Qué curioso que hoy sea 21, y hoy termine todo esto.
No puedo creer que haya podido escribir todo, se que aunque faltaron momentos y risas, están ahí, en cada una de las letras, y sé que se liberan cada que alguien más las puede leer.
Tampoco puedo creer, que en algún momento esto me llegó a doler tanto...Pues ya no puedo llorarte, ni siquiera un poquito, porque me acabé las lágrimas y tengo la fortuna de poder recordarte con cariño y una sonrisa, porque seguirás siendo una parte importante de mi.
El tiempo me ha ido curando, pues ya no siento tu ausencia, ni la falta de tu voz, o quizá solo es que ya me acostumbre a no tenerte, aunque a veces me visitabas en sueños, poco a poco se vuelven menos reales, solo eran el espejismo de mi deseo de tenerte, sin embargo ya hace semanas que no te veo en ellos ya no vienes...
Ya han pasado tantos meses y pude aprender que no voy a olvidar lo bueno que pasamos juntos, tú siempre serás mi primer amor, uno puro, sincero y sin final.
Entendí que las cosas pasan por algo y tal vez era lo mejor para ambos...quizá teníamos que madurar un poco más, y ambos nos ayudamos a hacerlo.
Ahora camino por el parque, estoy sentada en el árbol número 86 y aún siguen nuestros nombres ahí, sin embargo ya no se siente igual, las cosas cambian y el corazón también.
Nada dura para siempre y menos a nuestra edad y se que si algún día, te llegó a encontrar en la calle, puedes estar seguro, que te sonreíre a lo lejos, y aún le darás alegría a mí corazón.
Hoy dejo todos estos recuerdos en el árbol 86, pues ya no los necesito, estan grabados en mi corazón, puede que alguien más llegue a encontrar esto, y al leerlo, creo que puede llegar a pensar que es una historia tonta y absurda, sin embargo ya es ... Solo una historia más de amor, de nuestro amor.
Lo lamento, pero no puedes pedirme más, solo soy una chica de dieciséis años....
Fin.
