Tormenta (Parte I)

3.9K 689 547
                                    

Craig alguna vez escuchó acerca de cómo los animales suelen tener alguna especie de autodefensa.

Los gruñidos, los ojos peligrosos, las posturas amenazantes y autoritarias, en palpitante competencia.

Todo aquello lo hacía sentir enormemente identificado con la situación que estaba presenciando en esos instantes.

El azabache podía jurar sentir a través de sus propios poros la hostilidad y la espesa tensión emanada tanto por Tweek cómo por parte de su padre.

Como dos lobos rabiosos desafiándose, a punto de atacarse.
Realmente, a Craig ya no le parecía tan buena idea estar ahí.
Sin embargo, estaba la otra parte de Craig. Un lado mucho más fuerte en él que lo mantenía en su lugar, completamente cedido, al costo que fuera por proteger a su chico.

—¿Quién es el muchacho? —el padre de Tweek se quejó, refiriéndose directamente a Craig, demostrando no tener ni la más mínima intención de disimular su clara molestia ante su presencia. Ante esto, Craig no pudo evitar tensar su mandíbula, tratando de controlar su rabia prematura—. Tweek, creí que Red te había avisado sobre esto. Realmente esperaba a que pasáramos un buen tiempo de calidad.

El rubio soltó una risotada amarga, cómo si ya hubiera escuchado miles de veces ese tono de reproche.

—Red me avisó, pero yo ya había invitado a Craig a pasar el fin de semana aquí.

—Oh —trató de amenizar su madre con un forzado tono dulce. Craig sintió su índice de glucosa subir de una manera para nada agradable, su familia siempre se había caracterizado por ser siempre directa y aquél extenso rodeo lo estaba irritando—. No sabía que tenías un amigo tan cercano, cariño...

—En realidad —corrigió Tweek al instante—. Craig es mi novio, y no se han presentado con él. ¿Qué pasa con los modales?

Su padre chasqueó la lengua, haciendo un vano intento de encubrir su expresión de disgusto, mientras que su madre sólo lo veía atónita.

—Ah —murmuró ella, confundida—. Vaya, entonces... Me alegra que estén juntos, Craig. Soy Helen Tweak —balbuceó, claramente incómoda.

—Richard Tweak —fue simplemente lo que dijo el padre de Tweek estirando la mano, Craig fue a estrecharla para darle un apretón firme. A pesar de que el moreno era mucho más alto que adulto, no pudo evitar sentirse de como un niño nuevamente—. Pocas palabras, ¿eh? Supongo que eso es bueno, ya que Tweek nunca deja de hablar y hacer sus dramas.

Craig pudo notar el tic en el ojo del pecoso mientras se apresuraba en abrir la puerta del departamento, el moreno no pudo evitar sentirse algo consternado.

¿De verdad su propio padre se expresaba así de él?

Puede que el padre de Craig no estuviese de acuerdo con su relación con Tweek, pero estaba bastante seguro de que jamás se referiría así de él.

Cuando Tweek por fin abrió la puerta, (Craig notó que tardó más de lo acostumbrado debido al temblor de sus manos) sus padres no aguardaron ni un segundo en adentrarse y tomar lugar en los sofás.

Craig aprovechó ese momento en tomar la mano del rubio y darle un suave apretón reconfortante, Tweek sonrió a su dirección agradecido.

—Tweek —Richard lo llamó sin vacilar.

—Papá.

—Sabes que no te buscaría si no fuera por algo importante. Fuiste muy claro... Esa vez —el moreno pudo sentir los nervios acoplarse en su interior ante la falsa expresión carismática de Richard, no obstante, antes de poder dar otro apretón a la mano de Tweek, éste se soltó y se cruzó de brazos, desafiante—, estás de vacaciones y ese tipo, Nathan, ha renunciado a la cafetería. Necesitamos colaboración rápidamente y tú ya conoces cómo funciona esto, por lo que no perderíamos tiempo en la capacitación.

Lo que me faltabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora