*Narra Alejandra*
—Señor, por favor trate de calmarse. Alex lo necesita en estos momentos. —trato de hacer que se calme.
Cuando se lo llevaron del hospital me avisaron que estaba en la delegación. Tuve que correr hasta ahí, y casi lo dejan encerrado por alteración al orden público, pero Tiffany no quiso levantar cargos, así que solo le dieron una multa para poder salir.
—Alejandra, tú sabes... E-ella estaba muy bien,... ¡pero llego esa zorra para que atropellaran a mi pobre hijo y matar a mi esposa! —no estaba para nada calmado, y no lo culpo. Perder al amor de tu vida y que tu hijo tenga un accidente donde casi muere no es muy fácil de digerir, mucho menos cuando todo esto ha pasado en tan poco tiempo.
Él sigue culpando a Linda de esta desgracia. No es culpa de nadie, sólo ha sido un accidente. Esa es mi opinión, y no creo que cambie porque Alex me contó lo qué pasó. En ningún momento mencionó que Linda tenía la culpa, y le creo.
Quiero saber sí Alex ya despertó, pobre de mi amigo, no se merece esto, ni siquiera Linda.
—¿Puedo ayudarle en algo con lo de su esposa mientras está usted aquí? —es lo menos qué puedo hacer para la qué fue cómo mi segunda madre.
—Si, por favor. —se limpia las lágrimas con la palma de su mano— En mi caja fuerte están los contratos con los seguros, llama a esos lugares y ellos se encargarán del resto, la clave es 236704. Y trae dinero para la multa.
—Está bien, haré lo que me pide e iré a ver a Alex.
Me toma de las manos antes de que me levante de la silla.
—Ayúdalo, ha de estar muy mal y que no se de cuenta que tú lo sabías. Se enfadará.
Tenía mucho miedo de eso. Conozco muy bien a Alex, y no me perdonaría que le hubiera guardado este secreto que se relacionaba con su madre. No quiero ni imaginar cómo reaccionaría.
—No se preocupe, señor. —le doy una sonrisa para calmarle, aunque yo estaba nerviosa, y me levanto a la casa de Alex.
Si Alex se entera que yo sabía sobre la enfermedad de su mamá y que nunca se lo conté creo qué nunca me lo perdonaría. No me dejaría ni explicar por qué le oculté esto, o cómo me enteré. Será mejor que nunca lo sepa.
*Narra Jay*
—Hermano, no traigas a tú novia aquí. —suplica por quinta vez.
—Katy, se que no se llevan bien, pero tienes que aprender a convivir con ella...
—¿Te casarás con ella?
—¿Qué? ¡No! ¿Cómo se te ocurre?
Había planeado todo, pero Emma no entraba en mis planes de casamiento, nunca. Si algún día me llego a casar, será con Tiffany, si tengo oportunidad. Esa idea vino a mi cuando me fui del país, y no ha cambiado en absoluto. No debería.
—Entonces, ¿por qué es tu novia si no te casarás con ella?
—Ve a dormir. —traté de evadir la pregunta de mi hermana, últimamente estaba demasiado curiosa.
—Ella es muy mala. —se cruza de brazos.
—¿A qué te refieres? —ella se queda callada por un momento, yo le veo esperando por una respuesta.
—En su cara se le ve... —dirige su mirada al suelo, eso es grave. Ella nunca baja la mirada si no es porque está triste o algo malo pasa— Hermano, no quiero que ella sea tú novia. —levanta la mirada rápidamente y me mira con ojos de perrito.
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La voz de tu corazón (#1 Trilogía De Corazones Infelices)
Romance|COMPLETA| "Sí el amor es verdadero, pueden pasar siglos y seguir intacto." Dos amigos inseparables de la infancia se separan por asuntos familiares; sin embargo, cada uno vive con la esperanza de volverse a encontrar, aunque sea en los sueños del o...