Ya casi era 25 de febrero, de nuevo mi cumpleaños, debo confesar que recibí muy buenos regalos, uno de mis mejores amigos me regaló dos libros hermosos de poesía sabía que me encantaba y el simple detalle de observar eso de mí, me hizo sumamente feliz, por otro lado, mis amigas, me dieron un día de chicas, solo nosotras, fuimos a comer, al cine y bueno las risas no cesaron y tú, Aguirre, me diste mi primera cita.
Estaba preocupada, no sabía que ponerme y deseaba llegar puntual a la hora acordada, llegaste antes que yo, de hecho llegué corriendo, pero llegué.
Fuimos al cine y vimos dos películas, en ambas funciones nos tomamos de la mano y en ocasiones intentaba voltear a mirarte, pero en ese momento, no te bese, a pesar de desearlo con todas mis fuerzas.
Fue divertido pasar un día contigo, siempre sería entretenido poder conversar, eso es lo más importante de una relación lo bien que pueda fluir una conversación, y era algo que tú y yo teníamos.
Deseaba decirte que te amaba, pero no lo hice.Llegué a mi casa y con más valor, te llamé
—Bueno, Julia que pasó, llegaste bien a casa?
—Nada, solo quería decirte que te amo
Te colgué.