Craig sentía que había pasado una eternidad.
Los brazos de Tweek lo sujetaban con fuerza, ocultándose en su pecho, recargando su peso en él.
Comenzaba a resentirlo.
Aunque en realidad, toda su mente estaba resentida, llena de profundo desconcierto e incertidumbre.
Estaba molesto.
Craig no era una persona compasiva, y mucho menos, el consolar no era lo suyo.
En realidad, sólo lo había intentado con Tweek en alguna ocasión por solamente ser él. Sin embargo, el enojo se encontraba presente.
¿Por qué tendría que aguantar esos tratos? En situaciones normales mandaría a tomar por culo a cualquiera que lo tratara de esa manera.
Pero era Tweek del que se estaba refiriendo, su Tweek.
Y era débil ante él.
El chico rubio se removió entre sus brazos, dando la cara por primera vez en ese lapso. Su aspecto era desastroso, sus ojos rojos e hinchados, producto del llanto, su cabello hecho un desastre.
Pero ese sólo era su lado exterior, algo en él trasmitía mucho más pesar.
—Creo que... deberíamos comer algo —dijo con lentitud—. ¿Qué te parecen aquellos brownies que hicimos?
El moreno se iba a encoger de hombros como respuesta, pero Tweek no le vería, así que tendría que tragarse su orgullo y hablar.
Suspiró a sabiendas de que el chico estaba tratando de disculparse y hacer las cosas menos incómodas.
Craig debía hacer lo mismo.
—Claro.
No pudo haber comida más incómoda para Craig hasta ese entonces, él se removía con incomodidad sobre su asiento mientras Tweek trataba de entablar algún tipo de conversación.
El moreno inconscientemente la cortaba, parte de él estaba recelosa, como si temiera que el rubio pudiese volver a explotar y gritarle.
Temía ser lastimado de nuevo.
—Craig, ¿te gustaría que toque una...?
—¿Puedo encender la televisión? —cortó abruptamente, para después arrepentirse. La cara del pecoso decayó, volviéndose más triste de lo posible.
—Claro, ya sabes dónde está el control.
Si el día de ayer le hubiesen preguntado a Craig cómo se imaginaba su fin de semana, definitivamente su respuesta no sería lo que estaba atravesando en estos momentos. Fingiendo ver Red Racer mientras que Tweek se hallaba lejos de él junto a Stripe en el piano, probablemente componiendo.
Craig se preguntó qué habría pasado si hubiera aceptado la propuesta de Tweek en vez de fingir que nada pasaba.
Pero sí que pasaban cosas, y no importa cuánto intentara ocultarlo Tweek, cuánto negara lo que pasaba con sus padres.
Esto seguía allí y Craig no era alguien que se hiciera de la vista gorda.
Ante eso no podía seguirle el juego a Tweek, por supuesto que estaba preocupado, pero si el rubio no quería aceptar su ayuda, no había mucho que pudiera hacer.
No obstante, él no se haría el desentendido ante aquello.
Sin embargo, la parte egoísta de Craig deseaba simplemente poder regresar al día de ayer y acurrucarse y hacerse mimos con su novio. El moreno era un chico simple, y un ser humano; también le gustaba ser cuidado, mimado y acariciado.
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Lo que me faltaba
FanfictionCraig Tucker es un maldito insensible incapaz de sentir algo por alguien, pero eso cambia cuando conoce a Tweek al que también le falta algo. ¿Podrán complementarse el uno al otro? ¿Serían la pieza que le faltaba al otro? Créditos de la imagen de p...