Peleaste con tu novia y fue la discusión más fuerte que yo haya visto entre ustedes, tú estabas furioso y cuando todos entramos al salón tú llegaste y aventaste la banca que estaba enfrente de ti, por primera vez tuve miedo, tenía miedo de no poder ayudarte, porque no conocía aquella parte de ti, esa que era tan vulnerable.
Había rumores de que Ivonne te engañó con un chico de otro grupo, realmente aunque nunca supe si fueron verdad, eso es algo que no me interesa contar.
Estabas demasíado triste y Gael quién estaba hablando contigo fue de los pocos que se acercó a ti cuando empezaste a llorar.
La odie, odie que te causará tanto dolor, y me odiaba más a mí por no saber cómo acercarme a ti.
Estabas sentado afuera del salón, no teníamos clase y yo me senté a tu lado.
–¿Cómo estás?— pregunté con una cara de angustia y lo notaste.
–¿Tan mal me veo Julia?–
–Te veo demasiado triste y eso no me gusta–
–La extraño mucho, es raro estar sin Ivonne–
Todo eso me dolió y se me clavo una estaca al corazón, pero no me importaba si así podía estar contigo, podía soportar que rompieran mil veces mi corazón.
–Tal vez no sea la más experta en estas cosas, pero odio verte triste y los demás también, es raro ver a un Aguirre que no sonríe o que no nos distrae con su fuerte risa y sus chistes–
Estábamos sentados hombro con hombro y pude ver nuestras manos tan cerca, estaban rosandose, pero no la acerque más, no podía.
–Julia a veces siento que la necesito demasíado–
–No, tú no necesitas a nadie para ser feliz, ella te ayuda a serlo, pero tú eres feliz porque así lo decides tú–
Me miraste al decir eso y nuestros ojos se encontraron
–Aguirre–
–¿Si?–
–¿Quiero decirte algo?–
–Dime– en ese momento miraste a la nada y y fije todos mis sentidos sobre ti
Necesitaba que supieras mis sentimientos, lo necesitaba, te mire pero no era correcto yo te dejaría más problemas al decírtelo, no podía y tampoco tenía derecho a perturbar tus pensamientos.
–Siempre podrás contar conmigo para lo que sea–
Nos miramos y sonreímos un momento.
Te lo diré después.
