CAPÍTULO 31

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Karla miró nerviosa a su abogado y este le hizo una seña con su mano para que se tranquilizarla — ¿Cuál es el trato detective? — dijo seguro el abogado y Taylor se recargo en su silla cruzándose de brazos.

—Karla nos dice cómo y cuándo conoció al sospechoso y una descripción de él y yo hablare con el juez para que la considere como una testigo muy colaboradora — sonrió Taylor y el abogado negó con la cabeza.

—Eso no nos sirve detective, además mi cliente estuvo en esa casa por ser amiga de la señorita Grace esa huellas no tienen ningún valor— le sonrió el abogado.

—encontramos cámaras donde su cliente nunca estuvo, en lugares demasiado privados en esa casa, por lo tanto, si sus huellas están en esas cámaras es porque ella las puso. — apunto a Karla, Taylor se veía demasiado molesta.

—Está bien supongamos, y solo supongamos que aceptamos que mi cliente puso las cámaras, ella sería la única persona que sabe cómo es el tal Héctor ¿no?, entonces debe darnos un mejor trato para que mi clienta empiece a recordar. Le propongo algo si ella colabora ustedes la dejaran libre de todo cargo. — le sonrió el abogado a Taylor y Taylor sonrió negando con la cabeza.

—Yo no voy a dejar a una delincuente libre abogado, así que piense en otra cosa. — le dijo molesta.

—Es nuestro trato tómelo o déjelo, usted sabe que las pruebas que tiene son circunstanciales y en una corte no tendrían mucho valor. — le sonrió.

Taylor lo miro molesta, sabía que el abogado tenía razón y Karla era la única que le podía decir información que valiera la pena acerca de Héctor Manríquez.

—Solo si la información que nos dé es genuina— miro a Karla seria y Karla miraba nerviosa a su abogado. — tendremos un trato pero me tiene que decir todo lo que sabes Karla no quiero mentiras, cualquier mentira que yo descubra por muy pequeña que sea te refundo en la cárcel. — Taylor, miro molesta a Karla y ella asentó con la cabeza.

—Está bien— dijo Karla nerviosa y miró nerviosa al abogado que la alentó a que hablara.

¡Por Dios! esto me estaba poniendo más nerviosa, mi coraje lo había dejado a un lado para pasar a la incertidumbre lo que Karla dijera iba a hacer muy importante, voltee a ver a David que estaba igual que yo a la expectativa de lo que estaba pasando en esa sala.

—Empieza Karla te escucho. — le dijo seria Taylor y se acomodó en su silla la cara de Taylor mostraba seriedad y un poco de molestia por la situación.

—Bueno — suspiro Karla para darse un poco de valor — es verdad Héctor se me acerco un día mientras yo estaba tomándome un café en la cafetería del hospital, no sé cómo supo de mí me dijo que sabía que yo odiaba a Lyana y me dijo lo de Carlos, yo me asombre demasiado ese hombre me había investigado y me dio un poco de temor me comentó que él tenía planes con ella y quería que yo le ayudara me llevo a su cabaña, donde me pidió que pusiera las cámaras en el departamento de Lyana nada más, no iba a participar con nada más que eso, lo juro. — chillo y bajo la cabeza.

—¿Te fuiste nada más así, con un hombre que tú misma dices que te dio miedo?. — pregunto Taylor un poco incrédula.

—Bueno mi odio por esa perra era una más grande. — dijo con rencor y yo cada vez estaba más admirada de ver el odio que Karla me tenía y que yo no pude detectar a tiempo.

—¿Qué pensaba hacerle a Lyana?. — pregunto seria Taylor.

—Me dijo que la iba a secuestrar y hacerla suya, eso es todo no quiso dar detalles yo con tal de quitarla de mi camino era más que suficiente. — dijo seria.

Obsesión PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora