Abro mis ojos antes de que el sol apareciera, era un día muy frío, pero a lado de Derek, jamás lo siento.
Admiro su perfil, sus labios bien esculpidos, sus pómulos altos, sus largas pestañas, me conforta verlo dormir, pero me me fascina más que sea a mi lado.
Las sábanas blancas intentaban cubrir sus cuerpo, pero solo da la impresión de ser una escultura antigua romana. Super sexy.
De pronto siento la necesidad de ir al baño, y así desnuda fui hacer mis necesidades fisiológicas.
Corro nuevamente a los brazos de mi amado, pero algo sobre la mesa llama mi atención. Me acercó a el y lo ojeo, tiene pinta de ser un diario. Si efectivamente es diario de Derek.
Busco haber si hay algo escrito de mi. Pero siento frío y regreso a la cama con el diario.
Me meto en las cobijas pecho tierra y comienzo a ojearlo hasta encontrar algo de mi interés.
Entonces, lo veo y leo con mucha atención
Hoy vi un ángel. Creo mi cerebro me Está jugando una mala broma, porque si, parece un ángel, pero uno muy sexy. ¿desde cuando los ángeles son tan sexy? Pero para mi mala suerte tiene novio.
Es muy bella, tiene una piel dorada, unos labios carnosos que al sonreír se marcan dos hoyuelos, pero lo que más llama mi atención es ese lunar junto a su labio inferior, me vuele loco. Sus mirada gris es tierna y su exquisita nariz complementan su rostro.
Sus curvas son peligrosas, y la he deseado, con pasión, con lujuria. Soy un pecador.
Oh por Dios, me excita leer estas cosas sobre mi. Adelanto unas páginas, quiero saber si siempre piensa en mí.
Jade es muy buena, es demasiado buena para mi, necesito alejarme de ella. Lo intento. Dios sabe que lo intento. Pero no puedo estoy enamorado de ella, pero tengo miedo a decírselo, jamás he sentido estos sentimientos, jamás he sentido celos, tener celos apesta. No quiero hacerle daño, quiero amarla por el resto de mi vida.
Derek se remueve un poco, lo miro y abre un ojo.
—Hola —dice con voz dormilona
—Hola —sonrío pícara
—¿que tienes ahí?
—una especie de novela erótica —miro al cuaderno— el escritor está un poco perturbado
—¿que novela es? —río escandalosamente
—es tu diario
—Jade eso es privado —intenta quitármelo, pero soy más rápida que él y se lo impido
—Jade, regresamelo
—no. Me gusta lo has escrito de mi
—que pena Jade
—¿por que pena? Eres un buen escritor
—sólo lo hago para distraerme
—¿soy un ángel sexy? —le pregunto con picardía
—si —se oscurecen sus ojos
—¿puedo leer un poco mas?
—claro
Veo otra vez al cuaderno, y busco algo más, Derek acaricia mi cuello con una sensibilidad meticulosa, me hace perder la concentración. Me encantan esas caricias
—Derek no me distraigas —no se detiene.
Sigue su camino y acaricia mi hombro, la espalda hasta llegar a mis glúteos. Toda mi carne responde a su contacto, los palpa con toda su palma y los aprieta, baja por en medio de ellos y con su dedo acaricia mi sexo
—Derek, así no puedo leer —y sin esperarlo hunde un dedo en mi interior.
Abro un poco mis piernas y el añade otro. Los mueve dentro de mi, y me humedesco. Me pierdo ante su dulce ataque, me olvido de leer. Y ¿como no?
Sin notarlo, oigo que abre un preservativo. Después así como estoy, Derek se sube en mi y me penetra. Grito. Gimo. Me aferro al borde del colchón. Sus embestidas son tan intensas, tan placenteras que pierdo la cordura, la razón, me olvido de quien soy. Me olvido de todo. Derek aprieta mis manos, que a su vez siguen aferradas al borde. De lo profundo de su garganta salen gruñidos, feroces gruñidos. No puedo más, todos mis músculos se tensan, aplasto mi cara entre la almohada y grito mientras sufro un intenso orgasmo.
Siento todo el peso de Derek sobre mi y segundos después, también se corre.—¿Derek? —digo un cuarto de hora mas tarde
—hmmm —me abraza por detrás
—¿nos podemos casar hoy? —no dice nada.
Me remuevo para verle, mi petición lo ha descolocado.
—¿sucede algo?
—eso pensé toda la noche... Pero no sabía cómo preguntártelo —sonrío
—Entonces tenemos que salir ya,para reunir lo que necesitamos
—tengo que decirte algo más
—¿que cosa?
—tengo que pasar acción de gracias con mis padres y hermano
—claro ¿cuando te vas?
—se supone que saldría hoy con Ryan... Pero ahora quiero que vengas conmigo
—no se si pueda... Me darán permiso hasta el martes
—entonces ese día nos iremos
—¿como tomarán tus padres la noticia? —pregunta algo preocupado
—no te preocupes por eso —se que habrá conflicto, que mis padres no estarán de acuerdo, pero no me importa.
—confía en mi
—lo hago
ESTÁS LEYENDO
Cuando Las Hojas Caen (EDITANDO)
Short Storydespués de 15 años juntos Jade Romanov decide dejar a sus esposo, Derek Romanov un exitoso neurocirujano y de los más prestigiados de Estados Unidos, al descubrir que el le era infiel. Jade al enterarse de las múltiples mentiras e infidelidades actú...