Ya estaba acabando la fiesta y casi no podía caminar yo sola, mis pies estaban muy adoloridos de tanto bailar, mis padres pasarían por Natalia y por mí, pero habíamos decidido que tú y Gael también nos acompañarían.
No sé en qué momento de la fiesta me perdí de tanto, cuando al voltear a mí derecha, ví a Alejandra y a Gael besándose, vaya que en esa fiesta ocurrieron cosas.
Tomé tu brazo para que me ayudaras a bajar las escaleras, porque en verdad sentía que me caía, y por un momento pensé en la valentía que necesitaría para besarte.
Ya los cuatro estábamos en el carro y todo estaba en silencio, pero tomaste mi mano y yo instantáneamente sujeté la tuya, me gustaba ese contacto, tu mano encajaba perfectamente con la mía, tal vez estaban destinadas a encontrarse en algún momento así.
Ya estábamos en casa de Gael y ambos bajarían del coche, me acerque para despedirme,pero pegaste tu boca a mi oído tocando mi nuca, para evitar que me alejará, después susurraste...
—Te besaría pero tengo novia—
Después de eso bajaste a toda prisa del coche y yo me quedé mirándote alejarte de nuevo, sorprendida y con un cosquilleo en mi corazón.