Capítulo 87

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Harrison caminaba apresurado por la habitación de Tom, sacaba ropa apresuradamente del armario, para meterla con rapidez en una pequeña maleta de cuero, me encontraba sentada en la cama viéndolo hacer sus rápidos movimientos.

-Necesito un par de trajes- se dijo más para sí mismo, me gire para ver el armario abierto, si bien Tom guardaba camisas, pantalones, sueteres, sudaderas y cazadoras no tenía ni un solo traje-.
-¿De donde vas a sacar el traje?- Harrison chasqueo los dedos saliendo de la habitación, ignorandome por completó- ¡Hazza!-.
-Ah perdón... sigueme- dijo volviéndose sobre los talones, tomandome de la cintura, tirando de mi hacía arriba ayudandome a ponerme de pie, hasta guiarme al otro lado de las habitaciones, pasando la habitación de Harry y otras tres más, hasta llegar a una puerta de madera oscura, de perilla dorada-.

Las luces se encendieron por si solas cuando entramos, gracias al sistema de sensores de movimiento, era una habitación un tanto amplia, en sus cuatro paredes guardaba una gran cantidad de trajes colgados perfectamente  planchados y listos para ser usados, al igual que varias camisas de manga larga en diversas tonalidades, sobre una pequeña repisa cerca al suelo estaban varios mocasines, relucientes e impecables, todos los trajes parecían estar hechos a la medida de Tom, excepto por un estante que cubría la habitación del fondo, cuyos trajes lucían un tanto viejos y olvidados, me acerque pasando de largo a Harrison, los pude ver mejor deslizando mi mano sobre ellos, eran viejos, pero muy hermosos.

-¿___, el azul rey y el amarillo mostaza  conmbinan para un traje?-  Hazz llamo mi atención alzando sobre sus hombros un gancho del cual  colgaba el saco de un traje en azul rey enterciopelado, mientras que con la otra saco una  camisa de vestir de manga larga en amarillo-.
-Sí... sí quieres ser un vendedor de Coopel- Harrison soltó  un suspiro exasperado volviendo a colocar los ganchos en su lugar, observando sus opciones-.
-Sí, ya sabes, soy  técnico modista en programación de trajes- soltó  irónico antes de desplegar un cajón sacando varias corbatas- ayúdame ___-.
-Mira no soy la  mejor conmbinando colores, más con algo tan elegante como lo es un traje pero...- pero sí que podía imaginarme a Tom usar cualquiera de ellos, podía materializarlo en mi cabeza, sonriente, con su piel palida contrastando a la perfección con cualquier color, con su cabello ondulado ligeramente peinado-Tom es joven- y atractivo-  ciertamente cualquier cosa se le verá bien, no te quemes la cabeza- haciendo un gran esfuerzo estire mi brazo hasta tocar el bordillo de uno de esos trajes viejos, lo saque apoyandolo en mi antebrazo, fui al otro lado de la habitación sacando una camisa de vestir de manga larga- esto esta bien para él-.

La verdad era que no hacía  falta  que Tom usará  un  traje, era perfecto a las 3:00am cuando nos reuníamos  por casualidad en la cocina, con el cabello despeinado por la almohada, su pantalón holgado de franela en cuadros, con su sudadera gris cuyas mangas arremangaba hasta los codos, con la luna sobre su piel, era perfecto los miércoles, los martes, los viernes, con su ropa sencilla y casual, ligeramente atontando y adormecido

-Creo que realmente no necesita nada de esto para impresionar a nadie- confesé entregandole el traje a Harrison, que lo sostuvo serio con ambas manos, acariciandolo ligeramente, era un hermoso color entre el azul y el negro, parecía incluso hecho especialmente tenía en las mangas perfectamente colocados tres botones plateados, apesar de mi elección que yo consideraba buena, Harrison siguió serio-¿Qué pasa?¿No te gusta?-.
-No, no, no es eso- hablo entorpecido sin mirarme, sin despegar la vista de la tela sobre sus manos-.
-¿Entonces?- me acerque indecisa hacía él, que parecía seguir en un transe- Harrison-.
-Este traje- hablaba con dificultad, tragando saliva- no es de Tom- finalmente sus ojos encontraron los míos- era de Dominic-.

Retrocedi al momento un  tanto consternada, sientiendo como mi piel se erizaba, no había visto nunca como era fisicamente Dominic, prácticamente el trauma y el dolor que había dejado en Tom había sido suficiente para hacerme temblar, eso explicaba porque parecían más clasicos, más a la antigua y porque se habían empolvado tanto.

-¿Tom no se lo pondría o sí?- di un  vistazo a los demás trajes colgados, dandome cuenta que todo estaba perfectamente clasificado por colores, empezando por las tonalidades  claras, hasta las más obscuras-.
-No tengo tiempo para buscar algo más- dijo tras ver su reloj, colocando el traje  sobre su antebrazo, mientras corría para sacar el traje en color tinto que Tom llevaba puesto el día que lo conocí- voy tarde-dijo saliendo por la puerta-.
-Esperame- dije cual niña pequeña asustada por el estante con trajes de Dominic, Harrison por las prisas había cerrado la puerta, dejandome encerrada- ¡mierda!¡Hazza estoy aquí, la puerta se ha cerrado y no puedo abrirla!- tiraba inutilmente de la perilla, un hormigueo no tardo en recorrerme las muñecas, finalmente opte por darle patadas a la puerta-¡Thomas!¡Mati!¡Rubén! - parecía  irreal de todas las personas que estaban en la casa nadie me escuchaba- estupida mansión-maldije por lo bajo, entonces la escuche con sus tacones clavandose contra el suelo, me maldeci internamente por haber hecho tanto ruido-.
-____, pequeña zorra ¿Te has quedado encerrada?- Keyslee rió divertida al otro lado de la puerta-¡pues ahí te vas a quedar!-la puerta vibro básicamente, la había atrancado por fuera, ahora menos podría salir- ¡Esto es por arruinar mi cutis!-.
-¡Cutis de puerca!- me permití insultarla, le soltó  una patada a la puerta, retrocedi unos pasos-.
-¡Maldita suicida!- chillo seguido de varios quejidos adoloridos- pero Tom me va a escuchar-mierda, lo que menos quería era llevarle más problemas a Tom y Keyslee ya era uno, grande y rubio-.

Simplemente me aleje de la puerta resignada, deslizandome hasta chocar con los trajes, abriendome paso entre ellos, deslizandome por la pared, hasta quedar en el suelo, incluso con Tom en Italia le seguía causando problemas.

-Tenías que ser West- le solte un codazo a la pared haciendo vibrar los estantes, un par de trajes cayeron encima mío- de maravilla- me queje aún con los trajes encima mío, el polvo acumulado que salió de estos me caló en la nariz, pronosticando un estornudo-.

-Eran de Dominic- escuche la voz de Hazza en mi mente, por instinto aparte bruscamente  los trajes, empujandolos incluso con los pies, un pedazo de papel oscurecido salió disparado de uno de ellos, cayendo varios pasos de mí-.
-Pero que...- me acerqué dudosa a ella, pellizcandola hasta poderla tener en mi manos-.

Era una nota amarillenta y rota por el paso de los años, la tinta azul comenzaba a desaparecer, cada vez menos visible.

No era la letra de Tom, ni la de Hazza, era una letra más delicada, como si la hubiera escrito una mujer...la madre de Tom...tal vez.

"En la habitación del primogénito, que duerme entre nubes y ovejas, sin miedo, sin preocupaciones, el reloj claro, tan claro como su alma incesante, la misma hora que el reloj de fuego."

La nota ponía campante, como un acertijo, dejandome sin palabras.

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Muchas gracias por leer, sé  que varias entraron hoy a la escuela, es algo aburrido estar en Wattpad sin ustedes por aquí, igual les deseo mucha suerte en todos sus estudios 🙌❤ ustedes pueden, hechenle ganas y nunca dejen algo para al final.

Perdón por actualizar tan tarde.

¡Las quiero mucho! 💙




Sálvame [Tom Holland y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora