Lo que me faltaba

Tiempo Juntos

Lo que despertó a Craig fue la incomodidad de sentir peso en una parte de su cuerpo y algunas de sus extremidades dormidas, que rogaban por ser movidas o liberadas de aquel peso. Parpadeó para notar que la luz de la mañana había sido sustituida por una luz que anunciaba la tarde del día, la segunda cosa que lo despejo de su sopor fueron unos pequeños maullidos y sonidos de garras tratando de abrir la puerta de la habitación cerrada ¿Un gato?

Eso le hizo caer en cuenta que no estaba en su casa, por supuesto que no, llegando a esta revelación recordó haber ido a casa de Tweek y ayudarlo a dormir, pues lo hizo tan bien que él también sucumbió ante el sueño, una vez aclarado ese hecho paso a ver el peso que tenía en su costado, que ahora por supuesto que sabía de qué se trataba.

Tweek estaba durmiendo pacíficamente con su cara enterrada en el cuello del moreno, Craig notó como sus piernas se entrelazaban con las de él, por la posición pudo suponer que lo sostenía contra él mientras dormía, a pesar de sentir que su cuerpo le pedía a gritos cambiar de posición no pudo hacerlo. No cuando estaba seguro de que eso despertaría a Tweek y se escuchaba su respiración tan pacifica, definitivamente no podía despertarlo de su sueño.

Craig de pronto se encontró preguntándose cómo se vería el rostro de Tweek dormido, ya que lo tenía en su cuello no podía verlo, pero si iba a permitirse ser sincero, para él seguramente se vería... puro. Porque sí, Tweek tenía un rostro angelical que usualmente tenía una expresión de picardía o nerviosismo, pero, así como debía estar ahora... tan tranquilo. Craig sentía nerviosismo ante las ideas que le estaba dando su cerebro, suspiró con indecisión mientras colocaba su brazo con inseguridad y algo de incomodidad en la cadera del rubio; como si fuera una broma del destino Tweek se acercó mucho más a él (si es que eso era posible) podía sentir la nariz del rubio rozando el lóbulo de su oreja, el moreno reprimió un gritillo.

Si Tweek era sensible en el vientre entonces podríamos decir que Craig era sensible cuando se trataba de sus orejas, respiró profundamente tratando de relajarse una vez acostumbrado al toque de la nariz del pecoso, se dio cuenta que él mismo había relajado el brazo que se hallaba en la cadera ajena. Se sentía bien... como si estuvieran en una burbuja sólo ellos dos, nada más existía alrededor, parecía que las cosas estaban encajando a la perfección, como una pieza de rompecabezas.

Craig se volvió a permitir cerrar los ojos aspirando el aroma del hombre a su lado a la vez que sus sabanas, olían a café (no le sorprendía a este punto) y a hierbas, le gustaba, le gustaba demasiado...

—Ngh— un pequeño gemido interrumpió a Craig mientras dormitaba, abrió con pesadez un ojo cuando sintió que el menor se revolvía contra, su piel era suave, se dio cuenta el moreno al notar que se había quedado dormido sin camisa —Mi cabeza...—murmuraba el rubio.

—¿Tuviste una buena siesta? —preguntó Craig mientras se desperezaba, un pequeño grito salió del rubio quien olfateaba asustado.

—¡Craig! ¿Qué haces aquí? —exclamó asustado, para después fruncir el ceño— oh... no fue un sueño entonces...

—¡Aw! Sueñas conmigo— se burló el moreno recibiendo un golpe en el hombro como respuesta, Craig se sobó, lo cierto es que Tweek tenía buena mano cuando se trataba de golpes, el moreno sabía que fácilmente Tweek era capaz de romperle la nariz con un puñetazo bien dado.

—¡¿Por qué carajos viniste aquí en primer lugar?! —preguntó Tweek indignado, el moreno desvió el rostro mientras se ponía a la defensiva.

—Kyle me dijo... además parece que necesitabas un descanso.

La mueca que hizo el rubio casi fue graciosa, casi, pero Craig no quería reírse pues sabía que eso le daría otro golpe, en su lugar simplemente decidió explorar un poco más a fondo la habitación del rubio y no el pecho desnudo de este.