Cierro los ojos y me digo mentalmente que esto un producto de mi imaginación.
Nuevamente confundo la realidad.
Empiezo a hiperventilar.
Sacudo mi cabeza y espero despertar de esta ilusión.Está mal vestido, no digo que su ropa esté sucia y rota sino todo lo contrario pero no combina, desde que estuvimos juntos, cada mañana yo preparaba su ropa, escogía la camisa con el pantalón adecuado pendiente que su corbata fuera la correcta, al ducharse le llevaba la playera blanca que debía utilazar de bajo y su boxer. También, yo escogía sus zapatos y el tipo de medias a juego con el resto de su atuendo. Para él, la ropa no significaba nada, no le importaba si fueran solo vaqueros y playeras simples, más yo no podía permir que un gran doctor vistiera así. Yo me encargué de su imagen personal cada día durante 15 años.
—Jade —su voz me atormenta.
Es tan nítida y real.
Abro los ojos y compruebo que es muy real como el amor que aún siento por él.Me quedo paralizada, inerte, mi corazón literalmente ha dejado de palpitar.
Ningún músculo de mi cuerpo reacciona, mis pies estan clavados en el piso.—Derek —mi voz es apenas audible.
Noto que su cuerpo rápidamente se relaja al escucharme.
No tengo ninguna expresión facial. Pero por dentro mis sentimientos están teniendo una batalla campal.
Por una parte mi corazón baila gozoso en mi pecho por saber que está bien, vivo y que ha regresado.
Por otro lado, mi mente empieza a maquinar una mil razones para salir huyendo.Él me sonríe y mi mundo se detiene, aún lo amo y no solo eso, sigo enamorada de él cómo desde el primer día. Sin embargo, sigo sin expresión alguna.
Está a 3 o 4 metros de distancia y camina, viene a mi con paso vacilante. Extiende sus brazos para cobijarme en ellos.
Temo que los latidos de mi corazón puedan delatarme y esque es inevitable pedirle que no sienta si su otra mitad está delante de él, se llaman a gritos con un bombeo escandalizado, con percusiones que hacen vibrar todo lo que hay en mi.
Ah llegado hasta a mi y este segundo ha parecido toda una perpetuidad.Me va abrazar, siente que tiene la victoria pero en cuanto intenta envolverme lo empujo con fuerza y, acto seguido le propino una bofetada que el eco robota por toda la oficina, su cabeza gira 90 grados y al instante el ardor salta en su mejilla.
—no te atrevas a tocarme —el alza su manos en rendición diciendo que no pretende incomodarme.
—lo siento —soba su mejilla— supongo que lo merecía —pone una mueca de dolor.
La palma de mi mano también arde, el golpe ha sido demasiado fuerte, no me arrepiento.
—¿por que has vuleto? —frunce el ceño. Lamento haber dicho eso, pero siendo sincera en este momento no puedo articular palabra alguna.
—necesitamos hablar...
—¿ahora si quieres hablar? Cuando te supliqué hasta el cansancio que lo hablaras. Todo tiene un límite, y yo ya llegué a él, aléjate de mi —giro y abro la puerta para huir.
Pero un fuerte golpe hace que se cierre provocando un estruendo horrible que sacude mi subconsciente.
—no —me advierte— en ese entonces no estaba listo, Jade. Y no quería salpicarte de más mierda.
—nos abandonaste, Derek creí que... que...
—¿que estaba muerto? —termina la oración, soy incapaz de decirlo— pues no dudes que pasó millones de veces por mi cabeza... por eso busqué ayuda profesional...
—y yo ¿dónde quedé, Derek? ¿A dónde quedó la confianza? ¿el ayudarnos uno al otro? ¿de estar en las buenas y en las malas? Me destruiste, nos rompiste el corazón —increíblemente no lloro. Más mi voz si quiebra.
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Cuando Las Hojas Caen (EDITANDO)
Short Storydespués de 15 años juntos Jade Romanov decide dejar a sus esposo, Derek Romanov un exitoso neurocirujano y de los más prestigiados de Estados Unidos, al descubrir que el le era infiel. Jade al enterarse de las múltiples mentiras e infidelidades actú...