Lo que me faltaba

Confusión

Hoy no iba a ser un buen día. Ese fue el primer pensamiento de Craig Tucker al despertarse, no había ninguna razón en especifico y a la vez había un montón de razones como por ejemplo su dolor de cabeza punzante en la nuca, no sabía con exactitud la razón ya que el moreno había dormido bien, pero eso poco importaba, le explotaba la cabeza y eso le ponía de muy mal humor.

El día también fue otro factor importante, no era raro el mal clima en colorado, pero la lluvia siempre era una joda para Craig cuando tenía que salir, y quizá la razón más importante: Se le hizo horriblemente tarde.

Consideró quedarse en el apartamento al notar que ni siquiera Clyde se hallaba ahí, pero suspirando recordó que hoy habría revisión de proyectos en física, si faltaba era hombre muerto, con un suspiró de arregló lo más pronto posible, ni siquiera se molestó en arreglar su cabello azabache, de todas maneras, quedaría oculto en el chullo. Por supuesto no tomó el subterráneo, en vez de eso agarró su automóvil que ya tenía tiempo de estar allí y se dirigió con velocidad a la universidad.

Justo como previó, como si fuese un profeta el día fue una absoluta mierda, las clases eran aburridísimas ¿Por qué coño metió astrofísica? Era más filosófico que otra cosa, Craig juraba que, si tenía que analizar de nuevo la nada una vena estallaría en su cerebro, de hecho, a este paso lo haría, sentía como palpitaba.

—¿Estas bien Craig? —escuchó preguntar, se volteó para buscar al responsable de esa voz con toda la intención de que se metiera en sus jodidos asuntos, pero al ver que era ese amigo de Clyde... Token, su ira se disipó un poquito, era más soportable que el castaño, mucho más.

—En realidad me explota la cabeza— admitió en un murmullo, no le gustaba mostrar debilidad ante las personas, tal vez fuera un cínico hijo de puta, pero aun era un humano y sufría de males como cualquiera, sin embargo, con su gran orgullo admitirlo era mil veces más difícil que para alguien promedio.

—¡Oh! Lo siento— respondió con sincera pena, luego como si se hubiera iluminado agregó— tengo unas aspirinas en mi mochila ¿Las quieres?

—¡Dios sí!

Después de eso su día fue un poco más ameno, cuando tu cabeza no está amenazando con morir repentinamente, escuchar a los imbéciles chicos hablando de a quien se cogieron la semana pasada o acerca de el nuevo show de x persona, era más soportable, además ahora que podía centrarse en la catedra de los profesores se dio cuenta que no estaba tan mal, unos eran más aburridos que otros, pero era soportable.

Aunque eso no le salvó de lo que estaba ocurriendo desde hace un par de semanas: su cabeza se desviaba a temas sin mayor importancia como si hoy se viesen las estrellas o si estaría demasiado nublado, y sí, usualmente se desviaba recordando pasadas conversaciones con Tweek ¿Cuál era la razón? Craig no lo entendía simplemente había algo que le intrigaba del chico, como si hablara entre frases, entonces Craig pasaría más tiempo del que él mismo quería admitir tratando de descifrar el supuesto código entre frases.

Una vez que su cabeza estuvo completamente libre de dolor sólo quedó un leve aturdimiento, nada que Tucker no pudiera combatir, y eso era una suerte porque la clase que le tocaba en esos instantes era física, y no es que Kyle no tuviese el don del habla, simplemente no se fiaba demasiado del amigo de Stan y prefería estar en sus cuatro sentidos cuando el profesor les cuestionara algo sobre la investigación o aconsejara sobre un enfoque o aspecto.

Sin embargo, su cadena de pensamiento se vio interrumpidas por unos gritos a lado de su silla de una voz que conocía muy bien, tan sólo recordar las veces que lo había oído gritar "culón" le daba jaqueca nuevamente, Kyle estaba gritando al teléfono como loco.