Últimamente hablábamos a diario y eso me tenía muy feliz, pero lo que más me mantenía alegre eran mis amigos, yo ya no era tan tímida como antes y por fin me había hecho amiga de la mayoría de los chicos del grupo.
Todos eran diferentes y a veces solía imaginarlos por colores, nuestro grupo estaba tan lleno de matices, desde blanco, rosas, azules, grises, naranjas y violetas, simplemente eran fantásticos, cada uno a su manera, solamente tenías que observar detenidamente para poder saber qué color era cada uno.
Uno suele juzgar a cada persona sin conocerla, pero cada uno tiene una historia, una historia que al conocerlos se fue relevando ante mis ojos.
El día iba bien, y en el descanso leí una de mis poesías favoritas en el patio de la escuela, ya que era una propuesta de lectura.
"puedo escribir los versos más tristes esta noche "
Era el poema XX de Pablo NerudaSubí al pequeño escenario y tomé el micrófono con cuidado.
Joseline me esperaba en la parte de abajo, escuchando atentamente mi lectura.
Baje y ahí estabas tú con Ivonne de la mano.
–Te amo Julia – dijiste
Me quede callada, mis mejillas se pusieron rojas como tomate y Joseline con su mirada me lo dijo.
Ivonne río fuertemente y tu sonreíste.
Yo me fui de ahí sin decir nada, no podía.Te burlaste de mi, eso fue lo único que pensé, te reíste de mi, junto a ella.
Ese día no me despedí de ti, salí rápidamente y no te ví, y si lo hice te evité.
Nunca olvidé ese día, nunca ...
Y no te lo dije después.