María y yo iríamos de compras pues era divertido poder escuchar la opinión de una amiga, y más si tenían tan buen gusto como yo, bueno, al menos la intención contaba.
Todo se le veía bien, en realidad a María todo le iba perfecto, pero como yo no iba a probarme nada, me tocaba cargar las prendas, sudadera, bolso y el celular de María, a quien por cierto tenía que cuidar con mi vida.
Pensé en ti, hace meses no sabía nada, ni como estabas, ni si necesitabas algo, me daba pena preguntarle a María pues me hacía sentir vulnerable, tú siempre fuiste mi debilidad,y eso me entristecía, pero el deseo y la ansiedad por más que pasaban los meses, no me dejaba, no podía.
Tome el celular de María y puse la contraseña que anteriormente había memorizado, entre a tu chat con ella y lo que leí me rompió el alma y destrozó mi ser.
-Me arrepiento de haber sido novio de Julia, ni siquiera quiero verla.
-Por qué dices eso ??
-Pues deje lo que tenía con Ivonne por ella y no lo valió lo que deje
-A Julia ya no le importas, entonces puedes decir lo que quieras
María salió del probador y yo guarde su celular en la bolsa azul que llevaba ese día, me comí las ganas de llorar, y sonreí tenía que hacerlo por mi.
Sabía que María no me lo dijo para que no saliera lastimada, por eso nunca le conté lo que leí, también entendí que no te reprochará nada, eso no le correspondía a ella, además había sido culpa nuestra ponerla en medio de ambos.
Comimos y caminamos muy tranquilas, tuve que sonreír y así lo hice hasta llegar a mi casa, recuerdo perfectamente que ese día en la noche había quedado de ir a dormir con mis amigas.
Cuando se abrió la puerta de su casa, me derrumbe ante ellas, les conté lo que leí y lloré mucho, tenía muchos motivos para hacerlo, el primero, tú habías dicho la palabra que más me dolía, arrepentimiento, segundo, no había logrado hacerte feliz, tercero, la habías preferido a ella y por último, por primera vez en mi corazón, pude sentir enojo de verdad.
