Sálvame [Tom Holland y tú]

Capítulo 11 y 12

Capítulo 11

Desperte  y Stanley seguía en la habitación conmigo, estaba guardando las cosas de nuevo en el botiquín, tenía el cabello despeinado y la camisa de su traje estaba algo arrugada, y desabotonada dejando ver un poco de su pectoral, supongo que por mi culpa, intenté levantarme y sentí que algo me presionó a la altura de las costillas,era una venda.
-No te muevas,te haras daño-.
-¿Tú..me las colocaste?-pregunte y mis mejillas se sonrojaron ante la idea de que viera parte de mi cuerpo.
-Sí, Fere quería verte, para hablar de ya sabes que ángel perdido-señalo mis muñecas y se sentó en la cama-pero supuse que no era el mejor momento, le dije que estabas dormida, se fue con James-.
-¿A donde fueron?-No sentía los dedos de mis manos, así era yo no importaba donde estuviera , siempre tenía las manos frías, ni la calidez de la enorme habitación conseguía quitar ese frío.
-En su casa, desde hace un mes viven juntos-Tom se dio cuenta del frío que sentía en mis manos y las tomo.

-Estas helada-acaricio mis manos con su dedos y una sensación recorrio todo mi cuerpo-.
-S-si,siempre están así , no se por que-.
-Quizas solo necesiten de otras manos para calentarse-se acerco a mi, tan cerca como la primera vez que creía que me besaría-.
-¿Tu crees?-dije casi en un susurro deseperado por besar su labios, ESPEREN, ¿Que estoy diciendo?
-Si- dijo estaba a punto de besarme cuando una voz chillona nos interrumpio.

-Thomas,por Dios ¿Qué estas haciendo?-era una mujer, muy bonita, era rubia y el pelo le caía a la altura de la cadera,que estaba perfectamente trabajada, seguro se la pasaba cuidándose-.

-¿Keyslee?-Tom no mostro ninguna emoción, pero soltó mis manos.

-Ay Tommy, yo venía a visitarte y te encuentro con...-me miro de arriba a bajo- esta cosa, por Dios Tom solo mirala, parece que la sacaste de la calle, dime en que basurero te la encontraste-rio-.

Eso hizo que me sintiera mal, sabía que no era una super modelo, pero por que tenía que ser tan grosera.

-Keyslee, ya basta- me defendió el Tom-ate
-¿QUÉ?, por Dios no la defiendas, solo por que esta acostubrada a  que le tengan lastima no significa que tengas que cuidarla-.
-KEYSLEE...-le advirtió esta vez  visiblemente enojado-.

No aguante más me levanté de la cama y salí corriendo, era una gran casa pero encontré un armario en el que entre y me escondi, Jake tenia razón era demasiado sensible

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Capitulo 12

Desperté por el dolor de mis costillas, Salí de mi refugio y pude notar que era de noche, me quería ir, aunque no tuviera un lugar donde quedarme, no quería estar en casa de Holland como un parásito y no quería que su novia me agrediera cada que quisiera ¿Si Clark me mataba? Bien. No me importa, es lo que quiero hacer desde hace tiempo, caminé a lo que parecía el jardín, no era mucho pero por lo menos ya estaba fuera de la gran casa, visualice a lo lejos lo que parecía una puerta, me acerque para poder ver mejor, era una puerta y estaba abierta, daba a la calle, de ella salía Martha, junto con una chica de mantenimiento, corrí sigilosamente y me escondí detrás de un arbusto, estaba a unos cuantos pasos de mi libertad, todo lo que haría ahora era correr, por lo menos para estar suficientemente lejos, corrí justo cuando Martha y la chica entraban para cerrar la puerta, las esquive.
-¡¿QUE HACES?! LLAMA A TOM, DILE QUE SU JUGUETE ESTA HUYENDO, RAPIDO-. Escuche a una de las dos decir a lo lejos y corrí aún más rápido, encontré un callejón y me escondí dentro apoye la espalda contra la pared y me deslice de hasta el suelo, me dolía el cuerpo, respiraba agitadamente y las piernas me temblaban, eran demasiadas emociones para un solo día, cuando recuperé el aliento, me puse de pie, quería ir a mi casa... o lo quedaba de ella.

Nada, solo escombros, habían puesto una cinta policíaca por seguridad, lo que antes era una casa amarillo cantera, ahora solo era carbón, intenté abrir la puerta pero estaba atrancada por algún escombro que se habrá caído, necesitaba entrar buscar cualquier cosa que se haya salvado, para venderla o conservarla, entre por una ventana rota, comencé mi búsqueda, solo encontré la sortija de matrimonio de mi madre, una cazadora negra y vieja que me serviría para el frío, una foto algo dañada por las llamas donde estamos mi madre, mi padre, Fere y yo en la fiesta de cumpleaños de Jake sonrientes y felices, solo eso quedaba una fotografía donde nuestro corazones nunca se rompieron y sus ojos nunca cerraron, mis preciadas navajas se habían salvado aunque no mucho, unas ya no me servirían, pero las otras las guarde, me acurruque entre escombros, debía irme, pero no estaba lista, no para decir adiós a mi hogar.