Sálvame [Tom Holland y tú]

°Once again°

Casa Holland

-Tom...Tom despierta- escuché su voz, mi ángel me llamaba, sentía mi cuerpo presionando contra el suelo, me costaba abrir lo ojos, me obligue a hacerlo, quería ver si realmente ella estaba ahí-.

____, estaba a mi lado, arrodillada, su cabello caía libre sobre sus hombros, estaba ahí y eso era todo lo que importaba-.

-____- la llamé, ella tenía su mirada fija en mi y maldición cuánta falta me había hecho-.
-¡¿A quién mierda esta llamando?!- atrás  de ____, estaba Harrison cubriendose con una pared mientras sostenía su arma en alto disparando a alguien  más allá por la entrada pricipal-.
-Esta alucinando- dijo Samantha arriba de un joven que tenía su cabello sujetado en una cola alta, Samantha tiro de la misma colocó su navaja en su cuello haciendo un corte profundo, la sangre cayó por montones sobre el suelo y la ropa del tipo, que comenzó  a ahogarse con su sangre mientras llevaba temblorosas sus manos a su cuello, Samantha con  una patada lo dejo en el suelo bajandose de su espalda, este se retorcio y empezó  a convulsionarse-.
-¿Alucinando o agonizando?- Hazza dijo con esfuerzo tras atacar a uno que llevaba chaqueta de cuero y pantalones ajustados, me sentía mareado, no entendía  nada-.
-____...¿Qué  esta pasando?- después de mi pregunta ella se sentó en el suelo cruzando sus pies, las vendas de sus muñecas habían desaparecido, no tenía la nariz rota ni cicatrices sobre su piel, llevaba un pulcro vestido blanco, lucía tan hermosa-.
-Te estas muriendo Thomas, estas rompiendo tu promesa, me haz mentido- su voz sonaba más como un eco distorcionado, lejano a mi-.
-No, yo no te voy  a dejar, y-yo no te quiero dejar, te quiero y te odio por hacer que te quera- me di la vuelta apoyando mis manos en el suelo, haciendo fuerza intentando pararme, ___ dio una soltó una carcajada- no te vas a librar de mi West-.
-Esta alucinando con ___, tenemos que sacarlo de aquí pronto- grito Hazza, su declaración  se vio rapidamente apañada por el ruido de una camioneta impactando contra la reja, dando a la bienvenida a otra orda de sujetos que venían con una sola intención, matarme-.
-¡Mierda! ¡Señor Holland hay más de ellos! ¡¿Qué  hacemos?!- la voz ecabritada de Lucas sono por la radio-.
-¿Qué  harás Tom?- dijo ___ con una sonrisa sinica, parecía que se burlaba de mi-.
-¡Escucha Lucas, defiendan la casa incluso con su vida!- Samantha había ordenado por el radio-.
- Sí, fue un placer trabajar para ustedes- dijo Lucas por último, después se escucharon varios disparos-.
-Tienen una torreta- dijo Harrison con cautela-¡esto esta más que jodido!-.
-El problema no fue la torreta, ni la cantidad de tipos, el problema es que Stanley no estaba en condiciones para pelear, si no entre el y yo hubieramos acabado con todo esto-dijo Samantha despojandose de su camisa empapada de sangre ajena, a la altura de sus costillas 2 centímetros más  abajo de su brasier, había un nombre inscrito para siempre sobre su piel con tinta negra, Alcalá -.

Frederik Alcalá, la primera persona que mató  Samantha por obligación, bajo las ordenes de mi padre, la primera persona que mató  Samantha había sido su propio padre, pero a el lo mato en defensa y por placer así que no contaba.

Samantha  alcanzó el cuerpo del sujeto con la chaqueta de cuero quitandosela como si no tuviera importancia, se la colocó sobre su torso desnudo, le quedaba  un tanto grande, arremango las mangas  hasta los codos  para poder tener más movilidad.

Otra ventana se hizo añicoz alrededor de 6 tipos entraron por  ella, haciendo crujir los cristales rotos bajo sus  pies, fueron  directos  hacía  a mi

-Oh oh- dijo ___ o la ilusión de ___- .

Samantha  golpeo el cuello  de uno, cuando este estuvo confundido le pateo con agilidad la rodilla y este flaqueo, provecho para subirse y enredar nuevamente sus  pies en su cuello y pecho, le arrebato el arma a otro, se movio usando el cuerpo del hombre de escudo que fue acribillado por las balas de sus compañeros, la pelirroja que tanto tiempo llevaba de conocerla tiro del tipo con fuerza hacía atrás, este dio un giro y su cuello impacto contra los bordes de la ventana rota que aún  seguían de pie en un peligroso filo, haciendo un corte profundo, la cabeza me pesaba, todo me daba vueltas.