Los días y las semanas pasaban rápido y recuerdo muy bien haberme pasado las horas de clase mirándote, a veces jugaba con tu cuello imaginando puntos y armando figuras con ellos, era mi arte abstracto y nuevo pasatiempo favorito, porque realmente no lograba hacer ninguna figura que tuviese sentido.
Ya me había acostumbrado, a verte pelear con tu novia, y más me había hecho a la idea de que siempre se reconciliaban, y demostraban su cariño ante toda la escuela después de las peleas, en algunas ocasiones, me llegaba a cruzar con la mirada de ella, pero me sentía culpable, o tal vez, era por su mirada tan penetrante por lo que nunca sostenía la mía, ahora que lo pienso, me gustaba un chico con novia y quisiera o no, eso no podría ser.
Salíamos a clase de deportes, pero a mí se me había olvidado la lista de asistencia de la maestra, así que volvía hacia el salón de la nada, logré escuchar como platicabas con Gael, tú fuiste el primero en hablar y en seco, me detuve antes de entrar al salón.
-Creo que le gustó a Julia
-¿Por qué lo dices?
-Todo el tiempo me mira
Fue lo único que escuché, cuando me dirigí rápido con la profesora.
Había olvidado las listas en casa, no en mi mochila, al menos eso dije.