Me desmorono sobre el frío piso del hospital, lugar que ha sido la segunda casa de Derek, a unos metros de la puerta.
Lloro como nunca en mi vida lo he hecho. Sé que estoy dando tremendo espectáculo. Sinceramente no me importa.Mi llanto es tan desgarrador que le parte el corazón a más de uno.
Casi no puedo respirar, me arden los pulmones y siento que el corazón se me saldrá por la boca.
Pegó mi frente en el suelo y le doy golpes con los puños cerrados. Mi vientre abultado me impide bajar del todo.
Dan me consuela, acaricia mi cabeza y espalda, de algún modo eso me reconforta un poco.
—Jade, vamos, levántate de ahí.
Lo ignoro mientras las lágrimas siguen cayendo sin control.Dan se tira pecho tierra y busca en mi rostro mis ojos que están clavado en el infierno, golpetea suavemente mi mejilla y consigue que lo vea.
—si no te tranquilizas tendré que sedarte y ya no podrás tomar decisiones... Tienes que pensar en tus hijos. —su voz es tan suave.
Sus palabras de alguna manera me hacen entrar en razón.
Levanto mi cabeza y sorbo mi nariz y me siento sobre mis pies.
Intento dejar de llorar y me obligo a tranqulizarme.
—vamos, te ayudo.
Se levanta y me extiende su brazo.
—no, dame un minuto no quiero levantarme.
Busco una pared en que apoyarme, voy hasta ella gateando.
Si, lo sé. Esto es tan inusual.
Al llegar recargo mi espalda permanezco sentada, Dan se une a mi en silencio.
Apoyo mi cabeza en su hombro y las gotas que enaman de mis ojos no cesan.Tardan demasiado, no sé que tanto hacen y eso me vuelve loca. Mi cuerpo tiembla y no lo puedo controlar. También, siento dificultad para respirar.
—¿Tienes frío? —niego con la cabeza. Luego siento su brazo a mi alrededor.
—¿Por qué tardan tanto en salir? —mi voz es apenas un susurro.
—no lo sé.Muchos minutos después salen. No miro, solo escucho que la puerta se abre y pasos acercándose a mi. Y cada paso acorta la triste noticia, lo inevitable ha llegado.
Miles se pone en cuclillas frente a mi. Enderzo mi cabeza y lo miro. No sé que sentir, no sé si odiarlo, gritarle o golpearlo. Ninguna opción es viable. Me abstengo de cualquier tontería.—lo siento tanto, Jade, espero no perder mi trabajo. —lo fulmino con la mirada
—eso es lo menos importante, el problema es si vas a poder vivir con la conciencia limpia.
—creéme, eso no me quitará el sueño. —sonríe débilmente y yo arrugo la frente— puedes pasar a verlo, te espera.
Pero yo no entiendo, solo lo miro confundida y en silencio.
—tenías razón, Jade, no sé puede ser tan insensible, no tuve corazón para dejarle ir.
Niego con la cabeza ¿Escuché bien?
—¡Ha despertado, Jade! ¡Derek ha despertado!
Pero yo no reacciono. Quizá sean alucinaciones mías. Estoy tan dolida que mi mente distorsiona la realidad y solo escucho lo que deseo escuchar.
—cuando estés lista, puedes pasar —él se levanta y se va.—¿Estás bien? —pregunta Dan al ver que no he reaccionado.
—dime que no estoy soñando, dime qué es verdad lo que escuché.
—así es, Jade, Derek está vivo y ha despertado.
—¿Pero cómo? —se encoge de hombros.
—vamos, levántate —se pone de pie y me da su mano, esta vez la tomo y con mucho cuidado me levanta.
Camino hacia donde Derek, luego me detengo a escasos centímetros de su puerta.
—¿Qué pasa?
—no estoy lista —frunce el ceño— necesito unos minutos.
Corro hacia al baño.Cuando llego me apoyo sobre el lavamanos con las palmas e intento nutrir mis pulmones con oxígeno, me falta el aire.
Me miro al espejo y estoy hecha una pena. Me horrorizo al verme. Sombras moradas rodean mis ojos los cuales también están enrojecidos de tanto llorar, mis labios están hinchados y es evidente el peso que he perdido en estas últimas semanas. Me veo terrible y me siento peor.
¿Por qué he dejado de amarme?
¿Cuál es propósito?
Al final de cuentas, terminamos solos. Los hijos se van y el amor no dura para siempre. Al final solo te tienes a ti mismo.
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Cuando Las Hojas Caen (EDITANDO)
Short Storydespués de 15 años juntos Jade Romanov decide dejar a sus esposo, Derek Romanov un exitoso neurocirujano y de los más prestigiados de Estados Unidos, al descubrir que el le era infiel. Jade al enterarse de las múltiples mentiras e infidelidades actú...