Capítulo 29

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La cena paso entre juegos y risas, creo que asustamos un poco a Erick y a Eduardo, llego la hora  de ir a dormir, me puse mi pijama y cuando salí del baño Fere ya estaba desparramada sobre toda la cama, con su pijama de conejito, boca  abajo.

-Muévete- le dije  y ella soltó  un gruñido a forma de negación,  me acerqué y le pellizque parte de su trasero haciendo que diera un respingo-.
-¡Oye, son para eso pero se piden! - mencionó mientras se sobaba y se acomodaba en la cama-.
-Ya deja dormir- nos metimos entre las sabanas y me dispuse  a cerrar los ojos para dormir, pero cada vez que cerraba a los ojos lo veía ahí, veía  a Tom sonriente, a Tom enojado, con su traje vino, en la madrugada cuando ninguno podía dormir, mojado por el agua de la alberca, en la mañana con su cabello alborotado por la almohada, lo veía a él, siendo tan él, mi corazón se estrujaba, di vuelta sobre la cama encontrandome de frente con Fere que me miraba.

-Das miedo- dije y esta rio-.
-¿No puedes dormir verdad?- preguntó  en voz baja para que los muchachos que estaban  afuera en la puerta de la habitación haciendo guardia no nos escucharán, solo asenti con la cabeza a modo de respuesta-.
-¿Lo extrañas verdad?- me miro con ternura-.
-Sí, no, no se- comenté exasperada- me siento frustrada ¿Porqué me siento así al pensar en él  o estar cerca suyo? Es un peligroso mafioso, además no llevo ni dos días de conocerlo- comenté exasperada-.
-Tu ya sabes lo que pienso- la mire esperando que se explicase mejor- ya sabes, esa vieja leyenda  sobre que naturalmente habían super humanos, que tenían dos cabezas, cuatro brazos y piernas y que Dios temiendo del poder que tenían decidió separarlos, condenandolos a pasar el resto de su vida en busca de su otra mitad- dijo y dio un suspiro-.
-Pensé que dirías lo del hilo- dije mirando al techo- ¿como iba esa historia?-.
-Pues...-se aclaró la garganta - se trata de que en el mundo hay una persona a la que estamos unidos, con un hijo rojo invisible, el hilo puede tensarse o estirarse, pero nunca romperse...- dijo como si acabara de resitar una poesía-.
-Que gay- le tire una almohada a la cara-.
-Ese no es el punto- se sentó sobre la cama- el punto es que probablemente tú corazón  ya encontro su otra mitad-.
-Sí, seguro- dije para volver a girarme para darle la espalda- ¿ya duerme sí?-.
-Pfff- dijo y sentí como se acostaba  otra vez-.

Eran las 3:25AM  o eso decía  el reloj de la mesita de noche y no podía dormir, me levante y decidí salir a tomar aire fresco al jardín estaba por abrir la puerta cuando recorde a los hombres de Holland, le di un  vistazo a toda la habitación, encontrandome con una ventana amplia, la abrí  y el frío choco contra mis mejillas, mire mejor el panorama, podía bajar por allí siempre y cuando mirara donde  pisaba, me coloqué un sueter azul agua y comence a bajar por la pared y sus fisuras hasta que mis pies estaban a centrimetros del suelo, di un salto que hizo que mis costillas me lo cobraran después, pero ya había llegado afuera, camine hasta el rosal y me senté  frente a él, confundida acerca de lo que me pasaba con Tom, así  me quede, viendo las rosas.

-¡___!- escuche la lejana voz de Fere- aquí esta- le dijo... a ¿alguien?- abrí  los ojos y después  sentí  como alguien se agachaba a mi lado-.
-No sabes el susto que nos diste- tras de ella llegaron  Eduardo  y Erick-.
-¿Esta bien señorita?- preguntó  Erick-.
-¿Qué  hace aquí?- esta vez cuestionó Eduardo-.

Tenía  el cuerpo entumecido y me dolía  el cuello, debí haberme quedado dormida allí, me llevaron adentró y pase con Fere el resto del día. Harrison no llamó, mucho menos Tom.

Ya era la 1:25AM y no llegaban como había   dicho Fere que lo harían, había  estado dando vueltas hasta que la desespere, ya se encontraba dormida en el sillón  mientras yo me senté cerca de la puerta en el suelo, escuché  varias camionetas llegar y la puerta abrirse dejando ver un James, despeinado y sucio, tras el  venía  Harrison, que casi cargaba a alguien, ese alguien tenía  su brazo por encima del hombro de Harrison, que lo llevaba  prácticamente arrastrando, cuando se acerco más lo reconocí.

-¡Tom!- este levanto ligeramente la cabeza, su mirada se encontro con la mía estaba sucio y se veía  mareado y cansado inconscientemente corrí  hacía  él para intentar abrazarlo pero otro señor que no conocí  se adelantó y me detuvo levantandome y lastimadome  las costillas a lo que solte un grito de dolor-.

-¡Sueltala! - grito un débil Tom, soltando  el agarré de Harrison e intentando llegar hasta a mi, de no ser porque no dio ni un paso y cayó  al suelo, el hombre me soltó  y se aparto rápidamente corrí  y me arrodille al lado de Tom, había  dejado un  camino de sangre-.

-Ya llegó el médico, traigan la sangre- alguien  grito, veía  a Tom moribundo, era incapaz de siquiera poder mantener mi mirada, lo único  que podía  hacer era acariciar su cabello e intentar no llorar-.

Esta vez Erick y Eduardo lo levantaron con cuidado  y lo llevaron lo más  rápido  posible a su habitación, tras el iba un  señor  de avanzada edad con un maletín, intente alcanzarlos  pero los brazos de Harrison me lo impidieron aprisionandome contra él.

-No...quiero ir con él- chille-.
-___, tranquila, ha perdido sangre y sigue herido, deja que lo atiendan- fue esta vez Fere la que dijo tomando mi rostro entre sus manos obligandome a verla-.

Respiraba agitadamente, no podía  hacer  más  que rezar para que saliera de está.

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¿Tom sobrevivirá o morira? Descubrelo en el próximo  capítulo  de "Rubios en disturbios"

Jasjas oc no :"v bai





Sálvame [Tom Holland y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora