—¿Alguien te esta jodiendo la vida?
Pero ¿Qué diablos? ¿Cómo...? ¿Qué hago? Dios mío, no les puedo decir, no quiero hacerlo, no puedo.
Sería de lo más normal visitar a tus viejos amigos y decir: Hola, soy Tiffany. He vivido apartada de todos por quince años porque he vivido en carne propia maltratos físicos y mentales en casa por parte de mi madrastra y hermanastra. Se preguntarán por qué dejé de hablar, pues desarrollé un miedo al hablar con otras personas excepto niños o animales, hasta ahora, estoy tratando de volver hablar.
Claro, es lo más fácil y normal.
—¿Quién lo haría? —me muerdo la lengua lo más fuerte para no mostrar mis nervios.
—La carta que me diste hace quince años nos dejó... —mueve su cabeza de lado— muy asustados. —dice Jessica, pensé que se olvidarían de esa carta. Debí quemarla.
—Nad-die me estaba molestando... sólo... me sentía sola sin Jay. —no estoy mintiendo del todo, lo de Jay es cierto
Esa carta recuerdo que la escribí cuando recibí mi peor paliza de mi vida por parte de Emma y la señora Amelia porque los profesores citaron a trabajadores sociales para que chequearan que pasaba en mi vida cotidiana, no fue nada lindo.
—Entiendo.
—¿Por qué dicen... q-que estoy casada? —ellos se miran entre sí y se quedan callados.
—Jay vino no hace mucho, preguntando si sabíamos dónde estabas. A él le dijeron que tú te casaste y te fuiste de tu casa, estaba buscando en donde te habías ido. —Jessica está con la mirada perdida en el suelo— Pero estás aquí, nunca te fuiste.
—¿Q-quién? —espero que no haya sido quién yo pienso.
—¿Quién le dijo eso? —preguntó Mike para asegurarse, yo asentí levemente.
—Tú hermanastra. —respondió Jessica con amargura.
Sí, Emma siempre fue mala conmigo pero inventar semejante mierda es demasiado, ella no tiene límites. Quería estar con Jay, está bien, no le iba a impedir nada, pero inventó una vida para mi que no existe y que de seguro ella desea que así hubiera sido.
—Me tengo qué ir, adiós. —me levanto y me voy a la puerta rápido, y me dirijo a la carretera sin esperar ni una palabra de ellos.
Necesitaba estar sola.
¿Qué es lo que él está haciendo? ¿Por qué le cree ella? Ya lo sé, es porque él no ha visto a la verdadera Emma.
Esto no me huele bien, ellas traman algo más qué quedarse con Jay, eso de que me tienen un "premio" no es nada más que una paliza, estoy segura. Esto no está bien y tengo que pararlo antes de que algo pase con mi papá.
Él contesta el teléfono al instante.
—¡Linda! Qué sorpresa, ¿a qué se debe el honor de tú llamada?
—Ayúdame, es algo import-tante. —en serio necesitaba agua— Mañana, nueve, lago, universidad. —cuelgo para evitar más preguntas.
Sólo espero que me haya entendido.
Tomo el autobús de vuelta a casa, no hay nadie y esto me favorece. He estado quince años viviendo bajo sus sombras y nunca investigué sus causas del porqué hacen todo esto, qué tonta soy. Debe haber algo que escondan. No creo que me han odiado con el alma desde el primer momento que me vieron. Tal vez había una razón.
Habían cosas de mi infancia que no recordaba del todo, y puede que ahí esté la respuesta, en el pasado.
Sólo quería una respuesta a todo el odio hacia mi.
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La voz de tu corazón (#1 Trilogía De Corazones Infelices)
Romans|COMPLETA| "Sí el amor es verdadero, pueden pasar siglos y seguir intacto." Dos amigos inseparables de la infancia se separan por asuntos familiares; sin embargo, cada uno vive con la esperanza de volverse a encontrar, aunque sea en los sueños del o...