Lo que me faltaba

Esto debe ser una pesadilla II

Advertencia: Este capítulo tiene tópicos como la autolesión y el intento de suicidio colocaré esto "***" cuando se llegue a la parte fuerte al igual que a su finalización por si consideras que no es adecuado para ti leer aquello. Quedáis advertidos.

Aquel ambiente blanco y estéril resultaba normal para el moreno, es decir, Craig tenía años yendo con el mismo psiquiatra, conocía la construcción a la perfección, sin embargo, para Tweek resultaba un ambiente totalmente nuevo, y parece ser que desagradable.

Mencionó algo acerca del color, era "Tan brillante" que sentía que le quemaba por lo que tuvo que ponerse la venda, Craig suspiró no sabiendo si ese sería un motivo legitimo o realmente sólo quería dejar de ver, sea cual sea la razón parecía imperturbable, calmado; francamente extraño... y preocupante.

El terror y la preocupación, la ansiedad, eran sentimientos desconocidos para Tucker, hasta ahora, la vivía la respiraba gracias al chico a su lado, él se lo había dicho, sentir no eran cosas bellas siempre, estaban los sentimientos oscuros que te hacían recaer en la desesperación. Estaba desesperado, deseaba tener al Tweek que conocía a su lado, aquel que le hacía sentir la más profunda dicha.

A veces sentía que el hombre que tenía a su lado era una persona desconocida mas el latido incesante de su corazón era por él. Era tan sumamente extraño y le ¿frustraba? ¿Por qué no había respuestas concretas? ¿Dónde habían quedado los "sí" y los "no" de su forma anterior de vivir?

—Tweek Tweak— anunció la enfermera, el rubio dio un respingo, Craig acarició su espalda con cariño.

—Ha sido mi terapeuta desde los diez, es bueno, no tienes nada de qué preocuparte cariño —animó, Tweek asintió yendo hacia el consultorio.

Y Craig quedó solo con sus pensamientos, por supuesto que no se le permitiría la entrada, esto era algo entre Tweek y su terapeuta y debía respetarlo, sin embargo, le gustaría saber si podía ayudarle con algo o se escapaba de sus manos. Había algo más, algo que su madre le había dicho que se negaba a aceptar "Tal vez deban darse un tiempo Craig, no creo que estés en facultades de ayudarlo y no creo que esto te ayude a ti".

¡¿Pero qué demonios le pasaba a la gente?! ¿Cómo podrían pensar si quiera en ello? Tweek estaba enfermo y necesitaba ayuda, no se dejaba solo a alguien que enfrentaba problemas, cuando Craig pasó por todo el proceso de descubrir que podía sentir y aceptarlo Tweek estuvo allí, se quedó porque prometió que lo haría. El moreno no iba dejarlo solo simplemente así.

Después de una hora, el rubio salió despidiéndose del médico, su rostro era neutral, el moreno no podía decir si se sentía mejor o peor, no reflejaba nada, parecía sólo un cascaron vacío del hombre que amo. Se estremeció.

—Craig ¿Puedes pasar un segundo? —llamó el terapeuta, el moreno frunció el ceño, no estaba aquí por él, no obstante, quizá quería decirle algo sobre su novio por lo que rápidamente se metió en el consultorio.

—¿Él está bien? —preguntó yendo al grano, para después corregirse—, sé que no esta precisamente bien, lo que quiero decir es ¿Qué debo hacer a partir de ahora?

—¿Cómo te encuentras Craig? —preguntó el terapeuta en su lugar, el moreno le vio incrédulo—, quiero decir he hablado con Tweek, pero me preguntó cómo estas tomando tú todo esto. Tu inteligencia emocional no está desarrollada, también te afecta.

—Yo... creo que él se lleva la peor parte— comenzó Craig, sus latidos eran veloces ¿Por qué se sentía asfixiado en estos momentos? Era como si las palabras saliesen como borbotones de agua—, pero también ha sido duro verlo así ¿sabe? Él era un chico muy alegre, el mejor, me hace sentir vivo y verlo así me mata porque no puedo hacer nada por él y todo lo que intento resulta ser en vano...