CAPITULO 38

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—Nooooooo. —lloraba Lía agarrada fuertemente a mí con su brazo libre — ¿Por qué Lyana?, quiero a mi papi y a mi mami, los quiero aquí. — yo trataba de ser fuerte, pero ver a si a Lía me desgarraba el alma.

—No sé porque mi amor, pero debemos ser fuertes y estar más unidas que nunca, ¿ok?. — dije abrazándola fuertemente.

—Fue mi culpa, que ellos dos estén, estén muertos. —lloraba mas.

—Mi amor, no digas eso nadie tiene la culpa, fue un accidente, a cualquiera le pudo pasar. — le dije separándola de mi para que me viera.

—Yo les insistí en salir al parque, no debí haberlo hecho, si nos hubiéramos quedado en casa, ellos estuvieran conmigo. —dijo sin consuelo.

—Lía, escúchame. —Le tome su rostro con mis manos — tú no eres culpable de nada, nadie es culpable, los accidentes suelen pasar. — le di un beso en su frente.

Mi hermana se aferraba a mí y yo debía ser fuerte por ella, no me podía quebrar, no en ese momento.

—¿Dónde está la niña?. —Entró sin más mi tía Constance y Lía me volteo a ver con un poco de temor.

—Hola tía. — me paré a recibirla, ella y yo nunca llevamos una muy buena relación, siempre criticaba que me hubiera ido lejos para irme de libertina según ella y me miraba como si fuera tan poca cosa, pero yo no iba a bajar la cabeza, no ante ella.

—Hola. — Me dijo despectivamente — siento la muerte de tus papás. — me abrazo hipócritamente y yo me separe inmediatamente de ella.

—Gracias. — dije seria.

—¿Cómo te sientes niña?. — volteo a ver a Lía que solo bajo la mirada —contesta niña, no seas mal educada. — le dijo regañándola.

—Acaba de perder a sus padres, ¿Cómo quiere que se sienta?. — le dije molesta y ella volteo a verme a mi igual.

—Necesito arreglar trámites contigo, es muy importante que lo hagamos ahora. — me dijo con esos aires de superioridad que tanto me molestaban.

—Después tía, ahora no es el momento. — le dije seria.

—Vamos ahora, o lo hacemos delante de la niña. — me dijo molesta y yo la mire más molesta aún.

—Mi amor, afuera están Mark, Alex, Becky y Taylor, ¿Qué te parece si les dijo que pases para que estén contigo?. —Voltee a ver a mi hermana y ella asintió tímidamente.

—Quiero verlos, y quiero conocer a Taylor. — Dijo a penas en un susurro— ¿no trajiste a Pablo?. — me miro triste.

—No, pero pronto lo veras, cuando estemos en México. — le acaricie el pelo.

—Eso ya lo veremos. —Dijo mi tía mirándonos fríamente no entendí ese comentario así que la ignore por completo —Vamos o ¿estarás aquí todo el día?. — me dijo molesta mi tía.

—Vamos. — Suspire tratando de calmarme —ahora vuelvo mi amor. — le di un beso en la frente a mi hermana y Salir junto con mi tía.

—Eres tan desesperante. — dijo molesta.

—Mire no sé cuál sea su maldito problema conmigo, pero ahora le digo que no le soportare una grosería más, ni que moleste a mi hermana con sus tonterías. — le dije parándome enfrente de ella y de pronto sentí que alguien me abrazo por detrás.

—¿Algún problema?. — dijo Damián.

—Vaya que si fuiste a México andar de libertina. — hizo una media sonrisa mi tía viendo despectivamente a Damián.

—¿Perdón?. —Dijo Damián molesto.

—No le hagas caso a mi dulce tía. — dije sarcásticamente a mi novio y él me vio desconcertado.

—Damián es mi novio y no fui a México de libertina, fui a hacer mi residencia como doctora. —le dije molesta —Voy con los muchachos a decirles que acompañen a Lía. — Me dirigí a Damián él asintió y se quedó con mi tía esto no era bueno.

—Vaya, llego la simpática de tu tía. — dijo Becky al verlo platicando con Damián y voltee a verlos, ella hablaba y él solo escuchaba.

—Necesito que vayan con Lía por favor mientras yo hablo con esta bruja. — dije molesta.

—No te preocupes. — Me dijo Mark —Ya Alex y Taylor están viendo lo del traslado de los cuerpos a la funeraria y todos esos trámites. —me informo Mark.

—Gracias a Dios, no quiero hacer eso. — Dije sintiendo un pequeño alivio — ustedes pueden ir con Lía, la última habitación a la izquierda. — les dije suplicante y ellos sonrieron.

—Claro que sí, sabes que amamos a esa niña. — me sonrió Becky —suerte con tu tía la gruñona. — me dijo dándome un pequeño golpe en mi hombro y sin más se fueron a la habitación de mi hermana.

Me dirigí hasta donde mi tía hablaba con mi novio.

—Y ella no es tan santa como te ha hecho creer. — le decía mi tía

—¿Ya se cansó de hablar pestes de mi delante de mi novio?. —dije molesta y Damián volteo a verme su rostro mostraba molestia.

—¿Qué?. — le dije enojada por su actitud —si vas a creer todo lo que esta mujer diga sobre mi será mejor que des la media vuelta y te regreses a México. — le dije molesta.

—Yo no creo ni una sola palabra que esta mujer ha dicho. —dijo serio y me abrazo — Así que señora ahora delante de Lyana se lo vuelvo a repetir, deje en paz a mi novia o se las verá conmigo, no me gusta que le levanten falsos.

—Vaya, vaya con tu noviecito niña. — sonrió mi tía y voltee a ver a Damián que la miraba molesto.

—Vamos a acabar esto de una sola vez. — nos dijo mi tía y nos dirigimos a la cafetería donde nos sentamos.

—¿de qué quiere hablar?. — le dije seria.

—bueno como sabes, la custodia de tu hermana es muy importante. — me dijo y sentí un balde de agua fría caer sobre mí.

—¿Perdón?. —pensaba que quería hablar sobre el negocio que tenía con mi madre, no de Lía.

—Tu hermana necesita un hogar estable, donde pueda crecer con una familia, así que te informo desde este momento que la niña se quedará conmigo, con la única familiar que puede darle una familia. — me dijo seria.

—Lía es mi hermana, soy mayor de edad y tengo un trabajo estable, gracias por ofrecerse, pero Lía se va conmigo a México y eso no está en discusión. — le dije molesta.

—No tienes un hogar, donde ella pueda crecer. —me sonrió —trabajar jornadas de 24 horas según me contó tu madre, dime como la cuidaras. —

—Mire Señora, Lyana pronto tendrá un hogar que ofrecer a Lía porque ella y yo nos casaremos en un mes. — voltee a ver asombrada a Damián, no podía creer lo que estaba diciendo —Así que la niña crecerá perfectamente con nosotros, Lyana dejara de trabajar y se dedicara a criar a su hermana. — la miro serio y mi tía volteo a verme.

—¿Es cierto eso niña?. — me dijo seria mi tía

—He, yo —no sabía que decir en ese momento, realmente estaba en shock por lo que Damián había dicho.

Damián estas abriendo de más la boca, creo que te meterás en líos.

¿Qué les esta pareciendo la historia chicos?

espero sus votos y comentarios. Un saludo muy fuerte desde México.

Obsesión PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora