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1997:
Nuestra estancia en casa de mis padres había terminado, no fue exactamente lo que esperaba, pero sobrevivimos a los desplantes de mi padre, y para ser sinceros creo que fue mejor que expresara su desacuerdo en vez de fingir.
Mi padre prometió que trabajaría en sus sentimientos, me ha pedido que le diera tiempo de asimilarlo, eso ya era una ganancia, así que su aspereza bajó un poco, aun le costaba trabajo, pero se esforzaba y eso queridos amigos, era algo muy bueno.

Cuando subimos el autobús, noté a Derek algo inquieto, no decía nada, pero movía sus piernas con nerviosismo, mordía sus uñas o jugaba con el cierre de su chaqueta.
-¿te sientes bien, Derek? -ni siquiera me escucha -¿Derek?
-¿ah?
-¿te pasa algo?
-no... -su vista se pierde en la nada, arrugo mi frente- bueno si
-¿y que es?
-tu familia es increíble -dice con tal honestidad que me asusta.
¿como puedes decir eso si le han tratado fatal?
-¿lo dices en serio? -asiente
-se que no me crees, pero no te imaginas cuanto anhelo tener una familia, no me importa que sea disfuncional, loca, atrevida, honesta, unida o como sea, pero que sea mía -dice con un nudo en la garganta
-pues mi familia no es perfecta, es rara y a veces irritante y ahora también es tuya -le sonrió y el me responde con una sonrisa mas grande.
-ahora, quiero que conozcas a mi madre, pero tendríamos que hacer una escala antes... claro si no te molesta
-claro que no Derek, ¿por qué debería de molestarme?
-no lo se, me siento nervioso
-¿por?
-bueno es que a veces siento que ya no tengo madre
-no te entiendo
-cuando una persona padece demencia, deja de ser la persona quien era, y es agotador convencerla que es tu familia, que no le harás daño y es mas devastador que no te reconozca, que los sentimientos se han esfumado y los recuerdos se han vuelto cenizas, la persona que te presentaré simplemente no es mi madre.
-no te preocupes Derek entiendo, quiero conocerla y de igual manera la amaré, ahora, también ya es parte de mi familia.
Me mira con destello en sus ojos, y planta un tierno beso en mis labios.

Llegamos a Annapolis, ahí vive su madre quien es cuidada por su tía, hermana de su padre fallecido.
-al morir mi padre, mi tía Mary y su esposo John siempre estuvieron al pendiente de nosotros, ellos nunca pudieron concebir, y fueron Cómo unos padres adoptivos, pero cuando mamá enfermó se hicieron cargo de ella en su totalidad, no quisieron meterla en una clínica, y ahora es un poco difícil porque mi tío ha enfermado de diabetes e intento ayudar en lo más que pueda -Derek me explicaba y ahora todo encajaba como un engrane.
La casa de la tía es pequeña, con muy bonita fachada, pues la adornan flores hermosas que han sido cuidadas con amor. Al tocar el timbre abre una señora muy bien conservada, su piel es blanca y tiene unas facciones muy delicadas, su melena es castaña y en ella resaltan mechones blancos, pero lo que más me llama la atención, son sus ojos, son muy parecidos a los de Derek. Se queda estupefacta al verme.
-Hola tía -la abraza, pero no quita sus ojos de mi
-Derek, no me avisaste que venias, hubiera cocinado algo -me sonríe
-no te preocupes tía... mira ella es Jade, mi esposa
-oh por Dios -hace una dramática expresión poniendo sus manos en sus mejillas y antes de que diga algo me envuelve sus brazos y me aprieta a su pecho, huele a jazmín, es cálida y amable.
-es un gusto conocerte... pero pasen chicos -su casa es impresionantemente pulcra y su decoración son colores neutros, muy acogedor. Nos lleva hasta la sala
-hoy están de suerte, es un día lúcido -dice la tía Mary- Emma, mira quien ha llegado.
Mi corazón se agita, la adrenalina viaja velozmente por todo mi cuerpo y mi subconsciente se hace mil preguntas
¿me aceptará?
¿estará feliz de que su hijo se casara sin invitarla?
¿será una suegra mala?
Veo a una mujer sentada, me da la espalda, y lo poco que logro ver es que juega con naipes.
-hijo, ven aquí y juega conmigo -dice sin mirar a nosotros, Derek me dice con la mirada que hablara primero con ella.
Va Hasta su lugar y se arrodilla a ella.
-mi niño -acaricia su rostro Cómo si no se hubiera dado cuenta que los años pasaron- ¿cuando es que creciste tanto? -Derek cierra sus ojos y se envuelve en sus tiernas caricias
-madre -no sabe por dónde empezar
-lo sé, Mary me ha lo ha dicho esta mañana -Derek se relaja
-quiero que conozcas a alguien
-¿una novia? -pregunta con emoción
-mi esposa -la corrige... Derek me dice con la mirada que me acerque, Emma se pone en pie con la ayuda de Derek.
-¿te has casado?
-mamá, ella es Jade la mujer que amo -Emma me mira con asombro, es una señora muy guapa, solo que su rostro me revela que el tiempo ha pasado muy rápido en ella, su cabello es completamente blanco, y su piel también es muy blanca, pero también es más bajita que la tía Mary
-Hola -digo apenada
-¿tu eres la esposa de mi hijo? -hay mucho asombro en su voz
-si -sonrío nerviosa
-dime que no es mentira -dice ansiosa
-no, no lo es, amo a su hijo tanto como él a mi y descubrimos que no podemos estar separados el uno del otro -Emma me abraza y su cuerpo se relaja, es un abrazo muy prolongado, pero a diferencia de la tía Mary, Emma huele a vainilla, su aroma es dulce y de pronto me resulta familiar
-prometeme algo
-lo que sea -me aprieta las manos
-que siempre cuidarás a mi hijo, porque pronto no estaré y no quiero que se quede solo
-lo prometo -digo sin pensarlo
-que no lo abandonarás, pase lo que pase -y esto me astuta no se a donde quiere llegar
-lo intentaré -trago saliva con dificultad
-y nunca dejarás de amarlo pese a las adversidades
-siempre lo amaré -miro a Derek, porque es cierto
-y tú hijo, jamás la lastimes, porque una mujer como ella merece al mejor hombre y tú no lo eres -las palabras de Emma me impresionan, cualquier madre diría que su hijo es el mejor, y que ninguna mujer es suficiente para él, pero no Emma
-no lo arruines Derek porque jamás encontrarás mujer como ella -el rubor aparece en mis mejillas, tampoco siento merecer tantos halagos, ni que fuera la octava maravilla
-no lo haré madre, me ha costado más de lo que te imaginas -me guiña el ojo y ya no se que pensar
-te lo advierto Derek.

Pasamos dos horas con Emma y Mary charlando, las dos mujeres estaban ansiosas por saber como nos habíamos conocido hasta que Emma se fue.
Ver como perdía la razón fue impactante, ver que se convertía en otra persona, y sentirse amenazada, no reconocer a su propia familia, fue muy doloroso presenciar esa escena.

Cuando lograron tranquilizarla era alguien totalmente diferente, semejaba una niña pérdida en el colegio, estaba asustada y cohibida.
-¿que hacemos aquí hija? -me pregunta y no se que responder, ella cree que es mi madre. Derek intenta tomar su mano, pero ella es rápida y se lo impide.
-¿hija? -insiste
-Emma ¿sabes en donde estás? -le pregunta la tía Mary. Ella niega y se aferra a mi mano.
Entonces siento que debo seguirle el paso, no se como resultará, pero al menos la haré sentir segura.
-vamos mamá te llevo a tu habitación, tienes que descansar.
-Jade no tienes que hacer esto -me susurra Derek al oído
-déjame intentarlo
-¿quien es este joven hija? -pregunta Emma
-es mi esposo mamá, se llama Derek -y ella lo saluda con cortesía.
La tía Mary me indica cual es su habitación y la llevo. No dice nada, solo se apoya en brazo.
La ayudó a ponerse su bata y cuando está lista la meto a cama y me mira.
-listo mamá descansa -beso su mejilla
-¿cuanto tiempo duró esta vez?
-muy poco -digo y me sonríe con melancolía
-eres una chica muy buena
-gracias
-mi hijo cometerá muchos errores, pero jamás lo abandones
-Emma no te preocupes por eso ahora, todo va estar bien.

2012:
-¡Jade! -la voz de Lanchaster me hizo dar un respingo
-¿ah? -lo miro como si estuviera en otra época
-¿a donde te fuiste?
-15 años atrás -el frunce el ceño-he estado teniendo recuerdos, viajo al pasado y mi vida se proyecta y es como si la estuviera volviendo a vivir
-¿sobre que?
-de Derek, de mi, él y yo conociéndonos, amándonos. Es increíble que ahora estemos pasando por eso pese a todo lo que sufrimos por estar juntos, formar nuestra familia, nuestro hogar y que de un momento a otro todo se valla por el caño.
-claro, lo entiendo -dice atento mientras yo aun sentía que estaba en aquella habitación con Emma, mi dulce Emma.
-¿sabes? Emma presentía este momento
-¿porque lo dices?
-cuando la conocí me hizo prometer le que nunca dejara a su hijo, que le perdonara sus errores, ella sabía bien como era su hijo y su temor era precisamente esto que terminara arruinando todo y lo dejara y mira, nuestro amor esta apunto de expirar
-bueno eso es decisión tuya, bien sabes que los hombres somos idiotas, que cuando realmente la cagamos hacemos cualquier cosa por arreglarlo, no debería decir esto, pero puedes usarlo a tu favor
-no me quiero aprovechar
-no tienes que hacerlo
-no lo sé , aun me siento muy enojada con él
-naturalmente, pero todo está en ti, la propuesta que me acabas de plantear está super genial ¿quieres que sea yo quien se la diga?
-creo que mejor se lo digo yo.

Cuando llego al hospital me siento muy emocionada, y tranquila al saber que Reggie esta mejor y se podrá ir a casa, pero fuera de esto estoy Cómo adolescente, ansiosa por ver al chico que hace que todo mi interior se altere, por aquel hombre que he sentido amor verdadero y al único que he amado con locura. Es horrible pensar que haría sin él, no obstante, lucho por ya no odiarlo, porque aún me duele lo que hizo, tengo que poner en claro mis pensamientos y sentimientos, saber perdonarle de corazón y enterrar este trago amargo en lo más profundo del mar, pero eso llevaría tiempo.
Cruzo el hospital, el camino se me hace largo y con sólo de pensar que voy a verlo me hace sonreír, me clavo en mis pensamientos y voy a ciegas pensando en la cara que pondrá a la saber mi propuesta, pero sin darme cuenta de que tanta gente transitaba por el lugar, choco con un señor, por la fuerza del golpe retrocedo dos pasos atrás y me obligó a verlo, pero él no parece molesto, a contrario me sonríe y sus dientes son perfectos, blancos y grandes, el tipo es alto pero ya mayor, no anciano, pero si Más que Derek, es atractivo y su aroma es peculiar.
-lo siento -digo apenada
-oh no se preocupe -dice, su acento es italiano y sus ojos me resultan familiar.
Me mira fijamente y aun sonríe, me hace sonrojar, lo esquivo y voy hacia el elevador, y mientras espero volteo y aun sigue mirándome. ¿que rayos le pasa?
Cuando entro al elevador me siento libre de su mirada, era intensa.

Mientras subo, pienso que hacer, como decirle a Derek, pero definitivamente no puede ser aquí, quizá le pida que salgamos a la terraza, pero le haré creer que no tengo buenas noticias.
Cuando salgo, lo miro al final del pasillo, esta con una doctora joven, y todo mi interior estalla de celos.

Cuando Las Hojas Caen  (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora