3ra Temp. TERMINADA Me enamore de un criminal Jungkook & tú

Capítulo 9 • .4 Temporada

Hay algo raro.- Dijo Jin mientras apretaba botones en la computadora.

Qué pasa.- Dijo Mark.

Parece que hubo un problema con el auricular de _(TN).- Los dos se miraron en silencio.

Intenta comunicarte con Yuna.- Mark rodeó la mesa y empezó a marcar números.

Surgió algo, los necesitamos aquí ahora.- Decía mientras apretaba el cable del teléfono.

Están prendidos.- Dió un pequeño brinco Jin en la silla que se encontraba sentado.

Algo le pasó al auricular de _(TN).- Miro mark a Jin. - Espera, carajo espera Nam

Jin palideció.

No responden. - Jin se quedó quieto.

Vengan rápido.- Dijo mark y colgó.

Se llevó la manos a la cabeza, levantó la mirada encontrándose con la de Mark.

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Ya tardó.- Yuna golpeaba la ventanilla con un dedo repetidas veces.

Iré a ver.- Yuna lo sujetó.

Quédate y les avisaremos. - Lo sujetaba por el brazo.

Avisa yo iré a ver.- Estaba saliendo del auto cuando Yuna vio un hombre con capucha negra acercándose.

Tomó rápidamente su arma, soltandolo.

Mark!- Alguien había abierto la  puerta  donde se encontraba Yuna.

Golpearon a Yuna en la cabeza dejándola inconsciente sobre el asiento.

Kris no pudo hacer nada, había dos hombres apuntandolo. De pronto se acercó una camioneta y lo subieron. Encontró a _(TN) tirada en la parte de atrás, su respiración era lenta. La cabeza de Kris golpeó con la ventanilla, lo sujetaron de las manos, torso y pies. Después lo drogaron.

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Cuando llegamos al lugar donde habían estado Yuna Kris y _(TN) solo estaba Yuna. Tenía una herida en la frente donde tenía sangre seca.

Golpeé el auto, sentía mucha furia. No solo tenían a mis hijos ahora a mi esposa.
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Desperté, estaba en un tráiler...

Tenía sujetadas mis manos y mis piernas.

Otra vez no.- Empecé a tirar de mis manos, era inútil. Estaba sujetada con cadenas, imposible romperlas.

Detente.- Me giré para ver, era Kris. Instintivamente sonreí. - Tienes que tranquilizarte, solo eso. Piensa las cosas.

Me sonrió. Le devolví la sonrisa.

De pronto se abrió la gran puerta dejando ver luces artificiales. Entraron 4 hombres armados, todos cubiertos con máscaras impidiendo ver si eran hombres o mujeres.

Kris me miró, se notaba como su mandíbula se tensaba. Los hombres me levantaron, uno de ellos me desató las piernas y los pies. Me bajaron junto con Kris. Teníamos a dos hombres a nuestro lado. No podía reconocer en donde estaba.

Cuánto tiempo pasó.- Susurré y miré a Kris.

No lo sé, guarda silencio.- Habló mientras sus ojos iban de un punto a otro.

Mis músculos se tensaban, me preguntaba por qué mi vida tuvonque cambiar así. ¿Y mi padre?
Fijé mi mirada al frente, realmente no sentía nada. Solo estrés por no saber de mis hijos.

El lugar era rodeado por árboles, gigantes, podría apostar que estábamos en un punto que sería difícil de localizar. Ellos mismos se instalaron ahí, había un límite que lo hacían las piedras grises y manchadas de lodo.

Nos detuvimos y enseguida un hombre se acercó con dos pañuelos.

Kris.- Me alteré. -¡Kris!

_(TN) tranquila, estoy aquí.- Decía con la respiración agitada.

Kris.- No dejaba de decir su nombre era la única persona que me mantenía cuerda en este momento.

Me tomaron por los brazos y colocaron el cañón de la pistola en mi espalda, tantas veces las utilicé que ahora con los ojos vendados pude reconocer la silueta hermosa de su cañón.

_(TN).- Escuché la voz de Kris.

Kris.- Respondí al instante.

Tranquila saldremos...- su frase fue interrumpida por un gemido.

Kris! - Grite mientras trataba de sacarme a los tipos de encima pero me golpearon en el estómago donde tenía las heridas que estaban cicatrizando.

No escuché nada más de Kris solo sentía como colocaban un pedazo de tela en mi nariz. Reconocía bien ese olor. Tomó unos segundos para que mi cuerpo se derrumbara y perdiera fuerza.

Mi cuerpo recibió un dolor horrible en los huesos, sentía como se congelaba mi cuerpo por unos instantes y volvía el dolor.
Desperté por el agua helada que me aventó un hombre, fuí inconsciente de la posición en la que estaba.

Había una luz deslumbrante frente a mi que me impedía ver más allá del cuerpo del hombre. Mis manos estaban atadas por arriba de mi cabeza con una cadena que estaba provocando que mi piel se tornara morada y roja. 

_(TN) hija.- Su voz hizo que me quedara  helada.

No es cierto.- Apenas pude pronunciar las palabras, mi cuerpo estaba congelado. - No me digas así, tú no eres mi padre, no lo eres.

Lloraba desconsolada, rogando que está pesadilla terminara que me matara de una vez. Es la peor traición.
Tenían razón cuando hablaban de mi padre.

Nunca me gustó decirte así debo confesar.- Habló mi padre que se ocultaba detrás de la luz.

Volví a mi transe, de pronto escuchaba un sonido agudo y mi visión era borrosa.
Mi padre me causó esto, no... El no es mi padre.

Viví bajo el mismo techo durante años  con el mismo Lucifer, el que arruinó lo vida.