— ¡¿Es que te falta materia gris, verdad?!— exclamó Ed desviando la mirada de la calle, hacia su amigo.
Charlie iba en el asiento del copiloto mordiéndose el interior de la mejilla y sosteniendo un papel ensangrentado en su nariz. Brooke y Oliver iban atrás en silencio.
— Si Peter no hubiera estado tan borracho te mataba, ¿qué estabas pensando?— se detuvo en un alto y lo miró enojado — Cierto, ¡No piensas! Cedes ante la mínima provocación...
— No eres mi papá, deja de actuar como él— murmulló mirando a la ventana.
— Pues actuar como tu amigo no funciona y tu papá parece que nunca se preocupó mucho por enseñarte que si alguien te provoca, te alejas, ¡No lo golpeas!
— ¡Eso no es de hombres!— Gritó volteando el rostro para encararlo.
— ¡Eso es de niños!
El semáforo cambió, pero Ed no se movió. No había gente en la calle, de todas maneras. Inhaló hondo mirando al frente y soltó el aire viendo sus manos en su regazo.
— Eres un adulto, vas a ser papá, y te recuerdo que Brooke casi pierde al bebé una vez— miró a Charlie cuya cara se contrajo por un segundo en una mueca de pánico, preocupación y miedo — ¿Qué hubiera pasado si esto le hubiera causado otra complicación?— Charlie bajó la mirada y vio por el rabillo del ojo a la castaña que iba abrazada a su hermano — Debes comenzar a pensar como adulto... O a pensar, simplemente.
Condujo en silencio hasta la casa de Brooke y cuando llegó se estacionó al frente para apagar el motor. Brooke le dio las llaves y Ed bajó rápidamente, rodeó el auto para ayudar a Charlie a bajar sin caerse y lo llevó hasta la puerta. Lo dejó recargado contra la pared y abrió la casa, lo llevó al sofá y lo dejó que se tirara en él. Volvió al auto y vio a Oliver ayudando a Brooke. Entró detrás de ellos, cuando ellos iban a la mitad de las escaleras ayudó a Charlie a subir. Brooke se acostó en su habitación y Charlie en el cuarto de invitados.
Ed y Oliver bajaron a la cocina, les llevaron agua, aspirinas a Charlie y un pastelito a Brooke. Volvieron a la cocina, Ed se sirvió agua en un vaso y otro para Oliver. El rubio se empinó el vaso y lo dejó en el lavabo, se mordió el labio con la mirada perdida a la puerta de la entrada y las manos de Oliver en sus hombros lo despertaron obligándolo a encontrarse con el azul de sus ojos.
— Lo manejaste muy bien— le dijo sonriendo un poco.
— Lo sé.
Oliver rió. Lo soltó y dio unos pasos para quedar a su lado, recargando sus manos en el lavabo.
— Me la estaba pasando muy bien— le dijo mirándolo.
— Yo también— Ed sonrió, de nuevo con sus manos hormigueando.
Movió un poco sus dedos para que se tocaran en la barra, sin romper el contacto visual y sin borrar su sonrisa. Pudo notar el movimiento de los ojos de Oliver desviándose a sus labios. Él hizo lo mismo. Fue rápido en sus movimientos. Ya no quería dudar. Su mano fue al costado del rostro de Oliver y se inclinó para besarlo. Por un momento pensó que moriría, porque su corazón se brincó un latido pues finalmente lo estaba besando, luego otro porque Oliver no reaccionaba. Pero la vida volvió a su cuerpo cuando la mano del castaño fue a su nuca y movió su boca para corresponderlo. Cerraron los ojos y se dejaron guiar por sus movimientos nerviosos.
Se separaron sin dejar de tocarse, solo para seguir con las miradas perforando los ojos del otro. Ed sonrió y fue el primero en soltarlo. Volvieron a sus posiciones de antes en silencio, con sus dedos tocándose y desviando las miradas al techo y al suelo. Ocultando sonrisas.
— Ya es tarde— dijo Ed dando un brinco hacia el frente y buscando un reloj imaginario en su muñeca — ¿Te vas a quedar?
— Sí, yo los vigilo, tranquilo— Oliver se quitó el flequillo de la cara.
— Me preocupa Brooke, cuídala— dijo buscando las llaves del auto en su saco y corriendo a la otra orilla de la barra al verlas allá — Vuelvo mañana en la mañana a llevarme a Charlie, llámame cualquier cosa, en serio.
Caminó a la puerta mientras hablaba y Oliver lo siguió con las manos en las bolsas.
— Cualquier incomodidad de Brooke, va directo al hospital, de verdad y-
— Tranquilo— lo cortó Oliver — Somos adultos, van a estar bien, en serio— Volvió a agarrarlo de los hombros, pero esta vez sus manos bajaron por sus brazos hasta sus manos.
Ed miró sus manos fijamente y solo miró a Oliver cuando este levantó sus barbilla con su mano.
— Todo va a estar bien.
Le creyó.
Sonrieron.
— Bueno... Ya me voy— pero no se movió.
— ¿Y si te quedas?— la mirada piadosa de Oliver casi lo convencía.
— No puedo, no hay lugar, y solo necesito que cuides a Brooke, Charlie va a estar bien.
Oliver asintió. Los dos sabían que tenían que dormir lejos el uno el otro para procesar todo y que su cerebro lo convirtiera adecuadamente a memoria de largo plazo.
— Ya me voy.
— Mhm.
— ...Adiós.
— Hasta mañana.
— Hasta mañana.
Se soltaron las manos. Ed salió de la casa con un paso para atrás, llevó su mirada a la ventana al lado de la casa y cuando iba a decir algo del clima, los labios de Oliver se estrellaron delicadamente con los suyos. Solo fue un momento, pero fue suficiente.
AHHHHHHGGGG
Mi bloqueo me consume. Mi relación de amor-odio con esta historia está llegando a afectar mi vida. Y creo que me convierto en Charlie, amixes... No está padre.
ANYWAY... ¿tengo su aprobación en el shipp? es la razón principal por la que no publicaba nada, hice otros capítulos, aún no sabía si sí los quería juntos, de cierta manera era un poco obvio, pero EN ESTA CASA NOS GUSTAN LAS COSAS OBVIAS.Comienzo a externarme. ¿Cómo están? ¿Cómo les va? Llevo todo el día sin hablar con alguien en persona JA, pero estoy excelente. losamoalvahhhhhhg.
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Nuestro pequeño reino
RomanceBrooke y Charlie se odian, su enemistad es tan grande que ella solo fue a una fiesta a la cual no quería ir para hacerlo enojar un rato, desafortunadamente las cosas se les salieron de las manos y una mezcla de alcohol, una fiesta alocada, hormonas...