La voz de tu corazón (#1 Trilogía De Corazones Infelices)

Capítulo 4

*Dos meses después*

Ni una carta, ni un mensaje con alguien, simplemente no sé nada de él, pensé que por lo menos él no se olvidaría de mí, o al menos no tan rápido.

He sido la persona más callada desde que él no está, y no por el simple hecho que se fue si no porque tengo miedo. Con él me sentía protegida, sentía que le importaba a alguien pero desgraciadamente volví a estar equivocada al pensar eso.

Esa idea de que si hablo y nadie me escucha era muy duro de asimilarlo. Decidí mejor no gastar saliva en cosas inútiles.

Ya no me siento segura, a mi padre no le he hablado desde hace mucho, yo no guardo rencor pero al parecer él si lo hace. Le hablo y él me responde cortante, ya ni me siento cómoda al comer con él. Todo lo que creía perfecto ya no lo es.

En tres días es el cumpleaños número once de Jay, cada cumpleaños hacíamos locuras juntos, ya que ambos compartimos la misma fecha de nacimiento, sólo que él era el mayor siempre.

-Tiffany voy a salir. Haces la cena para la familia, tres platos... pero ya no te lo tengo que recordar ¿verdad?- se ríe cínicamente.

-No.- susurro.

-No te escuché, dilo más fuerte.- pone un mano en la oreja y se acerca a mi resonando sus tacones.

-No, señora Amelia- lo digo un poco más fuerte, ella me toma del cabello y me acerca aún más.

-No te escucho, linda.- apreto fuertemente el trapo que tengo en manos.

-¡No, señora Amelia!

-Así me gusta.- me suelta y sale de la casa, con aquella sonrisa victoriosa.

La odio, la odio ¿Por qué es así conmigo? Sigo sin entenderlo. Una vez le pregunté eso y no obtuve nada más que un golpe en la cara por ser "malcriada".

Respiro profundo y termino de limpiar la sala. Preparo la cena y como de costumbre me como una manzana y me voy a mi cuarto. Termino de dibujar lo que estaba haciendo, una banca en un parque, sin nadie alrededor de está, sólo la banca y la luna.

-¡Tiffany, pon la mesa!

Como la sirvienta que me tratan, voy y empiezo a servir, todo por la felicidad de papá.

Ellos se sientan y cuando estoy apunto de irme mi padre habla.

-¿Por qué no comes aquí?

Está pregunta deja asombradas a las dos "únicas" mujeres de la casa, desde aquel incidente con Emma no dirigía la palabra conmigo.

《Nunca comas con nosotros, si tú padre te lo pide, miente; no tienes hambre o estás enferma, algo, pero no quiero que estés en las comidas.》

Lo que me dijo la señora Amelia se me viene a la mente, no quiero retarla.

-Ya comí.

-¿Segura?- asiento y me voy a la cocina antes de que me pregunte o diga algo más.

Se siente horrible mentirle a alguien que amas, le tienes que ver la cara todos los días y fingir una sonrisa, fingir que estas bien para que no se preocupe; espero irme acostumbrando.

Cuando terminan y dejan la mesa levanto los platos y los lavo. Creo qué esto es demasiado para una niña de siete años, pero eso no importa, mejor saber, qué no tener idea de qué hacer.

Cuando no escucho más voces en el comedor me acerco y empiezo a limpiar. Hecho eso, me voy de nuevo a mi cuarto, hago mi cama y veo la foto de mamá y papá en mi pequeña mesa de noche. Se miran tan felices, todo fue mi culpa, nunca debí nacer, yo sólo fui el error que no pudieron borrar y cobró la vida de mi mamá. Ahora mi padre ya nunca podrá escuchar su voz.

Al lado hay una foto de Jay y yo en una fiesta de Halloween de hace dos años. Lo extraño mucho. Él ya hubiera notado que no estoy bien. Sonrio con tristeza y me acuesto viendo al techo.

¿Debería olvidarlo? Él ya lo hizo ¿Porqué yo no? ¿Debería darle más tiempo? Tal vez está muy ocupado. No quiero dejar ir su recuerdo de mi memoria.

Esperaré por una respuesta por parte de Jay. Tiene que haber una tarde o temprano, y la esperaré con ansias.

Mi vida por ahora está basado en tristeza, olvidarlo no me traerá la felicidad que espero pero estaré en paz conmigo. Haré lo que pueda pero no lo molestaré más si eso quiere, y no daré marcha atrás una vez lo haga. Seré muy egoísta al pensar sólo en mi, pero nadie más va a estar pendiente. Somos yo y mi soledad por siempre.

Me gusta está canción, espero que sea de su agrado también. La letra se identifica con nuestra Tiffany.

¿Qué les parece la novela? Dejen sus comentarios los estaré leyendo, saludos.