La voz de tu corazón (#1 Trilogía De Corazones Infelices)

Capítulo 12

*Narra Emma*

Después de grabar a la muda la déjamos tirada y nos vamos a la cafetería.

Fue un objeto de diversión por un momento, estábamos aburridas. Sé que suena cruel, pero ¿qué puedo hacer? Toda mi vida he vivido con mi madre en mi oído diciéndome que le haga cosas a ella, no puedo desobedecer a mi madre.

-¿Viste al chico de la cafetería? Estaba super guapo.- dice una estúpida que se dice llamar mi "amiga".

Son unas hipócritas, pero me gusta estar con ellas ya que ellas también parece que les gusta jugar con personas como Tiffany.

El ascensor se escucha cerrar, dirigí mi vista hacia ahí.

Alcanzo a ver a Jay y a la ¿muda? ¿Juntos? No puede ser, ellos no se pueden ver, no se tienen que dar cuenta de quienes son; me rehúso a pensar que se pueden volver a ver.

La pregunta aquí es ¿cómo es que Jay está por esta zona? Tenía entendido que sus salones están del otro lado del campus.

¡¿Ellos ya saben quiénes son?!

-Niñas me voy a saltar la clase, tengo que ir a mi casa.

-¿Pero por qué? ¿Qué vas ir a hacer?- esta ya me tiene harta.

-¡No tengo porqué darte explicaciones a alguien como tú!- exploto y las dejo para luego dirigirme de paso acelerado a mi convertible.

Conduzco lo más rápido posible a casa, tengo que hablar con mi madre sobre esto. Ella sabrá qué hacer.

Llego a la casa, dejo las llaves del auto en la mesa y subo a su habitación, abro la puerta y la encuentro a ella semidesnuda con un hombre en la cama.

-¡Hija qué sorpresa! Me asustaste.- el hombre se empieza a vestir mientras ella se tapa con las cobijas -Él es un amigo...

-Mamá, no me importa quién es él- me siento en la orilla de la cama -Tenemos que hablar, esto es urgente.

-Por supuesto, Bryan.- se dirige a él - luego te hablo- le guiña un ojo y se va -Ya estamos solas, ¿De qué quieres hablar?

-Es sobre... Jay.

-¡Oh! Ese chico ¿Ya le hablaste?- dice entusiasmada.

-¡Mamá, no se trata de eso! He visto a Jay y Tiffany juntos en la universidad.

-¡¿Qué?!

-Sí, mamá.

-¿P-pero ya sabe quién es ella?

-No lo sé, mamá. No creo que ella le haya dicho. Es muda ¿no?- digo dando vueltas por el cuarto -¿Qué hago?

Ella se queda pensando un momento, y luego sonríe. Esa sonrisa que me dice que tiene un plan perfecto para esta situación.

-Tengo una idea.

-¡¿Cuál es?!- me siento prestandole toda mi atención.

-Primero, cálmate, que con esa actitud no llegarás a nada. Segundo, quiero que hagas algo que creo que no se te hará nada difícil.

-¿Qué tengo que hacer?- pregunto intrigada.

-Enamora a Jay, para alejarlo de ella; no se tiene que dar cuenta quién es ella, y ya yo veré qué hago con la muda.

-¡Mamá eres una genio!- la abrazo, pero ella me quita rápidamente.

-Pero no tienes que dejar que él se te salga de tus manos, él es tú salida a un mundo de lujos que nosotras merecemos, cariño. Esto- señala a nuestro alrededor -Es algo demasiado bajo, tú puedes llegar más lejos, yo porque ya estoy vieja, apenas y pude atrapar a éste hombre; pero tú puedes lograr algo aún mejor.- me guiña un ojo. -Tienes una cara linda, cuerpo envidiable, y conoces perfectamente que ese chico tiene los negocios que dan mucha plata. No puedes perder esta oportunidad.