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Tengo que mantenerme alejada de Derek o terminaré en sus redes.
Me siento boluble y sencible.
Estoy a flor de piel, y con un solo roce de él me provoca echar todo por la borda, llevarlo a mi habitación, desnudarlo y obligarlo que me provoque más de un orgasmo.
No obstante, cuando mis niveles de hiperexcitación bajan recuerdo todo lo malo y mi furor vuelve a aumentar y lo vuelvo a repudiar.

Así que, la única forma de evitar la catástrofe es evitarlo lo más que pueda, ignorarlo y ser muy, muy fuerte para ni siquiera verlo.

Cada vez paso más tiempo a solas con Fred, ya que los niños y Derek se han reconciliado los vista mas seguidos y ellos estan felices con eso.
Y no hay nada más satisfactorio y pleno que verlos felices y sonrientes como antes.

Las fiestas navideñas se acercan y mis padres nos han invitado a pasarlas con ellos. Pero ahora que Derek ha regrasado hay un enorme problema, él quiere estar con ellos y yo no quiero pasar ninguna navidad sin mis hijos.
Entonces los niños le pideron a la abuela permiso para que Derek este presente, para el colmo de mis males, les ha dicho que si.
Pero eso no se centra en solo Derek mis hijos y yo, ahora Federico quiere pasar la navidad junto a mi y mi familia.

No quiero imaginar la horrible escena, estar sentada junto a mi "amante" y a mi aún esposo mientras fingimos que somo una familia liberal y que convivimos todoa en paz y armonía.
Con el solo hecho de imaginarlo pongo una cara de completo horror y todo mi cuerpo se escandaliza.
¡no, no!
Tengo que poner en orden todo esto sin herir los sentimientos de mis hijos y de Fred. Pero es imposible. Alguien saldrá herido.

Estamos tomando un delicioso café y comiendo un sensacional postre en una pequeña cafetería de estilo vintage cerca de Central Park, pero todo este asunto me tiene tan distraída que no le pongo atención a Fred.

-¿Jade?

-¿ah? ¿que decías?

-¿a dónde te fuiste? Estás muy ausente ¿debería preocuparme?

-no, no, disculpa es que esta situación me tiene algo desconcertada.

-¿qué situación? -pregunta confundido...

Pero que torpe, he metido la pata, ahora tendré que explicarle.

-debo ser sincera contigo, espero no herirte, pero por más que lo doy vueltas al asunto... -callo no se como decirlo.

-adelante. Dilo, estoy preparado para lo que sea -hay decepción en su voz.

-bueno -tomo un gran bocanada de aire- Derek quiere pasar la navidad con mis hijos y yo no soportaría estar lejos de ellos, sé que de ahora en adelante tendrá que ser así, dividirnos los dias festivos pero no estoy lista, esto me tomó por sorpresa que aún no lo asimilo... el caso es que, los niños invitaron a su padre a la casa de la abuela y ellos aceptaron... no sería prudente invitarte, no quiero una riña... todo esto me esta volviendo loca.

-entiendo, no te preocupes por mi.

-¿cómo no lo voy hacer? Estarás solo y eso no me parece bien.

-bueno, puedo regresar a Italia para estar con la mia famiglia

-es lo que no quiero, que tú tengas que pagar por esto... no quiero que te vayas por mi culpa -de verdad me siento muy afligida.

-te propongo algo... tú ve y pasa la navidad con ellos y yo espero aquí, a tú regreso te pasas conmigo el año nuevo conmigo en Italia y no, no será opcional. Yo hago un sacrifio por ti y tú haces uno por mi -al mencionar la palabra Italia el rostro se me ilumina.

-como usted ordene, señor Ferrer.

No es que sea mi sueño viajar a Italia. Pero oigan, a quien no le emociona pasear por la auténticas y antiguas calles de ese país. Pasar un romance de ensueño aunque sea unos días y olvidar por un momento los malos ratos.

Cuando Las Hojas Caen  (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora