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Mi respiración se agitó y mi ceuerpo tembló, quería a Derek, lo quería como nunca antes a nadie había querido, era un sentimiento limpio y verdadero que existía en mi y no lograba entender, pues nuestro destino no era estar juntos, y de algún modo debía enterrarlo para siempre.

lleguéa mi dormitorio, eché llave a la puerta y me senté en silencio en el borde de mi cama por unos segundos con la mirada extraviada en la pequeña nota de la pagina 57, después la abrí y comencé a leer
Jade: no se como carajos le hiciste para meterte Hasta dentro de mi ser, ahora no duermo porque anhelo despertar a tu lado, y me conformo con verte de lejos, alejarte de mi ha sido mis mas grande error pues comprendí que no puedo vivir sin ti.
Pd: te volveré a conquistar tenlo por seguro no me rendiré, serás mía...
Tuyo Derek.
Me quedé completamente en blanco, si saber que pensar que sentir,  que decir a esto, él también se había metido bajo mi piel y era muy difícil sacarlo de ahí, pero no quería caer de nuevo es sus redes, dos ocasiones lo vi de la mano de Kisha, no era que me importara, hmm vale, me importaba mucho, pero yo no soy plato de segunda mesa.
De pronto me sentí muy enojada, tanto que lancé mi libro contra la pared e hice una bolija con la nota lanzandolo al aire en dirección a la papelera que se encontraba en el rincón fallando rotundamente, me quité los zapatos con una patada para meterme bajo mis cobijas, luego sentí una pesadez en mis párpados, mi respiración se  volvió lenta y relajada.

Abrí los ojos y solo vi oscuridad. Un golpeteo suave pero repetitivo me trajo de vuelta a la realidad, me había quedado dormida a media tarde, saqué la cabeza cayendo en cuenta quien llamaba a la puerta podría ser Lisa, ya que,  sin darme cuenta le dejé el seguro a la puerta y no podía entrar, me levanté y casi al instante pegué un brinco,
—¡mierda! —grité cuando me encajé un objeto puntiagudo en el talón derecho y brincando en el otro pie abrí la puerta... Pero no estaba nadie al otro lado, solo había una rosa roja al pie del portal.

Más tarde llegó Lisa, con su típico humor que la caracterizaba,
—¡maldito Clive! —renegaba por todo pero jamás estaba enojada y era muy sarcástica— ¿lo puedes creer?  —me dijo como si yo supiera de sus cosas— volvió a encargar otro ensayo sin si quiera haber terminado el anterior —bufó, yo me incorporé en mi cama  y le sonreí con pena a la vez que ella frunció en entrecejo
—hoy es viernes —dice —por lo regular nunca estas aquí en viernes ¿que ha pasado?
—pues no estoy con Ryan ni con Derek —me encogi de hombros— lo olvidaste
—entonces —dijo muy pensativa—significa que no tienes ningún plan... ¡acompañame a la fiesta que darán los gemelos Hamilton!
—no Lisa, tengo cero ganas de fiestas
—vamos Jade, no quiero ir sola y me urge distraerme, te lo ruego por favor—me suplicaba con cara de cachorro— por favor —Lisa y yo jamás habíamos salido juntas ni a la esquina, ella al igual que yo tenía pocas amigas, y creo que ya era hora de rodearme de gente nueva
—¿cuando es?
—mañana
—esta bien pero...
—¿pero... Que? —preguntó asustada
—iré si me dejas maquillarte
—supongo que no tengo más remedio ¿no?
Me preguntaba, si fue Derek quien dejó esa flor, y ¿como le había hecho para entrar? Cómo sea, se que mañana no lo veré por esa dichosa fiesta ya que tiene que trabajar.

Lisa dijo que era una velada informal, nada de elegantes  vestidos ni zapatos de tacón, pero de que la maquillara no se salvaba,  ambas vestimos vaqueros y usamos zapatillas bajas y dejamos el cabello suelto.
Al llegar ya había varios estudiantes y Lisa tenía razón,  la mayoría de lo hombres iba con vaqueros y zapatos deportivos, algunos Hasta con gorra. Entonces a lo lejos miré a Ryan y todo el equipo de fut ball, él al mirarme se me acercó, no intenté huir, pues necesitaba hacer las pases con el
—Hola Jade
—Hola Ryan —besé su mejilla
—que guapa estas —se corrigió— ambas —Ryan estiró su mano y saludó a Lisa
—Ryan ella es Lisa mi compañera de cuarto, Lisa, este es Ryan
—un placer —dijo Ryan sin soltar su mano, en seguida noté su clic, lo cual me alegró demasiado.
Lisa se sonrojó
—eh... Yo voy por ahí, los dejo que se conozcan
—aguarda Jade, quiero pedirte una disculpa, yo te quiero mucho y eres parte de mi familia, no quiero que nos odiemos
—Ryan yo también te quiero y si alguien debe una disculpa esa soy yo
—seguimos siendo amigos
—más que amigos, ahora ve, Lisa te espera —le guiñé un ojo y los deje sólo.
Me sentía algo cohibida,  no conocia a nadie y casi todos tenían pareja, pero media hora más tarde un joven me invitó a bailar, acepté.
Más tarde otro se ofreció a bailar conmigo, con forme pasaba el tiempo las copas se me subieron un poco y en ese momento no me importó moverme con sensualidad, me estaba divirtiendo, era libre de hacer lo que me venía en gana sin darle explicación a nadie.
Durante la noche bailé con 4 personas diferentes Hasta que...
—mi turno —la voz de Derek resonó en mi cerebro, como un martillo golpeando la madera a mis espaldas, enseguida volteé
—lo siento, ya no quiero bailar —intenté alejarme pero jaló de mi brazo
—por favor —su voz era ronca— baila conmigo —además de sexy
—no quiero, suéltame
—Vamos Jade, te he visto hacerlo toda la noche y no sabes como me han puesto tus bailes tan sensuales, además me estoy muriendo de celos
—no tienes por que estarlo, tú y yo no somos nada
—ven —me sacó  casi arrastras del lugar y me llevó a un lugar oscuro
—suéltame Derek, ya te dije que no quiero hablar contigo —me apoyó contra la pared y pegó su cuerpo al mío e intento besarme. No abrí mi boca
—Bésame Jade, bésame —sus labios estaban pegados a los míos— extraño tus labios, tus caricias, tu cuerpo, muero de ganas por hacerte mía otra vez
—pues hazlo Derek,  folláme, aprovecha que estoy ebria, porque ni sobria, jamás volveré a estar contigo —fingí estar muy pasada de shots,  comencé a besarlo con furia, rápido y brusco, puse mi mano sobre sus bolas y comencé a jugar con ellas, su erección al instante se hizo notar
—no —se apartó lo sufieciente para hablar con claridad— voy hacerte mía, pero con todos tus sentidos centrados, porque te lo voy hacer como nunca para que los pierdas uno a uno cuando estés en mis brazos, bajo mi cuerpo, nuestras pieles fundiendose en una sola, te lo voy hacer cuando no estes anetesiada por esa sustancia y va ser tan cautivadoramente que no encontraras palabras para describirlo, te volveré loca poco a poco... —sus palabras fueron directo a mi sexo, jamás había tenido un sexo tan fascinante ¿y todavía planeaba hacerlo mejor? ¿que era? ¿una especie de extraterrestre?— Jade, cásate conmigo —agité mi cabeza como si no hubiese entendido esas palabras, no fue una petición, fue una orden, la cual me dejó sin aliento, ni siquiera era su novia y me estaba pidiendo matrimonio
—tú si que estas más ebrio que yo
—no he tomado ni una gota de alcohol, se que esta no es la mejor proposición pero no pude evitarlo, por favor Jade, cásate conmigo
—no se si te has dado cuenta, no quiero volver a tenerte cercas, ¿que te hace creer que me casaría contigo?
—porque aún mi cuerpo está tan cercas del tuyo y no has intentado quitarme
—eso no quiere decir nada —lo empujé— además te visto con Kisha, y no como amigos precisamente
—¿celos? —entre cerré mis ojos
—vete a la mierda —caminé furiosa al interior de la casa en busca de Lisa, tenia que salir de ahí lo más pronto posible
—Lisa me tengo que ir
—¿estás bien Jade?
—la verdad es que no, me quiero ir —entonces Derek entró de la mano de Kisha y comenzaron a bailar muy pornográficamete, ella me miró y comprendió el porque de mi urgencia
—vamos las acompaño —dijo Ryan
—no es necesario chicos, iré sola, sigan disfrutando
—Jade, te conozco mejor que nadie, se cuanto temes caminar en la oscuridad y sola
—bien, vamos —entonces al girarme de nuevo mi vista se clavó en ese par, Derek la besaba y la tocaba de una forma muy grotesca, sentí pena por ella, ¿como era posible dejar que un hombre la exhibiera de esa manera? Luego sentí furia y... dolor
—lo siento Jade —dijo Ryan apoyando su pesada en mi hombro— pero así es Derek, daría la que fuera porque jamás hubieras visto eso
—estoy bien, no se preocupen más por mi ¿vamos?
Fuimos los tres en silencio, caminado en la oscuridad, solo se escuchaba el ruido que hacía nuestros pies en el pavimento y el de mi corazón golpeando ferozmente contra mi pecho, estaba tan confundida, cada vez entendía menos a Derek, decía que no podía vivir si mi, lo rechazo y rápido busca consuelo en una zorra ¡demonios! Derek había revuelto todo en mi tranquila vida.

A unos cuantos metros antes de llegar a los dormitorios escuché una voz a los lejos
—¡Jade! —Derek venía corriendo— ¡espera por favor!
—Dios mío ¡qué imbécil —solté entre dientes
—yo me encargo —dijo Ryan
Esperamos los tres a que llegara, deseosos por saber que disparate diría
—Jade —jadeaba, y su frente estaba cubierta por una fina capa de sudor —yo...
—lárgate Derek, respeta un poco a Jade
—sólo... Solo necesito aclarar algo
—no te acercarás más a ella, le has hecho daño
—Jade, cinco minutos, solo eso y prometo dejarte en paz... Para siempre
—ni uno solo Derek...
—está bien Ryan yo me encargo —le interrumpí
—¿segura? —asentí, él y Lisa se fueron en contra de su voluntad.
—Jade, no es lo que crees —puse los ojos en blanco
—¡basta Derek! Cierra la puta boca de una vez, no tienes que darme explicaciones, puedes follarte a quien quieras en medio del campus cada vez que te plazca, pero jamás me involucres en tu asquerosa vida
—cosa...
—¡no me llames así!, aléjate de mi, ve a jugar con los sentimientos de alguien más
—perdóname Jade, la cagué fastidie tu vida, todo lo que quería evitarte de alguna manera te alcanzó, debes odiarme
—no te entiendo Derek, nunca te he comprendido y jamas lo haré, tu sabes como vives tu vida, pero por favor, te lo imploro, déjame en paz, no me busques más, deja de hacerlo tan difícil, es mejor para los dos
—no debí hacer eso, lo se...
—no por favor, no sigas, ahora vete
—sólo quiero que sepas que te amo, y te pido perdón, soy un imbécil, pero lo que siento por ti es real y jamás he mentido sobre mis sentimientos, solo que no se como hacerlo, no se como tratar a una mujer como tú, no se como ser un novio y sobre pedirte matrimonio también es verdadero, pero estoy tan jodido que no te merezco, creo que es mi naturaleza joderlo todo —dio un paso al frente y yo uno hacia atrás
—eres mi luz, y me alejo de ti antes que la extinga con mis idioteces, no volveré a molestarte pero no me odies, siempre tendrás un lugar en mi corazón, siempre serás mi cosa
—esa es tu táctica, engatusarme con zalamerías
—comprendo que no me creas nada de lo que te digo, perdón por haberte lastimado
No supe que decir no sabía si creerle o no, nos quedamos en silencio varios minutos, Derek me veía esperando alguna respuesta positiva pero yo simplemente desviada mis ojos a otra parte, luego se marchó derrotado.

El  lunes durante clases, el profesor me avisó delante de toda la clase que tenía una llamada urgente y debía tomarla, lo cual eso alteró mis nervios, pensando en lo peor.
Salí de la clase hecha un manojo de nervios, e intentaba calmarme mentalmente, me repetía en mi mente que no era nada malo que todo estaba bien, crucé el corredor a la velocidad de un rayo, abrazándome de mi mochila con la cabeza gacha.
Casi llegando a la puerta alguien me jaló del brazo, me tomó de sorpresa que me asusté. 
—Derek me has dando un susto
—no te asustarías si caminaras con la cabeza erguida
—lo siento es que tengo una llamada y eso me ha puesto muy nerviosa, me tengo que ir —Derek me tenía sujeta de la cintura, muy pegadito a mi, pero mi intriga era mas poderosa que ni siquiera lo noté, si no Hasta que quise irme y no pude
—no hay ninguna llamada
—¿qué? ¿y tú como lo sabes?
—porque yo envíe la nota al profesor —dejé escapar un suspiro de alivio
—gracias al cielo, creí que pasaba algo malo a mi familia... oye ¿por qué has hecho esto?
—necesitaba verte
—Derek creí que ya lo habíamos hablado —y de la manera mas sutil quite sus venosas y perfectas manos de mi— tú y yo no tenemos nada mas que decir
—lo sé, pero no puedo Jade, no puedo con esto me estoy desquiciado, y esta es la única manera que he encontrado para verte... Aunque sea por un instante
—Derek no...
—shhh —me hizo callar de un beso.

Por más molesta que me sintiera, probar los esculpidos, suaves y dulces labios Derek me transportaba a otra dimensión —vale, los extrañaba— pero mi orgullo podía mas.
—¿que te pasa imbécil? —lo empujé y abofeteé con todas mis fuerzas
—vamos nena, no puedes negar que te ha gustado —me sonrojé
—estás loco
—así me tienes
—Derek basta, no soy tu juguete.
No dijo nada, era difícil saber lo que pensaba o cual era su humor, sin duda tenía varias facetas. Me tomó de la mano,  y arrastras me llevo a nuestro lugar.
Cuando estaba ahí, la paz que me rodea neutralizada mis sentimientos, simplemente entraba en trance como si estuviera en una sesión de yoga
—¿por que me has traído aquí?
—Jade, no soy hombre para ti, porque siempre la cago,  soy un mujeriego, pero ya no quiero serlo, porque me he enamorado de ti, intenté alejarme, pero me es imposible. Ayúdame Jade
—creo que tendrás que esforzarte más Derek, descubrirlo por ti sólo, controlar tus... impulsos carnales —lo torturaba con mi indiferencia, pero se lo merecía y si quería estar conmigo tendría que cambiar esa parte de él
—lo intentaré, lo prometo
Nos miramos unos instantes, luego me alejé de él
—Jade —giré provocativamente— no te enamores de nadie —guiñé un ojo
Debería de ser actriz, fingir que no me derretía por él, era un inmenso esfuerzo, pero Derek me importaba, más de lo que debía, pero tenía que cambiar.

Cuando Las Hojas Caen  (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora