La voz de tu corazón (#1 Trilogía De Corazones Infelices)

Capítulo 41

*Narra Alex*

—Lo siento mucho, Jessica. —me acerco para envolverla con mis brazos alrededor de su cuerpo, formando un abrazo.

No pasó ni dos segundos para que ella rompiera en llanto, por lo que acaricié su espalda. Dejé que llorara, y a la vez se desahogara. Ella había estado literalmente sin expresión alguna desde que recibió la noticia, había estado en su propio mundo por mucho tiempo, hasta ahora.

—¿Por qué ella? —susurró— Era como mi mamá.

Sé por lo que está pasando, pero no me imagino la forma en la que ella se siente al saber que su nana no murió como cualquier otra persona quiere morir; una muerte rápida y no tan dolorosa. Fue totalmente lo contrario.

—No hay mal que por bien no venga, Jessica. Tienes que ser fuerte por tú hermano y por ella. —no era bueno confortando a las personas, prefería sólo abrazarles y darles mi apoyo en silencio.

—Es que aún no lo puedo creer... —separó su cabeza de mi pecho, y alzó la vista para verme— ¿Quién fue Alex? ¿Quién fue el desgraciado que le hizo eso?

Había tanto dolor y odio en su voz; sin embargo, su mirada estaba tan débil y vulnerable.

—No lo sé.

Esto se torno demasiado raro.

Cuando estaba apunto de irme aquella vez de la casa de Jessica y Mike, yo encontré una nota, o más bien una amenaza para ellos en la puerta principal.

"Aveces nos vemos más bonitos con la boca cerrada."

Fue muy aterrador, pues estaba escrito con sangre. A los minutos llamaron que habían encontrado el cuerpo de esa señora en un río, totalmente descuartizado.

Le hicieron una autopsia y resulto que antes de descuartizarla, fue torturada físicamente. Eso es tan horrible, y la persona que lo haya hecho tiene que ser un sicario sin corazón.

Esto cada vez se pone aún más confuso, y no encuentro respuestas por ningún lado.

Aún no han encontrado a Tiffany ni a Jay, y yo ya no confío en que la policía hará más para resolver esto.

***

Llamada entrante de "desconocido"

Salgo de la casa donde están velando las cenizas de la señora. Me dirigí al jardín, donde no hay muchas personas, y contesto.

—¿Bueno?

—¿Hablo con el señor Alex Miller? —habla una voz masculina.

—Sí, soy yo ¿En qué le puedo ayudar?

—Hemos encontrado al señor Jay Walker. Estamos en la delegación, él está preguntando mucho por usted.

Una sonrisa se forma en mi rostro, y aquel peso en mis hombros se vuelve un poco menos pesada. Incluso, sentí un nudo en mi garganta.

—¿E-e serio? —aclaré mi voz— ¿Está con usted también Tiffany? —nadie contesta— ¿Bueno?

—Hemos encontrado sólo al señor Walker en el bosque.

"Sólo"

Tan rápido fue el tiempo que tuve un poco de felicidad. Y es que por un momento pensé que ella estaba con él, porque debía estar con él. Yo quería que ella estuviera con él en este instante.

—Estaré ahí en media hora y muchas gracias. —cuelgo y dejo salir un suspiro cansado.

¿Dónde estás Linda? Me has hecho mucha falta.