—Alex, vamos. —volvía a pedirle.
—Mi madre los atormento, ¿Tú crees que le darían información al hijo? Y peor si es algo que pasó hace quince años atrás.
—Por favor.
—Tiffany es algo qué...
—Te invito a-a comer... o quieres algo, t-te lo compraré.
Él se pone a reír.
—¿Por qué insistes en que la encontremos?
—Porque p-puede estar mal.
Se queda pensando unos segundos, levanta la cara y voltea a verme.
—Está bien, pero sólo porque tú lo dices. No creo poder encontrarla.
—¡No digas eso!
—Pareces muy segura, quisiera tu positivismo. —claro, eso era— Si no la encontramos me debes una cena. —asiento, sonriendo emocionada.
Quería quitarme esta culpa de encima el estarle mintiendo a él.
—Y si l-la encontramos... tú compras helado.
—Hecho. —empieza a caminar hacía el auto.
—¡Espera! —wow, era la primera vez que gritaba, él voltea— No lo prometiste. —digo alzando mi meñique, él se ríe y corre hasta mi para unir nuestros meñiques.
—Lo prometo. —sonrío y nos metemos al auto.
Me dice que ponga la dirección en su teléfono y lo voy guiando. Este lugar se me hace conocido, aunque no estoy segura. Estaba muy cerca de donde él solía vivir, no tardamos ni veinte minutos en llegar.
—Ha llegado a su destino.
Reviso de nuevo el teléfono, pero ¿qué diablos...? es la casa de Jessica y Mike.
Entonces, había otra persona que fue testigo en la boda de Amelia, aunque, no estaba en aquellas fotos que encontré en su armario. ¿Por qué?
—¿Pasa algo? —pregunta al ver qué yo sigo buscando la dirección por otros lados.
—Es que... yo conozco aquí.
—¿Cómo?
—Mis amigos v-viven... ahí.
—¿Crees qué sean ellos los qué saben?
—No sé.
No quería afirmar nada, porque a este punto, cualquier cosa podría ser lo que yo no pienso.
—¿Segura que quieres hacer esto?
Asiento y nos bajamos del auto. Él toca un par de veces y la señora nos abre la puerta.
—Hola. —se dirige a nosotros con una sonrisa— Jessica y Mark están en unas prácticas y volverán como en media hora, pero pueden esperar adentro, si gustan.
—Señora, no hemos venido a verlos a ellos.
—¿Entonces a quién?
—A usted. —responde con amabilidad Alex.
—¿A mi? ¿Un chico tan guapo quiere hablar conmigo? —ambos reímos— Pasen, está es su casa. —nos deja pasar y nos dice que nos sentemos en los sofás— ¿Quieren algo de tomar?
—Estoy bien. —respondemos al mismo tiempo Alex y yo.
—Dios, parecen a Jessica y Mark. —se pone a reír —Bueno, ¿En qué les puedo ayudar? Por cierto, chico. Estoy libre de compromiso y disponible. —le guiña un ojo a Alex, lo que le hace reír aún más.
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La voz de tu corazón (#1 Trilogía De Corazones Infelices)
Romance|COMPLETA| "Sí el amor es verdadero, pueden pasar siglos y seguir intacto." Dos amigos inseparables de la infancia se separan por asuntos familiares; sin embargo, cada uno vive con la esperanza de volverse a encontrar, aunque sea en los sueños del o...