Esto debe ser una pesadilla I

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Después de semejante ataque de pánico, Craig fue sacado de la habitación para poder tratar el ataque de pánico de Tweek sin que hubiera riesgo de que el moreno sufriera otro en el proceso, aunque más bien Craig se hallaba impactado, no, eso era poco. Estaba asustado.

Tweek había sucumbido al sueño después de semejante crisis nerviosa y se hallaba estable, pero Craig no, no podía evitar sentir ese nudo en el estómago, no podía sacar de su mente la manera en que le miró, como si fuera su peor pesadilla, como si lo que viera fuese la cosa más horrible. El pavor en los ojos de Tweek era difícil de olvidar, sobre todo, cuando jamás había visto semejante expresión en su mirada.

A veces preocupada, molesta, pícara, pero nunca de terror absoluto.

El moreno se hallaba sentado en la sala de espera con la mirada perdida ¿Qué había pasado? ¿Por qué Tweek había reaccionado así? ¿Qué había visto? Esas preguntas no dejaban su mente mientras trataba de alejarlas a toda cosa "Contrólate Tucker" se decía lo último que quería era sufrir una crisis como su novio.

—¿Craig Tucker? —llamó el doctor con cuidado, haciendo que el moreno saliera de su autocompasión, de inmediato se incorporó tenso, esperando lo peor.

—¿Cómo...?

—Está bien, estable y dormido, ¿Cómo se encuentra usted? Me parece que también fue muy impresionante para usted— respondió el doctor.

El moreno no tuvo el descaro de negarlo, sobre todo cuando al observarse de reojo por uno de los tantos cristales que conectaban habitaciones, vio su rostro amarillento y sus ojos rojos, como si se estuviese forzando para no llorar, no obstante, las lágrimas se negaran a desaparecer.

—Yo... nunca lo había visto así ¿La operación fue mal? —el doctor negó— ¿Qué pasó allí dentro?

—Creo que tenemos que hablar en mi consultorio, he contactado con el psiquiatra y el neurólogo quienes le han hecho algunos estudios y me han dado una explicación, creo que es prudente que te lo comente en un lugar más privado.

El moreno siguió al doctor hacia su consultorio, donde se habían encontrado la primera vez cuando le informaron al rubio que era candidato para la operación, una vez que tomaron asiento, Craig se detuvo un momento a observar nuevamente el blanco estéril del cuarto para después, devolverle la mirada al médico.

—Primero que nada, debo informarte que la operación fue un éxito y las nuevas corneas de Tweek están funcionando a la perfección haciendo como resultado que el rubio pueda ver como tú y como yo.

—Entonces ¿Por qué ha enloquecido de la nada? —cuestionó el moreno, el doctor rio.

—No diría que es precisamente enloquecer de la nada. Nosotros estamos acostumbrados ya a todo, pero les había mencionado que en realidad el proceso más largo es la recuperación y no me refería precisamente a que se le retiraran las vendas una vez cicatrizado las evidencias de la operación, sino a la adaptación— explicó—. Nos es difícil entenderlo porque no lo vivimos, pero la privación de un sentido casi toda tu vida y la repentina aparición de este causa estragos, Tweek ha desarrollado su sentido del oído y el olfato de manera impresionante y al tener la vista son demasiados estímulos para él, los colores el movimiento y toda nuestra cultura visual es demasiada sobreestimulación, él no logra entender el mundo que ve, porque él concibe el mundo de otra manera, es un gran choque de cómo se percibe la realidad y requiere tiempo adaptarse.

—Pero lo hará ¿no?

—Estoy casi seguro, sin embargo, hay otra cuestión— avisó, Craig se estremeció, la seriedad de su rostro de la decía que no era nada particularmente alentador—, y es la situación psicológica del joven Tweak, tengo entendido que el recibe o recibió algún tratamiento psiquiátrico, por lo que puede que la adaptación para él, sea mucho más larga y difícil, no entiende con qué es bombardeado, no sabe leer y quizá lo más preocupante, el cerebro no entiende aun la perspectiva y profundidad de los ojos— su tono se hizo serio— y puede lastimarse seriamente, creyendo, por ejemplo; que un escalón estaba lejos cuando estaba cerca ¿Me doy a entender?

Lo que me faltabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora