Capítulo 25

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Estaba en la cocina de Tom nuevamente sentada en la pequeña barra, ya había amanecido pero la casa parecía desierta, mire por debajo de mis mangas, las cortadasseguían ahí, solo que ya cicatrizaban, ya llevaba dos días sin acerme daño, empecé a rascar y quitar las pequeñas costras que apenas estaban cerrando mis heridas haciendo que estas sangrasen otra vez.

-No deberías hacer eso- entro el chico de ojos azules del otro día- así nunca vas a sanar- tomo una manzana y se sentó frente mío-.

Lo mire atenta sin decir una palabra por lo que el continuo

-Soy Harrison- extendió su mano para estrechar la mía- soy el buscador computacional nerd de Tom-.
-Soy ___ , aparentemente el juguete de Tom- mi comentario hizo que riera un poco pero no lo negó- hablando de él y de todos, ¿donde están?
-James y Rubén se adelantaron para buscar a Miguel, Samantha y Tom están por acá se levantó y abrió la puerta que da al patio haciendose de lado después para que pasará, salimos y caminamos unos cuantos metros hasta que los vi

Parecían animales enjaulados, Samantha estaba enfarruñada con darle un golpe en la cara y en el estómago a Tom mientras que él esquivaba cada golpe y de igual manera intentaba golpearla, como si estuvieran practicando una danza infernal Samantha dirigió su pie a la cabeza de Tom, este lo tomó y ella aprovechó esto para girar sobre si y patearle el pecho, el retrocedió unos pasos pero se incorporó rápidamente, Samantha intentó darle otro golpe pero Tom se agachó se arrastró por el pasto y le metió el pie tomo su tobillo y con una ágil voltereta la tuvo en el suelo, para levantarse con otro ágil giro y apuntar un golpe directo a su cuello de no ser porque esta se movió y ambos se dieron un golpe que los hizo retroceder, los miraba atonita, era como ver dos bestias demoníacas pelear a muerte.

-Vamos Tommy, dale con la silla- Harrison grito haciendo que ambos nos mirarán, los ojos de Tom conectaron con los míos que lo miraba con impresión y miedo, ese chico te podría volar la cabeza de una patada-.

Tom se distrajo mucho al verme ya que no puedo anticipar mucho un golpe que le proporciono Samantha y lo dejó en el suelo desconcertado.

-¡Tom!-grite y corrí hacía el sin saber el porque me preocupaba por él, dejando a Hazza y Samantha desconcertados- ¿Estás bien?- pregunte arrodilladome a su lado, la parte exterior de su ojo comenzaba a ponerse morada-.

-Si, estoy bien, solo me distraje- Se paró como si nada y se limpió el sudor de la frente como si nada mientras yo seguía arrodillada sin saber que decir o hacer- Ven- me tendió la mano y la tome, este me ayudo a pararme y le dio vuelta a mi mano viendo los restos de sangre que había en ella- se han abierto otra vez, vamos a lavarte- ¿como podía darme más importancia a mi cuando su ojo se hinchaba cada vez más?, comenzamos a caminar, bueno mas bien él, que me llevaba casi arrastrando por el patio cuando se giro a Samantha y para decirle-.
-Tú. Más al rato me pagarás esto- se señaló el ojo y río para seguir caminando-.
-Seguro- río con desinterés- bueno, me voy por el puñetas de su amigo que está en malaga-.
-Sí, te esperan allá- escuche decir a Hazza y entramos en la cocina-.

-Veamos- Tom me llevo hasta la barra donde me levanto y me sentó sobre ella, mojo un paño con agua y lo pasó por mi muñeca, yo no podía dejar de verlo y sentirme un tanto alterada de su golpe- tranquila, estoy bien, eso no es nada- dijo con calma ante mi preocupación- ¿ya desayunaste? -.

Se iba a dirigir hacía el refrigerador hasta que tome su mano y bajando de la barra me quede cerca suyo insegura de lo que estaba por hacer, cabizbaja.

-¿Qué ocurre?- preguntó a lo que lo tomé de ambos brazos y fingi que era yo esta vez la que intentaba hacer que se subiera en la barra, mi acto le hizo reír y se sentó el mismo sobre la barra- bien, aquí me tienes- levantó mi barbilla y se sorprendió al ver lo sonrojada que estaba, este tipo de actos no los acostumbraba-.

Fui hacia el refrigerador y tome una bolsa de hielo que coloque sobre un  paño y con cuidado la puse sobre su ojo, el me miraba impresionado y ¿conmovido? Me sonrió haciendo que y quedará completamente como tomate, desvíe la mirada de la suya.

-Eres tierna ángel- puso su mano sobre la mía que tenía la bolsa de hielo dando ligeras caricias con su dedo pulgar-.

No pude apartar la vista de sus bonitos ojos, sus palabras tocaron una parte de mí no se exactamente donde ni como pero lo hicieron.

Sálvame [Tom Holland y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora