista, pues cabían fácilmente las casi doscientas personas y la tarima del DJ. El padrino, mejor amigo, de Cameron dio un discurso que hizo reír a algunos, menos a Charlie, que lo odiaba sin motivo aparente, y los novios tuvieron su primer baile para abrir la pista.

Ya era tarde, Charlie y Peter habían ido por bebidas y Brooke y Ed estaban sentados en una mesa. Brooke quejándose de sus pies y Ed mirando su celular. 

Charlie pidió tres cervezas y una limonada, se apoyó en la barra y miró a su hermano. 

— Deberías ir por alguna de las damas— le dijo Charlie — Menos Brooke, obviamente. 

— Obviamente— dijo Peter rodando los ojos — La morena tiene novio y Tina se fue con el padrino... ¿Es un cretino, no?

— ¡Sí! Gracias, todos dicen que son celos, pero no, sí es un idiota— Se dio la vuelta para agarrar las bebidas — Voy a llevarle la limonada a Brooke y te quiero en la pista de baile buscando novia— le dijo avanzando a la mesa.