3ra Temp. TERMINADA Me enamore de un criminal Jungkook & tú

Capítulo 2 . • 4 Temporada

Se que tienes muchas preguntas sobre esto.- Dijo volteando a verme.
Por qué no me dicen lo que pasa, por qué me tenían ahí encerrada ?- Paramos en seco, pasamos un tiempo en silencio.
Yo no te lo puedo decir. - Agachó la cabeza y comenzó a caminar.
Me quedé parada mientras las gotas caían en mi cara.
¿Jungkook está muerto ? - Pregunté y Yuna se detuvo pero esta vez no volteó.
¿Murió ? - Volví a preguntar desesperada.
Camina _(TN) se hará tarde.- Dijo y comenzó a caminar, mientras sacaba un cigarrillo.
Empecé a sollozar, miré a mi alrededor, solo había árboles. Dónde carajo estaba, no podía ver más que solo árboles. La lluvia empezó a ser más fuerte, tuve que caminar.
La chamarra no era lo suficientemente caliente para mantener mi calor corporal así que puse mis brazos alrededor de mi torso. Podía ver una casa de dos pisos igualmente de madera, tenía un buen aspecto.
Ví que había más personas adentro, me apresuré para alcanzar a Yuna, cruzamos un puente de madera.
Subimos unas escaleras que conducían a la entrada. Olía a comida y a café. Un olor demasiado bueno.
Tocó la puerta fuerte y enseguida abrieron.
Era Mark quien habría
Mark .- Me sorprendió verlo pero él a mí no, todos se comportaban de manera extraña.
Al entrar había una sala y enseguida estaba la cocina, ahí se encontraba un hombre alto y de piel oscura.
Reconocí a Nam, estaba sentado viendo un mapa enorme, tomando una taza de lo que suponía era café.
Alzó la vista y me vió.
Fue el único que sonrió, no pude evitar que salieran lagrimas, se levantó y fué conmigo para abrazarme.
Te dije que no fueras tan dura con ella- Regañó a Yuna y puso su mano sobre mi cabeza. - Necesito hablar contigo pero quiero que estés tranquila, quieres comer?- Se separó de mí y fué a donde estaba.
Me quedé parada en el mismo lugar y miré a mi al rededor.
Estaba decorada, podía verse polvo en las fotografías de los paisajes que estaban en las paredes.
¿Desde cuándo estamos aquí? - Mire a Nam.
Todo a su tiempo _(TN).- Dejó la taza y me señaló un sillón color azul que estaba frente a él.
Caminé y me senté, mis manos sudaban presentía algo muy feo.
Te irás mañana por la mañana, saldrás con Mark pero después se van a separar.- Me explicaba detenidamente. Lo interrumpí.
¿A dónde vamos ? - Pregunté apretando mis puños.
Sigue escuchando- Dijo molesto.- Te daré varias instrucciones, esto es muy peligroso y necesito que lo sigas al pie de la letra. Si te descubren, todo ésto se acabó...
Nam siguió hablando cada vez me hacía más preguntas pero no las hacía, lo mejor era hacer lo que ellos me decían. Confiaba en ellos.

AL DÍA SIGUIENTE
Tenía las instrucciones claras, las repetía una y otra vez en mi cabeza. No podía fallar, ningún error.
Estaba sentada en la orilla de la cama viendo mis zapatos. Me dieron un suéter blanco, pantalón color miel y tenis blancos. Me sobresalté por Mark que abrió repentinamente la puerta.
Es hora.- Nos miramos durante un rato. Me levanté y fui con detrás de él.
Yuna y Nam no estaban. Bajamos y mark me señaló enfrente.
Bajaremos por ahí.- Solo había árboles y más árboles. Quién se creía no iba a caminar por ahí.
Me voy a ensuciar.- Dije indignada, crucé mis brazos.
No te estoy preguntando.- Se acercó peligrosamente haciendo que me echara para atrás.
Comenzamos a caminar mientras nos sosteníamos de las cortezas de los árboles, mis zapatos de ensuciaban más. Al principio creía que me llevaría a la nada, el paisaje se veía aterrador no pude evitar recordar cuando estaba secuestrada, tenía casi la misma vista. Neblina y de madrugada con ese horrible frío que recorría todo mi cuerpo fue espantoso. Después de media hora de caminar se podía ver una avenida, la neblina se estaba quitando poco a poco.
Llegamos.- Miró a los dos lados y cruzó. Apresuré el paso para no quedarme atrás.
Cruzamos y ví una camioneta blanca. Subimos a la camioneta y me tendió una botella de agua junto con un pañuelo.
Limpiate.- Me ordenó y lo hice.- ¿Si recuerdas todo verdad?-
Me miró, sin mirar por donde conducía, solo asentí.
Avanzamos sobre carretera se estaba haciendo de día, podía ver las casas que se veían desde la montaña. El sol aún no salía pero estaba por salir. Miré mi reflejo en el espejo del auto, no parecía la misma. Mark se detuvo en un estacionamiento de un restaurante cerca de la estación de tren. Me llené de adrenalina por lo que iba a hacer.
Recuerdalo _(TN).- Me advirtió y salimos del auto.
Al bajar se sentía un horrible frío, mark también lo notó y me sonrió.
Debemos comprar chaquetas.- Le sugerí mientras frotaba mis manos.
No tengo tanto efectivo.- Abrió la puerta del restaurante, era pequeño pero con calefacción. Nos sentamos en una mesa que daba hacia afuera. Desde ese momento comenzaba todo, tenía que ser muy cuidadosa. Pedimos y comimos en silencio. Se notaba la tensión, no sería capaz de hacerlo pero tenía que intentarlo. Por Jungkook. Cuando pagamos salimos y mark me agarró la muñeca.
Ven no aguanto este frío. - Entramos a una tienda de ropa y compramos una chaqueta.
Vamos tienes que estar antes de que llegue el tren. - Me quitó lo que había escogido y pagó. Yo me salí y caminé hacia el auto. El sol ya estaba saliendo había más luz pero poca gente caminando, me salía vapor de mi boca. Mis manos estaban congeladas, me recargué en el auto mirando hacia la estación observaba a la gente.
Sonó la alarma del auto y me giré, entramos al auto y saqué la chaqueta negra.
Los guantes son tuyos.- Me los puse de inmediato.
Gracias.- Encendió el auto, me acomodé en el asiento y miré por la ventanilla.
Se estacionó en la estación de tren. Se escucharon los altavoces que decía las salidas de los trenes y sus destinos.
Es el mío.- Suspiré mientras sujetaba la puerta con fuerza.
Puedes hacerlo, has hecho mucho puedes con esto.- Me animó mark, nos sonreímos. Salimos del auto y me ayudó con las maletas. Al entrar había gente de un lado a otro, me vino un mareo repentino. Tenia dos boletos pero tengo que comprar uno más.
Me voy, tengo cuidado.- Me abrazó y dió un beso en mi cabeza.
Lo haré. Tú igual.- Le sonreí y tomé mis dos maletas. Al comprar el boleto fuí a sentarme afuera, tenía que entrar primero a como diera de lugar.
Mi tren era el primero del día, se escuchaba su maquinaria acercarse, me levanté con las piernas temblorosas. Cuando llegó tardó un poco en abrir, me sitúe en la puerta hasta que se abrió dejando un sonido sordo.
Le puedo ayudar señorita?- Se acercó un trabajador
No gracias.- Tomé las dos maletas y subí, el hombre se quedó abajo. Caminé rápido hacia la izquierda, las cortinas estaban abiertas. Puse el boleto que compré en su asiento y me moví de ahí, caminé en otra dirección y dejé otro boleto. Estaba apunto de bajar.
Ya no puede bajar señorita.- Me detuvo otro hombre, me quedé parada viéndolo.
Es que me equivoqué, tengo que estar en el otro vagón.
Nam me dijo que nadie podía detenerme.
Necesito que me muestre su boleto.- Extendió su mano y se lo dí.- Puede bajar.
Al llegar a mi asiento subí las maletas con un poco de esfuerzo, realmente no había mucho ahí. Me senté y cerré las cortinas. Me quité la chaqueta y miré el menú impaciente. Ya había comenzado esto y estaba llena de adrenalina.