Tal vez te suene absurdo pero recuerdo a la perfección cada palabra que crucé contigo y cada detalle que tuviste conmigo, es como si se hubieran escrito en mi piel, es como si al tocarme se liberarán las palabras que me dedicaste y las que yo compartí contigo.
Te di tanta atención que cuando te fuiste me quedé sin motivos, tú eras el único que tenía y cuando alguien pronunciaba tu nombre, hablar de ti era lo más fácil del mundo.
No cabe duda que te amé como a nadie más, y yo habría dado todo por estar a tu lado, pero tu te fuiste, seguiste tu camino y está tan lejos del mío que seguirte está prohibido.
En ocasiones tengo ganas de verte, deseo abrazarte y sentir, que estás bien.